Arruinado |KOOKGI|

✈︎20

A Yoongi le gustaría decir que hizo algo productivo con su tiempo después de que Jungkook se fue, pero eso sería una mentira.

Le gustaría decir que hizo un esfuerzo por ser sociable, pero  eso también sería una mentira. No, prácticamente vivía en su habitación de hotel y era la definición de un adicto a la televisión. No habló con nadie, porque ignoró las llamadas de su tía y nadie más lo llamó.

Nunca había sido más evidente que no tenía amigos. Todos sus amigos siempre habían sido más de Yeri que de él. Con ella fuera, claramente a ninguno de ellos le importaba lo suficiente Yoongi como para enviarle un mensaje de texto, y mucho menos llamarlo.

Puedes llamarlos tú mismo, dijo la voz sardónica de Jungkook en su cabeza.

Yoongi gimió y se tapó la cara con un brazo. Incluso su voz interior sonaba como la de Jungkook en estos días. Estaba desesperado.

El tono de llamada de su teléfono lo hizo estremecerse. Yoongi suspiró, pensando que probablemente era tía Jiyu de nuevo. Sacó el teléfono del bolsillo y miró el identificador de llamadas, por si acaso.

Era Seojun.

Después de un momento de vacilación, respondió.

—Hola, —dijo Seojun, su voz un poco tensa.

—Hola.  

—Um, ¿cómo estás?

Yoongi arqueó las cejas. ¿De verdad?

—Estoy bien, gracias —dijo.

Una pausa.

—Has estado ausente sin permiso, amigo —dijo Seojun por fin, respondiendo a su pregunta no formulada.

—Estoy disfrutando de un poco de paz y tranquilidad, —dijo Yoongi. —¿Hay alguna razón por la que me estás llamando? —No me llamarías si no necesitaras algo de mí.

—Uh, sí —dijo Seojun, su tono vacilante.

Yoongi sonrió amargamente.

—Ian Caldwell ha despertado de su coma, —dijo Seojun.

Yoongi miró al techo, completamente indiferente a la noticia.

—¿Y? ¿Qué quieres?

—A Minho le gustaría recibir tu consejo sobre cómo proceder, —dijo Seojun.

Yoongi resopló, escéptico.

—¿Lo hace? ¿Desde cuándo?  

—Está bien, no, pero sabes lo orgulloso que es—. Seojun sonaba cariñoso y un poco exasperado. —Sé que se siente culpable por llevar a la empresa a este lío y está decidido a arreglar todo él mismo, aunque está fuera de su área de especialización.

Eso sonaba más a Minho Park. Un fanático del control. Un idiota arrogante.

—Me temo que no podrá aplastar a Caldwell con la fuerza de su personalidad, —dijo Yoongi, muy secamente. —Tuve el placer  de tratar con Caldwell hace unos años. Es tan asertivo como Minho.

—Lo sé. —Seojun suspiró. —Por eso necesito que hagas entrar en razón a Minho. Ha estado hablando con algunos abogados. Por favor, dile a Minho que debería intentar hacer las paces con el tipo en lugar de ir a la guerra con él.

—¿Por qué yo? Seguro que a él le importa más tu opinión que la mía.

—Sí, —dijo Seojun. —Pero confía en tu experiencia en este asunto. Él confía en ti para dirigir bien la empresa. Él sabe lo capaz que eres.