Punto de vista de. TK
Ingresé al aula y dejé escapar un fuerte bostezo mientras caminaba hacia mi escritorio. Las primeras horas siempre eran cargadas y si quería descansar -al menos un minuto- este era el momento ideal para hacerlo. Dejé mi maletín en una pequeña silla y saqué mi teléfono del bolsillo. Unos mensajes saltaron cuando desbloqueé el teléfono; algunos eran de la Familia reyes y otros de mi familia de bomberos. Abrí la aplicación y busqué el nombre de mi esposo de entre tantos que había. Carlos me dejó dos mensajes y no pude evitar sonreír estúpidamente cuando vi lo que decían:
Marido de TK (7:03): Bebé, ¿crees que pueda pasar a verte cuando estés libre?
Marido de TK (7:04): Te puedo llevar un café yun taco de los que te gustan 😋
Marido de Carlos (7:07): Hola, mi amor.
Marido de Carlos (7:07): Sí, creo que podría tener un poco de hambre 😁😋
Marido de TK está escribiendo...
Marido de TK (7:08): Está bien, ¿a la hora de recreo?
Marido de Carlos (7:08): Sí, perfecto 😍😍😍
Marido de TK (7:08): Te veo en unas horas, mi amor. Cuídate mucho ❤️
Iba a cerrar el chat cuando me envió una foto. Carlos y yo teníamos una ley silenciosa de no enviarnos fotos o si quiera hablar en nuestros horarios de trabajo, a menos de que sea realmente importante. Dudé, pero lo abrí solo porque aún no empezaban las clases y me arrepentí inmediatamente. La foto que Carlos había mandado era -en pocas palabras- sexual. Estaba en el baño de su oficina y su camisa blanca estaba sobre la cabeza del inodoro. Su mano libre agarraba su sombrero de Ranger, el mismo que Gabriel le había regalado cuando Carlos cambió de bando hace ya un año. A mi suegro le dispararon a finales del año pasado en la puerta de su casa, al mismo tiempo que hablamos con Andrea para organizar la boda de Ana. Fue un caos total: los gritos de Andrea, los jadeos de dolor de Gabriel y nuestras propias voces tratando de entender lo que había pasado.
Luisa estaba en casa, con sus dos hijos menores que también lloraban sin entender lo que había pasado. Ella me rogó porque me quedara con ellos y no tuvo que insistir mucho por ello. Luisa y Carlos se dirigieron al hospital tan rápido que temí que les pasara algo en el camino. Luego vino la llamada de Andrea, diciendo que habían logrado estabilizar a Gabriel y que estaba fuera de peligro. La mala noticia era que nunca más podría caminar con normalidad. Le llevó un tiempo aceptar que no podría estar más tiempo en el trabajo, lo que lo hundió en una depresión severa. Carlos estaba inquieto cuando íbamos a ver a su padre, siempre con un ceño fruncido y la mandíbula apretada. Fue ahí donde decidió unirse a los Rangers de Texas con una idea clara en su mente: encontrar al perpetrador de su padre.
Sin embargo, días avanzaron y nunca se encontró al culpable. Fue así como el delito cometido a Gabriel quedó inmune. Carlos logró superar su obsesión por encontrarlo porque tenía que cuidarme a mí también; y cargar con dos cruces es más jodido de lo que parece. Había un pie de imagen en la foto que decía: "¿estás listo para esta noche, bebé?" Maldije el momento en que Carlos se enteró de mi fetiche por verlo como un verdadero vaquero. Él sabía que estaba bueno y le gustaba recordármelo en momentos así.
Maldito seas, Carlos.
Marido de Carlos (7:16): Bebé, ¿crees que puedas darme un adelanto?
Marido de Carlos (7:16): Aún estoy libre 😉😉
Marido de TK está escribiendo...
Marido de TK (7:17): Tú y yo sabemos que puedes esperar.
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De Mi Corazón A Llegado
FanfictionTyler Kennedy Reyes lleva unos cortos dos meses trabajando en Arcoíris Infantil, una guardería ubicada en Austin, Texas. Su sueño siempre ha sido convertirse en padre junto a su esposo, Carlos Thomas Reyes. Sin embargo, adoptar a un niño en el conda...