Sexta Ronda: Cuando Se Oculta El Sol

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Hubo tres veces en la vida que la sultana Hurrem admiro el atardecer.

La primera vez que admiro el atardecer fue cuando llego al Harem de la mano de la Sultana Madre Hafsa. Recuerda como las hijas de estas fueron rapido a verla.

"Madre ¿quien es ella? ¿Quieres acompañarme al jardín?"

"Es muy bonita ¿quisieras una delicia turca?"

"Me encanta su cabello rojo ¿probarte mis nuevos vestidos? Son de las mas finas telas"

"No, no, ella deberia venir a darse un baño"

"Niñas" una sola palabra y las niñas guardaron silencio, acomodandose en fila "la estan asustando, nosotros no asustamos a nuestros invitados ¿verdad?" Ellas negaron "su nombre es Roxelana, todo su pueblo incluyendo a su familia perecio a causa de la viruela" la niña miraba confundida cuando hablaban "es verdad, ella no habla turco" le susurro algo y ella asintio "por ahora la idea de Beyham es bastante buena, deberian darse un baño todas con Roxelana, vestirse bien tambien lo es, gracias pequeña Sha. Despues comeremos como sugirio Fatma y habra tiempo para ir al jardín, Hatice"

Hicieron todo lo que las sultanas sugirieron en un orden. Jugaron en el baño, se divirtieron probandose los vestidos de Sha, una deliciosa comida que la pequeña Roxelana nunca habia probado y finalmente descansaban en el jardin.

"Pequeña Roxelana, se lo que es perder a tu familia" ella miraba los ojos verdes de la sultana "es por eso que desde ahora tu seras como mi hija, no habra diferencia entre tu y mis otras hijas" recogio el cabello de la niña con un broche de esmeralda en forma de tulipán "incluso la sultana Sha que no es mi hija seguro te quera como una hermana si mis otras hijas lo permiten"

"¡atencion! El sultan Süleyman esta aqui" todos se pusieron en posicion para recibir al sultan, excepto la madre sultana y Roxelana que no entendía nada.

Un majestuoso hombre adolescente habia llegado al jardin, siendo reverenciado por sus hermanas y sirvientes. Su madre la sultana Hafsa sostenia las manos de Roxelana cuando el se acerco a ellas.

"Madre, que gusto verte" desvio su mirada a la niña y sus ojos quedaron maravillados al verla "¿quien es esta joven?"

"Se llama Roxelana" el joven sultan se veia nervioso al ver a la chica, obvio que a los ojos de la sultana no paso por alto ese detalle "aun no conoce nuestras costumbres, pero he decidio acogerla como una hija"

"Encantado..." hizo una reverencia y algo apenado se retiro para conversar con sus hermanas.

Tomando de nuevo la mano de la niña la guio al caminar, terminando en un campo de tulipanes.

"Desde esta parte del Jardin se ve hermoso los atardeceres" guiandose con la mirada pudo ver el naranja mas hermosos que ha visto "no necesito ver el futuro para saber que te depara un destino grande"

La segunda vez que admiro el atardecer fue cuando se caso con el Sultan. Aun recuerda el día como si fuera ayer.

Luego de años de aprender las costumbres otomanas, recibir un nuevo nombre y con dulces promesas de amor manifestadas en sus hijos. En un bello atardecer recuerda casarse.

"Son excelentes noticias" menciono la sultana Hafsa "recuerda esto Hurrem, el titulo que cargas no es solo algo simbolico, tu ahora representas al imperio"

"Con todo honor lo llevare, prometiendo enaltecer el nombre de nuestro imperio"

"Se que lo haras" se vio un rastro de preocupación en el rostro de la sultana madre "acompañame" de la mano de la sultana como en antaño caminaron a aquel jardin de tulipanes "te queria explicar algo Hurrem, algo que nunca le he explicado a alguien o mas bien contado"

"¿Madre?"

"Por favor mirame a los ojos" por la orden de la sultana vio esos ojos verde esmeralda que fueron su salvacion de niña "¿que notas en ellos?"

"Son verdes" un leve risa confundio a la sultana hurrem

"¿Que mas notas?" Fijandose mas en ellos noto las pupilas negras tenian una peculiar forma.

"Sus pupilas son como... ¿tulipanes?"

"Estos son los ojos tulipanes, hurrem" mirando al atardecer dijo "un regalo divino a ciertos humanos, con ellos puedo ver el mundo moverse tan lento como yo quiera... gracias a ellos pude proteger a mi hijo de intentos de asesinatos en el pasado... te dije que veria un futuro grande en ti y ahora te puedo decir que vendran retos grandes para ti, pero nosotros te estaremos apoyando" le guiño un ojo "ademas que con los ojos tulipanes puedo evitar que algo malo te pase, solo manten el secreto ¿quieres?"

La tercera vez que admiro el atardecer fue cuando la sultana Hafsa murio. Recuerda que lloro mucho ese día.

"Madre no se vaya de mi lado, prometio estar alli para cuando vengas retos dificil, este es un reto dificil para mi"

"Tienes razon Hurrem, prometi apoyarte... no puedo fallar a tal promesa" la sultana ya en cama dijo "dame tu mano" contacto piel a piel la sultana dijo "¿que clase de madre seria si no protejo a mi hija?" Miro fijamente a Hurrem y dijo "los ojos tulipanes son tuyos, que este don divino que se me otorgo te proteja en mi ausencia" los ojos de la sultana madre se volvieron marrones luego de decir eso "protege a nuestra familia y a ti con ellos" cerro los ojos y se despidio del mundo.

"Sus ojos siempre han sido hermosos, ojala hubiera mas tiempo para admirarlos..." llorando miro el atardecer por la ventana "seguro le hubiera encantado ver este bello atardecer"

XXX

"Amanecer Candente" nuevamente lanzo ataques que Hurrem tuvo que esquivar con el poder de sus ojos, aunque fue mas dificil ahora que solo estaba usando uno "es de admirar que sigas luchando Hurrem, cualquiera en tu situación hubiera muerto hace mucho"

"Veras Amaterasu, aun me queda un ojo" este brillo de un verde intenso. Señalando al sol dijo "decidamos quien logra ganar este magnifico combate"

"Terminemos con esto" con una sonrisa se prepararo la diosa "que el sol decida quien es digna de ganar"

Shuumatsu No DaitenshiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora