Marry my husband (JENLISA)

Capítulo 149: Bae Hee-sook contra Cha Young-nam

No sé cuánto tiempo me llevó llegar a casa, ni cómo pagué el taxi. Jennie entró por la puerta principal, secándose la cara con unos pañuelos de papel que el taxista le dio junto con el cambio.

El tejido, que no se había recogido durante unos minutos, estaba tan empapado que casi se estaba derritiendo.

"¡Me encanta, me encanta!"

Fang salió corriendo y vio a Jennie llorando y se detuvo frente a la puerta del medio.

"Por qué, por qué, por qué ... ... . "

"Pang-ga".

A pesar de que su visión estaba borrosa por las lágrimas, Pang era tan adorable que se rió.

"Vamos."

"Oh Dios mío."

Jennie se puso en cuclillas en el pasillo frente a la puerta principal y abrazó a Pang con fuerza. Aun así, el vestido manchado y arrugado se ensució aún más con la piel de gato. Ya no tengo una madre para verme bonita, así que no importaba.

"Lo siento. ¿Estás sorprendido?"

Incluso si enterré mi rostro en mi suave pelaje, e incluso inhalé el olor a panqueques, las lágrimas no se detuvieron. Jennie movió los labios hacia adentro y los mordió. Sabía apestoso.

"UH Huh... ... . pueblo... ... . "

Finalmente, después de los gritos que se filtraban, las palabras que habían sido empaquetadas como glóbulos rojos en mi pecho se derramaron sin dudarlo.

"Soy una mala perra. fui estúpido. Todo, todo, lo sabía todo. Yo sabía... ... . Negro, Fang. Pero, para mí, para mi madre, para mí, para mí ... ... . "

La joven Jennie nunca habló de su madre. quien lo hizo Lo supe instintivamente. Mamá ya no volverá y hablar de ella lastimará a papá y a la abuela.

"Fue tan bueno para mí tener una madre también ... ... . "

Entonces, tal vez fue incluso peor. No pude decirlo y se amontonó en mi pecho.

"Oooh."

Una cosa cálida y dura lamió el rostro de Jennie.

"Oh, oh, oh".

Fue como decirle que no llorara. O tal vez estaba diciendo que podía llorar.

El abrigo de piel de mamá era suave. Cuando soplaba el viento, olía a perfume añejo.

Era un palmo más bajo que Jennie, y mientras caminaba con los brazos cruzados, podía ver cabello gris en las raíces de su cabello teñido. Una voz un poco ronca y un dialecto amistoso iban bien juntos. Con esa voz, mi hija gritó.

Jennie abrió su teléfono celular y presionó la guía telefónica. Con dedos temblorosos, encontró su número y lo borró. Enjugándome las lágrimas varias veces, borré el registro de llamadas y los mensajes que intercambiaba con mi madre uno por uno.

Lo eliminé para que solo quedara uno.

[Hija, te amo.]

"... ... mamá."

[¿Estas seguro que quieres borrarlo?]

"Hola... ... . "

Traté de presionar el botón OK, pero mi corazón se apretó.

Odiarlo, odiarlo, odiarlo, odiarlo de nuevo.

Un hombre que traicionó a su familia por el dinero y los hombres, vino a visitar a su hija que fue abandonada por ese dinero y los hombres, y finalmente le clavó otro clavo en el pecho. Aunque sabía que él era una persona así, me odiaba por ser feliz con un trozo de dalgona barata, así que mi corazón se rompió como un trapo.