vii. mucho más que mejores amigos

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Sunoo no supo en qué momento Heeseung se había desprendido de todas sus prendas, solo sabía que su boca estaba siendo follada por Lee, quien movía desenfrenado sus caderas contra rostro, engullando el miembro de este y jugueteando con su lengua el falo ajeno.

El mayor soltaba gemidos y gruñidos roncos, se notaba que estaba disfrutando de usar la boca del menor para su propio placer, los ojos de Sunoo estaban rojos, su rostro rojo e hinchado y las lágrimas caían por sus mejillas. El tamaño de Lee era un poco grande, unos veinte centímetros aproximadamente, los cuales llegaban hasta la garganta de Kim, quien se ahogaba con la intromisión en ella.

—Vamos nene~ comete todo mi pene.—Heeseung tenía en sus manos la cabellera de Sunoo, jalando de esta junto a su cabeza para obligarlo a llevar el miembro hasta lo más profundo que pudiera

Sus manos fueron a parar en la pelvis ajena, dando pequeños y suaves golpes en esta para indicar que se estaba asfixiando verdaderamente, Heeseung rio y sacó su miembro de la boca de Sunoo, quien tomaba grandes bocanadas de aire y las expulsaba, miró hacía arriba y se encontró a su mayor, acomodando sus cabellos cobrizos hacía otras y esbozando una sonrisa coqueta.

—¿Quieres que siga follando tu boquita o prefieres que te folle el culo?—Preguntó, las mejillas contrarias ardían, ¿Cómo podía preguntarle algo así como si nada?

—Y-yo bue-bueno...—Sunoo miró nervioso, Heeseung aún mantenía esa sonrisa

—Solo elije, te ahogas o te follo el culo.—No importaba que eligiera, Heeseung disfrutaría de cualquier manera follando su boca o su ano

—So-Solo házlo de un-una vez.—Sunoo se dió vuelta y se colocó en cuatro, escucho una risa ronca y leve por parte del mayor

—Buen chico.—Lee acarició los glúteos ajenos, abrió de estos y se encontró con él orificio, este estaba rojo y maltratado por el juguete y antes de eso, sus dedos

—No voy a ser gentil contigo hoy, si te cupieron treinta y cinco centímetros, ¿Por qué no te cabría mi pene sin ningún problema?—Heeseung alineó su miembro entre ambos glúteos

No dijo nada previo, solo ingresó sin ningún aviso y como respuesta obtuvo un grito agudo por parte de Kim, quien llevo a su boca la almohada que se encontraba sobre la cama.

—¿No te gusta que los demás se enteren que eres una perra?, bueno, te tengo un pequeño regalo para ese problema.—Heeseung tomó una de las pocas cajas que ya se encontraban aún en la cama

Está vez fue él quien abrió de esta, Sunoo miró de reojo y se dió cuenta que era una mordaza, quería callar sus gemidos pero no por todo el tiempo.

—Te la voy a colocar, si intentas quitartela voy a morderte el cuello.—Heeseung procedió a colocar de esta en los labios de Sunoo

Sus gemidos fueron callados abruptamente por el juguete, Heeseung comenzó a mover sus caderas con repentina fuerza y rapidez, dejando así escuchar intentos de gritos y gemidos. El sonido de amabas pieles sudorosas chocar causaba un ambiente eufórico y erótico, Heeseung tiró de los cabellos ajenos y obligó a Sunoo a levantar la vista, ambos conectaron sus miradas y Heeseung solo pudo sonreír.

—¿Sabías que muchas veces fantasee con tenerte así?, en cuatro, solo para mí.—Heeseung dejó recaer su cuerpo sobre Sunoo, quien mantenía estático aún su cuerpo, cargando con el peso extra

—El hecho de imaginar que podrías entregarte a otro hombre me enfermaba bastante, oh cariño~, me siento tan orgulloso de ser el primero y el último en follar este hermoso culo.—Heeseung llevó sus manos a los glúteos y comenzó a apretar de estos con fuerza, dejando así marcas rojas en ellos

REGALOS ; HEESUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora