Oh no, i'm falling in love

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Alex POV:

No sé cómo comenzar. La tarde era perfecta, la luz del sol bañaba la ciudad en tonos rojizos, rosas y dorados, y yo iba caminando junto a Mia. Su mirada perdida en el horizonte me hacía sentir un torbellino de emociones. Ella se veía hermosa, y aunque sabía que no debería, no podía evitar pensar que era más tierna y delicada que Alison.

La lucha interna era abrumadora. ¿Era correcto querer a alguien mientras estaba con otra persona? No, la respuesta era clara: no podía mandar al amor. Pero a veces, un día amabas a alguien y al siguiente a otra persona. Y en este momento, era Mia quien ocupaba mis pensamientos. Se que soy un idiota al pensar eso de Alison y de Mía... Pero que es lo que se puede hacer, pues no mucho ¿Saben?

Y esto parece el clásico cliché del triángulo amoroso de cualquier libro de novela adolescente.

Solo veía a Mía. Mirada pérdida y, su cara que tenía un color dorado por el atardecer, pero algo llamo mi atención. Y que fue lo que se me ocurrió hacer.

Exacto, molestarla. Con ella no tengo mejor cosa que hacer pero, necesito arreglar cosas con ella y Alison

-Oye, ¿me lo puedes devolver? -dijo, refiriéndose al audífono que le había quitado de su oído.

-¡Álex! ... ya basta -respondió, intentando alcanzarlo. Me reí, disfrutando de ese pequeño juego entre nosotros.

-¿Swift? No está mal, ¿sabes? -le dije, bromeando para provocarla.

-¿En serio? -preguntó, sus ojos entrecerrándose.

-Sí, pero estoy de acuerdo en que Beyoncé se merecía el MTV -continué, disfrutando de la expresión indignada en su rostro.

-¿Cómo te atreves? -fingió ofenderse, colocando una mano en su pecho.

-Que no estemos en la escuela no significa que te deje de molestar -dije, riendo. Disfrutaba cada momento a su lado, aunque no podía dejar de pensar en Alison.

Mientras caminábamos, la pregunta sobre Alison surgió en mi mente.

-Oye, ¿qué pasó contigo y con Alison? Sin ofender, pero tengo curiosidad.

Mia tomó un suspiro profundo, como si estuviera tratando de reunir valor.

-Bueno... Después de que te fuiste -comenzó, bajando la mirada-, quería hablar con ella. Me insulto diciéndome 'celosa' y... Que si de verdad me importaba su amistad la dejara en paz y tranquila. Me molestaba la idea de que pudiera estar contigo, pero ahora veo lo que ella vio en ti.

-¿Y qué es eso? -inquirí, aunque ya sabía la respuesta. Ella me lo había dicho varias veces.

-Que eres divertido y tienes un buen corazón, pero... Eso no dejo de significar que me molestabas y... -su voz se desvaneció, llenando el aire de tensión.

-Pero... ¿es suficiente? -pregunté, deseando que no fuera así. No quería que Mia pensara que estaba compitiendo por ella.

Mia se detuvo y se volvió hacia mí, sus ojos reflejando una lucha interna. -Es solo que no puedo hacerle esto a Alison. Ella se preocupa por ti. Eres un buen chico y que ella te quiera y te deseé es algo... Que yo lo haga... Es una traición imperdonable

Mi pecho se apretó. Había pasado tiempo tratando de entender mis propios sentimientos, y ahora sabía que quería estar con Mia. Pero lo que estaba en juego era complicado.

-No quiero que esto te cause problemas -dije, buscando sus ojos.

-Alex, yo...

En ese momento, el sonido de un gato me interrumpió. Cuppy, mi gato, salió de casa y se acercó a nosotros, rompiendo la tensión que había crecido entre nosotros.

-Oh, mira, aquí viene Cuppy -dije, intentando aligerar el ambiente.

Mia se agachó y acarició a Cuppy, y en un instante, su risa iluminó el momento. -Parece que le caí bien, y eso es raro de los gatos, no siempre se vuelven sociables al instante.

-Siempre ha tenido un buen instinto -respondí, sonriendo.

Llegamos a mi casa, y el ambiente seguía ligero. Me senté con Mia, ofreciéndole una taza de té.

-Gracias, no tenías que molestarte -dijo, pero yo sabía que quería que estuviera allí.

-No eres una molestia. Siempre me has agradado, a pesar de que nuestra relación empezó de una manera extraña.

Mia soltó una pequeña risa. -Sí, ven, Cuppy.Los animales me dejan tener contacto con ellos. Es como un talento oculto. Y algo muy chistoso de mí

-Lo he notado -dije, sintiendo que la conversación se movía hacia un lugar más cómodo.

Entonces, decidí que debía ser honesto. -Sabes, he estado pensando en terminar con Alison... Aunque solo durará menos de un mes

Ella se quedó en silencio, observándome con una mezcla de sorpresa y preocupación. -¿Pero por qué?

-Porque, sinceramente, he dejado de sentir lo mismo. Lo que siento por... -me detuve, sintiendo que la situación se volvía peligrosa-. Lo que siento...es diferente, y no es lo mismo. Pero no quiero que esto afecte a Alison.

Mia bajó la mirada, mordiéndose el labio. -No sé qué decir. Esto es complicado. ¿Pero de verdad es lo que quieres?

No supe que contestarle. Mi mundo daba vueltas a mi alrededor y esto es una lucha interna que no todos soportan y se demoran y, ni siquiera se cómo sigo de pie en esta situación, pero ¿de verdad? Siempre el plan fue acercarme a sus amigas para estar con ella... De repente regresé a mi realidad

-Solo quiero que sepas que estoy aquí para ti, sin importar lo que decidas. Solo necesito saber que estás bien -me dijo la chica que estaba a mi lado-.

El aire entre nosotros era denso con la tensión no resuelta. Mientras hablábamos, el sol comenzaba a ocultarse, y la luz dorada iluminaba nuestros rostros. A pesar de la incertidumbre, había una chispa de conexión en el aire. Pero en lugar de confesar lo que realmente sentíamos, decidimos mantener el momento ligero.

-Quizás deberíamos tomarnos un tiempo para pensar en todo esto -sugerí, sintiéndome aliviado por no haber cruzado esa línea.

-Sí, creo que eso sería lo mejor -respondió Mia, asintiendo.

Mientras nos alejábamos, sentí que había dado un paso importante. La tormenta en mi corazón comenzaba a calmarse, y aunque sabía que el camino por delante sería complicado, estaba listo para enfrentar la verdad sin hacerle daño a nadie.

⋆Don't blame me⋆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora