PROMESAS MATRIMONIALES DE UN DRAGÓN

Aniversario

Sin duda el aniversario de bodas es una fecha especial. Es el día en el que se conmemora la unión de dos amantes apasionados que unieron sus vidas para ser uno por el resto de la vida.

Los tintineos sonabann campantes, era una fiesta excepcional acompañada por la música, la comida y el buen ambiente, hacían que el carnavbal fuera una de las celebraciones más esperada cada año.
El carnaval se llevaba acabo cada otoño, una fecha muy importante para los habitantes del lugar debido a que el carnaval es para recordar el día en el que su líder contrajo matrimonio con su pareja. Apesar del fuerte rechazo de los lugareños hacia el consorte de su líder, eso no les impedía disfrutar de dicha celebración. Y no se atrevían a hacer un desplante que pudiera costarles la vida.

A los lejos Ziqiu vislumbraba el festejo, sin atreverse a poner un pie en dicha celebración. No quería ser humillado ni ofendido por comentarios imprudentes.

Sus pensamientos iban y venían inundados de afirmaciones positivas:
«Me case con el mejor alfa del mundo»
«soy muy afortunado»
«El me ama más que a cualquier persona»

Desviando su mirada hacia el cielo pensó «Gracias madre por darme tu bendición».

En cada aniversario su esposo lo sorprende con regalos que son desde lo simple a lo extravagante.

Mirando el reloj en su muñeca, hecho a base de polvo de oro con incrustaciones de esmeraldas; sin duda uno de los obsequios extravagantes de su esposo; se dio cuenta que su esposo estaba próximo a llegar por él.
Mientras contemplaba su reloj, unas manos frías tocaron con un suave roce su cintura.

— Mi luz, ¿esperaste mucho? — dijo. Al mismo tiempo que se acercó para besarlo en la mejilla.

— No, tú nunca me haces esperar —. Respondió Ziqiu — dejándose llevar por la sensación reconfortante del beso.

— Por supuesto. Mi consorte es primero —. Aseguró con un tono grave en ma voz, mientras rozaba con la punta de la nariz el cuello ajeno.

Pronto los labios de su esposo se posaron sobre los suyos e iniciaron un beso pasivo que pronto se convirtió en una lucha placentera con ansias de dominar al contrario; la lengua de su esposo entraba y salía a placer de su boca la saliva escurría de sus labios.

Indiscretamente Ziquiu apretó las tetillas de su vigoroso esposo, que no dejaba de besarlo. Sin duda amaba el cuerpo bien repartido de su marido.

Su cuerpo estaba siendo estimulado con cada apretón. El Omega sedia con cada toque proporcionado.
Su esposo tenía una mano sujetandolo de la nuca para profundizar mas el beso, mientras la otra descendía con leves caricias por su cintura hasta posarse en sus firmes muslos  y apretarlos contra él.

El beso fue cortado dejando una línea de saliva conectado sus labios. El dragón lo sujeto de la barbilla para empezar a lamer con intención de limpiar la saliva derramada.

La pequeña risa de Ziqiu perturbó al consentrado dragón, levantando su vista se deleitó al ver la mueca burlesca de su consorte.

— Es gracioso que trates de limpiarme la saliva. Literalmente me estás embarrando más —. Sin parar de reír confeso. El brillo en sus ojos reflejo la mirada coqueta y la sonrisa traviesa del dragón.

— Para cuando el día acabé mi saliva estará esparcida por todo tu cuerpo, incluso en lo más profundo de ti, mi luz —. Su voz sonó gutural al declarar tal perversidad.

El Omega no pudo refutar dicha declaración, con cierta vergüenza en su mirada sello sus labios.

— Ven. Te llevaré a un lugar especial —. El dragón cargo a su consorte de forma nupcial.

Un par de alas azules emergieron de la espalda de su esposo.

Sobrevolando  el cielo en los brazos de su esposo Ziqiu se dio cuenta que estaban cruzando sobre el Manantial de los amantes, el mismo lugar donde Ziqiu conoció a su ahora esposo.

«Aun recuerdo su expresión al verme» Una secuencia de imágenes se proyectaron en la mente de Ziqiu; en ellas podía ver a un dragón con la mirada embelesado y al mismo tiempo volvió a revivir la sensación de ser recorrido de pies a cabeza por esos ojos oscuros y penetrantes.

— Mi luz, ¿En qué piensas? —. Pregunto el dragón al ve la mirada perdida en su amante. — Mi luz ya llegamos —.

Al estar tan sumido en sus pensamientos Ziqiu no supo el momento en el que llegó.
Todo estaba oscuro, ni siquiera podía ver sus manos.

— Mi luz, Feliz aniversario, gracias por hacerme el ser más feliz del universo entero, eres la luz de mis ojos, eres la razón por la que vivo y el ser por el que me vuelvo más fuerte día con día.
¡¡Tu eres  todo y más —!! La vos del dragón era firme y consistente con cada palabra dicha. Amor desbordaba su boca.

Ziqiu se encontraba absorto ante la declaración de amor. Sus manos se aferraban a los brazo de su marido.

— Este es mi regalo para ti, mi luz —. Un toque de dulzura acompaño dichas palabras.

La oscuridad reinaba el lugar, pero de un momento a otro la penumbra fue remplaza por destellos cercano y distantes de luces azules, todo empieza a iluminarse en un tono azulado, dejando ver un bosque repleto de árboles de distintas formas, tamañosy colores.
También dejando ver una serie de animales extraños difíciles de reconocer, unos flotaban sobre los árboles; otros se escurrían de los árboles rojos y alguno estaban dentro de un estanque de agua purpurina, pero no parecían peces. Ziqiu llegó a creer estar dormido soñando con una especie de fantasía.

— Lan Feng, ¿qué es este lugar?

— Este es el bosque del sauce azul —. Su voz sonaba tembló, haciendo una pequeña pausa continuó. — Era de mi madre—. Respondió con tono melancólico.