Recuerdos del pasado.

230 34 84
                                    

"Mi pasado, cargado de arrepentimiento, se desliza en mis pesadillas, donde el dolor y la tristeza nunca dejan de resonar."

Mientras Neptuno y Urano disfrutaban de una tarde animada en el parque de diversiones, X permanecía profundamente sumido en un sueño inquieto. Su cuerpo, cubierto de un sudor frío, se agitaba mientras pronunciaba entre dientes palabras inconexas, atrapado en lo que parecía ser una pesadilla. ¿Pero qué lo atormentaba? La respuesta era más evidente de lo que parecía, pues aquella pesadilla no era nueva; su mente volvía a recorrer el mismo sendero oscuro una y otra vez. Los fantasmas de su pasado, uno que se negaba a desvanecerse a pesar de sus esfuerzos, lo acechaban incluso en el descanso, como una sombra de la que no podía escapar. Qué trágico.

X comenzó a murmurar, su ceño fruncido en señal de profundo malestar, hasta que de repente, un desgarrador "¡No!" escapó de sus labios, rasgando el silencio de la habitación. Se incorporó de golpe, respirando de manera entrecortada, con el rostro marcado por el miedo. Las lágrimas que se acumulaban en sus ojos amenazaban con deslizarse por sus mejillas, pero él se negó a dejarlas caer. Con un movimiento rápido, llevó las manos a su rostro y las limpió con firmeza. Sin perder tiempo, se levantó de la cama y se dirigió al baño, donde se lavó el rostro con agua fría en un intento de calmarse. Al regresar, se dejó caer pesadamente sobre la cama, todavía agitado.

X permaneció en silencio, sus ojos fijos en el techo de la habitación, sin pronunciar una sola palabra, como si las sombras de su mente fueran demasiado densas para ser desechas con un simple suspiro.

Estaba harto de revivir la misma pesadilla una y otra vez, aunque con el tiempo se había acostumbrado a su presencia, como quien se resigna a una compañía indeseada. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, deseaba desesperadamente que todo aquello terminara. Con un suspiro, volvió a cerrar los ojos y, en cuestión de segundos, el agotamiento lo arrastró de nuevo al sueño.

Ahora bien, es probable que te preguntes: ¿cuál es esa pesadilla que lo atormenta cada noche? A continuación, te contaré la historia de su pasado, y la razón por la cual su relación con Saturno se tornó tan amarga.

Muchos años atrás, X no era más que un joven lleno de energía y optimismo, siempre dispuesto a contribuir con ideas frescas y soluciones innovadoras. En una ocasión, se encontraba en una reunión importante junto a Júpiter, Saturno y el Sol. Aquellos cuatro formaban un equipo unido, trabajando en perfecta armonía para la empresa del Sol. Mientras el grupo discutía sobre los planes laborales, X ofrecía sugerencias que, en su mayoría, eran bien recibidas por el Sol. Júpiter sonreía cálidamente ante cada intervención, mientras Saturno, siempre bromista, no perdía oportunidad de hacer algún comentario juguetón sobre sus ideas. A pesar de las pequeñas bromas, el ambiente era de camaradería, y el Sol los miraba con orgullo, considerándolos más que empleados, casi como hijos.

Cuando la reunión llegó a su fin, todos se dispusieron a marcharse, excepto X, que permanecía en la sala recogiendo sus cosas. Justo cuando estaba a punto de irse, el Sol lo detuvo con una leve sonrisa, invitándolo a sentarse nuevamente.

—Hay algo importante de lo que debo hablar contigo —dijo el Sol, manteniendo su habitual expresión calmada pero con un leve matiz de seriedad.

X, intrigado, se sentó de nuevo, observando cómo el Sol guardaba un momento de silencio antes de continuar. Finalmente, el Sol sonrió.

—Tengo un trabajo especial para ti —anunció, sus ojos brillando con confianza mientras observaba a X—. Espero que puedas aceptarlo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 10 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi única inspiraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora