Merman // Bossnoeul

05

Eran exactamente las 8:30 de la mañana y Boss no aparecía, era extraño viniendo de él ya que prefería estar dormido a hacer otras cosas a esa hora.

—¿Ya te contestó? —un preocupado Peat se encontraba sentado en la orilla de la cama de la persona a la cual estaban tratando de localizar.

—No, aún no ¿por qué mierda se pone crédito si no contesta? —Fort le mandó un mensaje a su mayor preguntándole donde se encontraba, el mensaje llegó pero el azabache no lo había visto aún.

—Esperemos un poco, tal vez está ocupado —dijo el de hebras rubias.

Y así lo hicieron, pasaron uno, dos, cuatro, diez y quince minutos, Boss seguía sin contestar.

—¿Por qué no lo llaman?

Si se hubieran encontrado en una especie de caricatura, a Fort y a Peat les hubiera gustado que encima de sus cabezas apareciera el típico foco cuando una idea surge.

—¡ERES UN GENIO, JOONG! —gritaron el rubio y el pelirrojo al unísono.

—Si si, lo sé, ahora déjenme dormir, su preocupación me abruma—el castaño se acomodó mejor en la cama de su extraviado amigo, Peat y Fort lo habían obligado a levantarse para darle una "sorpresa" que ellos habían planeado para Boss.

Boss era algo gruñón, solamente se le podía observar riendo e interactuando con los tres menores que ahora se encontraban en su departamento. Tampoco hacía por buscar más amigos ya que creía que le bastaba con los que ya tenía.

El azabache era de las pocas personas que creía eso de "para tener una relación estable primero hay que conseguir un buen trabajo" así que nunca se interesó en buscar alguna pareja y sus amigos al darse cuenta de esto, decidieron darle un pequeño empujón para ayudarlo a salir de aquellos pensamientos.

El ya conocido pitido de la llamada empezó a sonar y unos segundos después Boss por fin contestó.

—¿Hola?

—¡Phi! oh joder ¡por fin! ¿Dónde estás? fuimos a tu departamento y no te pudimos encon...

Las palabras del pelirrojo se vieron interrumpidas cuando Peat le quitó el teléfono de las manos.

—P'Boss, más te vale decirnos en donde estás, te juro que casi llamo a la policía —amenazó el rubio.

—Oigan tranquilos, estoy bien, Fort dijo que no me pase todo diciembre encerrado y ya ven, le hice caso.

—Pero pudiste habernos avisados y no hubiéramos venido como estúpidos a buscarte y en lugar de encontrarte a ti nos encontramos con tu habitación hecha un desastre—Peat dirijo su mirada alrededor de toda la habitación, habían prendas esparcidas por todo el suelo, manchas de sabrá Dios de que son y libros en una estantería todos desordenados, bueno, por lo menos había tendido su cama.

—Si, ya se, soy un adulto y tengo que ser más limp- esperen ¿Qué hacen en mi departamento?

—Te tenemos una sorpresa, pero para eso necesitamos tu presencia —dijo con obviedad en su tono.

—¿Okey? esperen, llego el quince.

—Aquí te esperamos Phi, date prisa —cortó la llamada.

El dueño de aquel departamento dejó las llaves en una pequeña mesa al lado de la puerta.

—¿Chicos?

—¡Phi! —dijo/gritó Peat desde la habitación al notar la presencia del más alto.

— P'Boss, Fort y P'Peat dicen que tienen una sorpresa para ti —dijo un Joong adormilado saliendo de la habitación acercándose al antes mencionado. Los dos chicos restantes aparecieron detrás de Joong.

—¿Una sorpresa? pero mi cumpleaños fue hace un mes.

—Lo sabemos, Phi. Eres alguien que no socializa mucho y...

—Fort, ya les dije que... —interrumpió Boss.

—Déjame terminar. Nosotros creemos —le devolvió la interrupción. El pelirrojo acercó a Peat y a Joong más a sus costados haciendo énfasis a la palabra creemos —que es hora de que busques una pareja para que te quité lo gruñón o al menos lo intente.

—Oye espera —Joo se liberó del agarre de Fort —¿Cómo que "creemos" ? —hizo comillas con los dedos —a mí no me dijeron nada.

Fort soltó al rubio y se centró a responderle al de hebras color chocolate —bueno pues ya lo dije ¿no piensas lo mismo?

—Bueno si, pero...

—Allí está, fin de la discusión —sonrió de forma victoriosa al visualizar el fruncimiento en el entrecejo del menor dando a entender que había ganado de nuevo.

—Sin rodeos, Phi ¿recuerdas a Sujitra Hemhiran?—ahora fue Peat quien habló.

—Si.

—Ella nos confesó a Fort y a mí que gusta de ti y pensamos que podrían formar una buena pareja —el que estudiaba composición musical sacó su teléfono de uno de sus bolsillo para fijarse en la hora —la citamos en la cafetería moning keopi a las nueve y faltan 5 minutos para eso, date prisa o llegarás tarde— entre los tres empezaron a empujar a Boss hacia la salida, Joong estaba de acuerdo con la idea así que decidió seguirles la corriente.

Boss salió de su departamento con un bufido de molestia y se dispuso a caminar hasta dicha cafetería.

Sujitra Hemhiran asistía en la misma universidad que ellos, ella estudia baile y lo hace realmente bien. Es más baja que él, de cabello negro, largo y lacio, con unos bonitos ojos similares a los de un gato y unos labios finitos. Una mujer realmente hermosa, lástima que no era su tipo.

El azabache localizó a la que se suponía era su cita y se sentó en una silla delante de la femenina quien se encontraba en una mesa en medio de la cafetería.

—Sujitra ¿verdad?

—S-si, tu eres Boss —un leve color rojizo apareció en sus mejillas.

—Mire, Khun. No estoy interesado en usted, ni siquiera estoy interesado en formar algún tipo de relación y creo que sería más rápido de esta forma, no sé lo que mis amigos hayan dicho o hecho, solo vine aquí para decirle esto, entiende ¿no?

Boss presenció como su acompañante bajaba la cabeza avergonzada.

—Uhm, si... lamento molestarte, eres un gran chico, Boss, ojalá encuentres a ese alguien que te haga feliz-y sin más, Sujitra se fue a paso rápido de la cafetería no sin antes pagar el capuchino que había pedido antes de que el más alto llegase.

—¿Desea ordenar algo? —Un camarero con una pequeña libreta y un bolígrafo en mano se posicionó al lado de donde él estaba sentado.

—Solo un café para llevar, por favor.

—Claro, en un momento se lo entregó.

El hombre vestido de blanco desapareció del campo de visión de Boss cuando ingresó a la cocina. El de hoyuelos se puso a pensar en las palabras de la femenina.

"Ojalá encuentres a ese alguien que te haga feliz"

Claro que lo iba a encontrar, incluso más pronto de lo que él creía.