CAPÍTULO 06🔞

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Jimin no había dormido mucho, pero cierta mano dando caricias en su espalda no solo lo hizo despertar, sino también lo hizo sentir muy caliente, se desconocía, no sabía que podía llegar a ser una persona tan lujuriosa y pervertida, pero toda culpa desaparecia tras ver al hombre que provocaba todas esas sensaciones en él.

Apenas empezaba a aclarar tras la ventana de cristal de esa habitación, no pasaban de las 5:00a.m Pero ambos hombres no tenían ni una pisca de sueño.

Mientras el rubio recibía caricias en su espalda que terminaban en círculos en sus nalgas, él más bajo decidió acariciar el pecho y abdomen de aquel sexy hombre que lo invitaba a pecar una vez más cuando notó como en la zona de su entrepierna se hacía una montaña, levanto su mirada y observo como él pelinegro tapaba sus ojos con su brazo tatuado, así que se decidió aventurarse en bajar su mano y acariciar el pene ya erecto del contrario.

—¿Que estás tramando hacer? ¿Eeh preciosura?— Exclama el azabache con una voz extremadamente ronca y profunda que hizo al rubio extremeserse hasta los huesos.

Sabía que el pelinegro en cualquier momento se iría, y eso le provocaba un dolor en el pecho indescriptible, así que por eso haría que se quede un poco más.... Aunque sea por sexo.

Sé colocó a horcajadas en él, y comenzó a dejar un caminó de besos bajando desde su marcada mandíbula hasta su pecho dónde le dió una fuerte lamida a uno de los pezones del azabache, lo cual lo hizo gruñir grueso y tomar al rubio por la mandíbula para que lo mirará fijamente.

—Quiero leche— Solto en un jadeo —Solo quiero probarte, déjame hacerlo.

Se miraron por un corto momento hasta que el azabache aflojó su agarre y Jimin se libero y se dispuso a continuar con su labor, en dejar besos y uno que otro mordisco en el abdomen marcado del contrario, quería complacerlo como él ya lo había hecho.

Así que cuando llegó a la gran hombría del pelinegro comenzó con fuertes lamidas en su glande, saboreando el pre semen que ya se hacía presente para luego tragar todo lo que pudo abarcar con su boca, comenzando a subir y bajar su cabeza mientras metía y sacaba el falo del pelinegro de su boca, masturbando con sus manos lo que no alcanzaba a introducir en su boca.

Se concentraba en respirar por la nariz para evitar lo más que pudiera las arcadaz, sin parar se esmero en darle un buen oral a ese precioso hombre, y no pudo estar más complacido cuando con sus ojos llenos de lágrimas lo miro y este le devolvió una mirada lujuriosa, con deseo.

Le llenaba tanto sentirse así de deseado por ese hombre, si, quizás lo estaba idolatrando de más... Pero nadie podía culparlo, era un hombre que despertaba muchas pasiones en cualquiera.

Incremento la velocidad de sus movimientos y respiro profundo para poder llevar el pene del azabache más profundo en su garganta y lo logro, le causaba tanto morbo y satisfacción sentir como ese hombre lo llenaba siempre tan bien de cualquier forma posible.

—Joder, preciosura— Incontables eran las maldiciones mentales que el azabache tenía en ese momento —Ven acá.

—No!— Respondió firme Jimin mientras se ponía a horcajadas otra vez encima de la erección llena de saliva —Dejame hacerlo a mí, lo quiero y lo deseo tan mal.

Dicho eso, el rubio tomo con sus manos la erección palpitante del azabache y la guío a su entrada, comenzando a descender en ella y tirando su cabeza atrás por lo bien que de sentía ser llenado por ese hombre de nuevo.

El falo del pelinegro se deslizó tan bien en su entrada gracias a toda la acción anterior, que entró totalmente llenando hasta lo más profundo de su ser al pequeño rubio.

Take me (Kookmin) +21 ConcluidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora