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A veces, Seojun realmente odiaba tener que actuar como mediador. Ser el paciente. El razonable.

Suavizar los duros bordes de Minho no se había vuelto más fácil en los seis años que habían estado juntos. Sin embargo, no estaba siendo del todo justo: Minho se había suavizado un poco. No era el idiota insufrible y mandón que había sido una vez, la mayor parte del tiempo. El problema era que todavía había ocasiones en que Minho recaía en sus viejas costumbres y el imbécil arrogante del que Seojun se había enamorado hacía tantos años estaba de vuelta, para irritación de Seojun.

Dios, amaba a este hombre, pero todavía había momentos en que el comportamiento de Minho le hacía poner los ojos en blanco, suspirar y negar con la cabeza.

Caso en cuestión: Yoongi y la falta de voluntad de Minho para pedir su ayuda.

-El orgullo es un pecado, ya sabes, -murmuró Seojun, con la cabeza en el hombro de Minho. Podría haber estado molesto con su esposo en este momento, pero aún quería abrazarlo.

Para su crédito, Minho no fingió no entenderlo.

-¿Lo es? Ser pecador no me molesta-. Sus ojos permanecieron en su tablet, su mano acariciando el brazo de Seojun distraídamente. No tenía derecho a sentirse tan bien.

-Necesitas su ayuda, -presionó Seojun, tratando de concentrarse en la conversación en lugar de la agradable sensación que se extendía por su cuerpo por el toque de Minho. - Ahora que Caldwell ha vuelto de Inglaterra, es hora de finalmente enterrar el hacha. Por el bien de Bae. Sabes que el pobre se siente atrapado entre nosotros.

Los labios de Minho se curvaron un poco.

-Entonces, tal vez el niño no debería haberse acostado con el enemigo.

Seojun se rió entre dientes.

-Sabes que Caldwell tampoco me gusta, pero ahora creo que Yoongi podría tener razón. Tal vez hablar con honestidad y disculparse realmente funcione-. Al darse cuenta de la mueca de Minho, Seojun se rió de nuevo y le dio un beso en la mejilla sin afeitar. -Lo sé, lo sé: tienes alergia a disculparte y a comunicar tus pensamientos honestos, pero no seas un niño, Minho.

La mirada indiferente que le lanzó Minho le hizo sonreír.

-Mira, -dijo Seojun. -Sé que... sé que el tema no es fácil para ti, con tu padre y todo eso, pero esta es una situación que realmente se puede arreglar con una simple conversación. Hoy hablé con Bae. Dice que puede hacer que Caldwell escuche lo que tienes que decir. Será-

-Bien, -dijo Minho con irritación. -Incluso si hablo con Caldwell, ¿para qué necesito a Yoongi?

-Porque es una parte imparcial. Él estaba allí cuando rompiste el compromiso, y con tu padre y tu hermana desaparecidos, es la única persona viva que sabe por qué sucedió, y todos saben que Yoongi no es exactamente tu fan, por lo que no mentirá al respecto. Caldwell le creerá.

Minho se frotó la frente con los nudillos, luciendo como si realmente lo estuviera considerando, gracias joder.

-Estás olvidando algo, -dijo al fin. -Yoongi no está en ningún estado para ser útil. Es poco mejor que un cadáver  andante.

Seojun hizo una mueca. Eso fue un poco duro, pero desafortunadamente, no realmente inexacto.

Yoongi nunca le había gustado exactamente después de la primera impresión menos que estelar que había tenido todos esos años atrás, pero verlo moverse con indiferencia con una expresión ausente era muy inquietante. La parte desconcertante era que Yoongi parecía estar mejorando; definitivamente parecía más tranquilo en el almuerzo con el abogado de Minho hace unos meses.

Arruinado |KOOKGI|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora