En el Reino de Fuego Lalisa la princesa del reino juega en el lago, viendo pasar los peces de colores, el sol es abrazador, casi no hay viento, pero para los miembros del reino ese no es problema, disfrutan más del cálido verano eterno.
Su padre el Rey Hoseok está encantado con su única hija, siendo casi una adulta, Lalisa es entrenaba para ser la sucesora al trono. Claro que en sus ratos libres se escapa a lo más lejano del reino para admirar desde las altas montañas el manto blanco que se veía a lo lejos. El reino de hielo, algo tiene aquel reino que Lalisa siente la intriga por saber qué hay más haya, no le teme al frío, pues piensa que con su calor podrá sobrevivir a ese frío lugar.
-Otra vez aquí? -La dulce voz de su mejor amiga saca a Lisa de sus pensamientos
-Me sentía atrapada, papá está cada vez más nervioso, dice que mi sucesión está cerca y ya sabes, no reniego de ello pero antes de poder subir al trono y anclarme a este lugar para siempre, quisiera conocer el reino de hielo.
-Sabes que no es posible Lisa. Moriríamos congeladas y además no sabemos qué hay ahí, quizá sea un lugar inhabitable.
-No lo creo Rosie, yo se que ahí también hay vida, se ve demasiado hermoso desde la lejanía como para que nadie disfrute de su belleza de cerca.
Y Lalisa tenía razón el reino de hielo era frío pero cálido para sus habitantes, ahí el rey Kim Taehyung llevabas las riendas con mano firme, solo pues aun no encontraba a la dama perfecta para reinar a su lado. Su pasatiempo favorito era al anochecer cuando el frío era más intenso y algunos copos de nieve danzaban en el aire, cuando la luna brillaba tan intensamente y las estrellas iluminaban el cielo, ese era su momento favorito para subir a la montaña más alta y admirar desde ahí como la neblina cubría al reino de fuego.
Las semanas pasaban y con ellas la cálida sensación en el pecho de Lalisa, por encontrar un momento para escapar al reino de hielo, no quería ponerse en riesgo claro que no, pero tampoco quería quedarse con la duda, con El Paso de los días Lalisa se iba acercando más y más a la frontera, comprobando que mientras más cerca estaba más frío hacía y ayer por la noche logro llegar más haya, comprobando que tan solo los dividía una fría hielera, hielo… Lalisa lo tocó con la punta de sus dedos, complacida y admirada al sentir aquella textura tan particular, hoy cruzaría.
Esperaría a que todos estuvieran dormidos para poder atravesar, el bloque de hielo en el suelo no se veía tan extenso quizá unos 50 metros y se adentráis a un bosque blanco.
Los guardias habían alertado al Rey Taehyung, diciéndole que había moviente extraño en la frontera con el reino de fuego, pero como tenían prohibido atravesar más haya del bosque blanco, lo mejor era alertar al Rey Kim, para que el atravesara el frío bosque con sus guardias personales.
La neblina era demasiado densas, y el frío casi insoportable, pero aun así Lalisa no se detuvo en seguir con su recorrido, ya había atravesado el bloque de hielo, ahora estaba caminando por el oscuro bosque del reino de hielo.
-Sigan por la derecha y ustedes por la izquierda, no atraviesen el río congelado, solo verifiquen que no haya algún intruso, yo iré derecho. -El Rey Taehyung dio la orden a sus guardias de confianza, apenas eran uno 6 los más capacitados para la tarea, así que son más se distribuyeron para buscar al intruso.
Taehyung escucho las fuertes pisadas en la nieve, eran pesadas y luego un jadeo de cansancio lo alertó más.
Lalisa ya no sentía sus pies, se estaba arrepintiendo tanto de haber cruzado y ahora no tenía idea de como regresar, sus ojitos se llenaron de lágrimas y su piel blanca ahora estaba rojiza por el frío, la capa que traía no era tan cálida, pues en su reino no necesitaban abrigo.
-Quien anda ahi? Muéstrese ahora y tendré piedad
Una voz fuerte y profunda puso los sentidos de Lisa en alerta, trato de correr lo más que pudo, fracasando pues sus piernas ya no daban para más, Taehyung al escuchar el jadeo y luego el golpe seco en la nieve fue de prisa al lugar donde provenía y ahí en medio de la nieve, bio por primera vez a la hermosa pelirrubia.
-Se encuentra bien? Que hace usted aquí? Dios está helada… -Taehyung se agacho a verificar que Lisa estuviera bien encontrándola casi congelada con los labios amoratados y sus dientes chirriantes, su cabello y sus pestañas estaban cubiertas por una fina capa de nieve.
-Yo lo siento, no debí…
-Taehyung la cargo en brazos y la llevo a una zona más cálida, dentro del reino de hielo del lado oeste de la frontera había un gran salón que anteriormente se utilizaba para reuniones con el reino de fuego, era un lugar neutro y templado en donde no hacía ni demasiado frío ni demasiado calor. Apenas entró con Lalisa la colocó en el sillón polvoriento que estaba ahí. Busco en las demás puertas del salón encontrando algunas velas y un encendedor que por fortuna aun servía, se quitó su capa de piel de oso y se la colocó a Lalisa poniendo algunas velas cerca.
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-Gracias… La pelirrubia se acomodó mejor en el sillon con Taehyung a su lado, abrazándola por los hombros para darle un poco más de calor, no sabían siquiera sus nombres pero ese fue el inicio de una serie de escapadas a ese lugar.
Casi todas las noches Lalisa cruzaba a la frontera para ir a aquel salón vacío en el que su ahora -amado- Taehyung la esperaba.
Compartiendo noches enteras en aquel lugar, Taehyung le enseñó a Lalisa cuanto podía disfrutar cuando nadie los ve, escondidos en aquel salón, bailando como si fueran la luna y el sol, sabiendo que por su naturaleza jamás podrían estar juntos.
-Te amo, y jamás me cansaré de decírtelo una y otra vez, soy tan afortunado de poder tocar tus cabellos como el sol y besar tus labios cálidos como atardecer
-Y yo te amo más Tae, te juro que moriré el día que ya no pueda pasar las noches junto a ti y bailar a escondidas en este salón que encontramos, se que no podremos estar juntos como quisiéramos pero te prometo que cuando nadie nos ve en este salón yo seré tuya siempre.
El Rey de hielo y ahora la Reina de fuego se han amado por más de diez años, reinando por separado pero amándose cuando nadie los ve….
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