Acordeón

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—No lo entiendo —dice Gakushuu—. Me gustas. Me gustas. ¿Cuál es el problema?

—Bueno, no eres tú. Ni yo —Karma hace una pausa—. Es tu hermano asesino y tu padre, que no es asesino pero de alguna manera es igual de aterrador.

Honestamente, sí, es justo.

(inserte aquí el chirrido del acordeón)

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(inserte aquí el chirrido del acordeón)

—No lo entiendo —Gakushuu levanta las manos con exasperación—. Te gusto. Me gustas. Ayer nos besamos en un aula vacía durante dos horas. ¿Cuál es el problema?

Karma absorbe el aliento.

"Es mejor que esto no sea una excusa del tipo 'no eres tú, soy yo'", advierte Gakushuu.

"Bueno, no eres tú, ni yo tampoco", hace una pausa Karma, "sino tu hermano asesino y tu padre, que no es asesino pero de alguna manera es igual de aterrador".

Gakushuu abre la boca y luego la vuelve a cerrar, porque honestamente, sí, es justo.

"No me mires así", se queja Karma. Le da una patada suave en la espinilla a Gakushuu y también intenta entrelazar sus dedos.

Gakushuu suspira. "Me encantan, pero..."

"¿Están arruinando cualquier posibilidad de cita?"

Suspira de nuevo. "Sí."

Karma le da un beso en la mejilla. "Espero que nadie haya visto eso".

"Estamos en el medio de la calle, lejos de mi casa".

"Nunca está de más tener cuidado", dice Karma. "La regla número uno como asesino..."

"¿Nunca bajes la guardia?"

"¡EEEEE!", grita Karma y salta un metro en el aire. Gakushuu suspira, más fuerte, y se da vuelta para ver a Emmitt a un metro y medio de distancia (Gakushuu ni siquiera quiere saber cómo se les acercó sigilosamente). 

El agarre mortal que tiene en la mano de Karma le impide salir corriendo.

"Hola Em", dice Gakushuu.

"Hola chicos", dice Emmitt, con los brazos cruzados tras la espalda y sonriendo agradablemente. "¿Cómo están en este hermoso jueves?"

Gakushuu entrecierra los ojos. "¿Me has estado siguiendo?"

—¡Vaya, yo nunca haría algo así! —jadea Emmitt, con un tono fingido de escándalo—. Estaba dando un lindo paseo cuando los vi a los dos y decidí venir a saludarlos.

"Hola", dice Gakushuu.

-Hola- dice Karma.

"Hola", repite Emmitt, y luego, para creciente horror de Karma, aparece Gakuhou.

—Tengo que ponerte una campana —se queja Gakuhou, mientras lucha con varias bolsas de la compra (tiene que dejar de salir de traje) y levanta la nariz para mirar a Karma, y ​​a las manos unidas de Karma y Gakushuu—. Ah. Akabane. Qué agradable sorpresa.

EmmittDonde viven las historias. Descúbrelo ahora