Lo primero que vio Shen Yue en este nuevo mundo fue ver al prometido del anterior dueño de este cuerpo besándose con la dama de honor que resultó ser la mejor amiga del anterior Shen Yue, dos hora antes de casarse.
Y luego escucho una voz .....
[Bie...
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La rubia volvió a la habitación donde había estado, pensativa. Estaba dándole vueltas a lo que le había dicho el sistema 01406, que le había proporcionado más información acerca de la misión que debía completar.
La misión "Novia Vengativa" consistía en arruinar y hacer sufrir a las personas que habían traicionado a la dueña original de este cuerpo, es decir, su amiga y su prometido. Mientras más sufrieran esas personas, más puntos ganaría. Para medir su progreso, tenía una Barra de Sufrimiento que podía llegar hasta el 1000%. Una vez que la barra estuviera completamente llena, habría completado la misión con éxito y podría regresar a su cuerpo y su mundo.
El sistema también le proporcionaba una tienda donde podía canjear puntos de la Barra de Sufrimiento por habilidades, armas y otros objetos importantes que le facilitarían la misión. Sin embargo, si necesitaba recurrir a la tienda, perdería puntos, lo que alargaría su estancia en este mundo.
Lo complicado era que este mundo estaba a punto de colapsar debido a un apocalipsis zombie que sucedería en menos de una hora.
Shen Yue suspiró, exhausta por la cantidad de información que estaba procesando, cuando de repente alguien llamó a la puerta de su habitación.
La rubia se arregló rápidamente, alisando su vestido de novia para que quedara impecable, tratando de ocultar cualquier señal de que había estado caminando con él. Tomó aire y, con un grito firme, dijo: — ¡Adelante! —
Un hombre entró.
Era tan guapo que parecía haber salido directamente de una portada de revista. Su cabello rubio, brillaba con un tono dorado bajo la luz, enmarcando su rostro de rasgos definidos y armoniosos. Sus ojos azules, profundos y penetrantes, atrapaban la atención de cualquiera, irradiando una mezcla de confianza y misterio. El traje que vestía, resaltaba su figura esbelta y atlética, ajustándose con precisión a sus anchos hombros y cintura delgada. Cada uno de sus movimientos desprendía una elegancia natural, como si la perfección formara parte de su rutina diaria.
El hombre sostenía un hermoso ramo de flores en las manos. Apenas entró, anunció con voz calmada: — Señorita Shen, su ramo de flores ha llegado —
La rubia asintió, aún un poco distraída por sus pensamientos. Tenía tantas cosas que hacer antes de que llegara el apocalipsis zombi: encontrar refugio, comida, y planificar su próxima jugada. No podía abandonar este lugar de inmediato, ya que había planeado escapar en plena boda para crear un efecto dramático. Quería que su prometido sufriera al ser abandonado en el altar, y eso sin duda le sumaría puntos a su Barra de Sufrimiento. Sin embargo, si escapaba ahora, perdería la oportunidad de recolectar suministros esenciales para sobrevivir.
— Muchas gracias... mmm... — empezó a agradecer, dándose cuenta de que no sabía el nombre del joven. — ¿Cómo te llamas? — preguntó curiosa.