4: Nueve digitos

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— De verdad lo siento muchísimo — se descoloco Beatriz — pero ¿ has visto su cara ? Se quería morir de disgusto , claro es que eres bonita , tía — sentí como mis mejillas se sonrojaron un poco — pero bueno lo importante es que ha quedado de puta madre

— ¿ Tu crees ? — dije interrogante

— Marcela — me sonrió — no te conozco pero eres la mejor , tía

— Espero el karma me lo devuelva

— El Karma no , pero si te gusta la comida vegana conozco un lugar aquí cerca — dijo  — y tengo para dos platos   ¿ has cenado

—  Si Beatriz  pero enserio no pareces vegana

— Yo no , Nicolás si

No me imagine nada , quizá por eso , que me llevará a un lugar semicallejero donde vendían croquetas de quinua estilo coreano durante toda la madrugada  , me pareció una fantasía , joder , olía de vicio  y tenía hambre ¿ había comido algo en todo el día ? No , lo último que había comido había sido la noche anterior al volver de la borrachera con Patricia y comerme un pan con mermelada de frambuesa ligth , joder había pasado casi veinte horas sin comer nada , escogí unas croquetas con espinaca y ella con aceituna , mientras caminábamos se me subieron los colores .

— ¿ Que estoy haciendo ? — me dije mientras le daba un mordisco a una de las croquetas  acompañando de una risa nerviosa

— Cenar — contestó con sencillez

— Pero si no te conozco de nada

— Tranqui — dijo ella bajándose las gafas — es una cena sin compromiso , además está súper barata la puedes creer ¿ acaso no son las mejores croquetas de quinoa que has probado ?

— No , las mejores están en Le Noir. Hay uno que era bañado con salsa de bacalao y amaranto

—¿ y con que la tomas ? ¿ con vino ?

— Con champán ; eso le va bastante bien.¿ sabes que el vino no es el mejor trago del mundo ?

— No se , en Instagram me tienen mucha fe

— No te hacía consumidora de Instagram

— Bueno , consumidora , no se si soy

— oye , Beatriz ¿ y el móvil de mi amiga ?

— No se , yo te lo di dentro — señaló en dirección al bar

— Joder , me lo deje encima de la barra — suspire

— No pasa nada , Nicolás lo estará custodiando

En mi mano , la porción de croquetas a medio comer dentro de una bolsita de papel que ya grasienta casi dejaba a la vista su contenido . En frente de mi ella , a la que había conocido hace ¿cuanto ?¿ quince minutos ? La noche anterior no contaba , y yo no era una de esas personas que las conversaciones con desconocidos fuera del ambiente adecuado no les costaba trabajo , pero ahí estaba charlando con ella , mientras comía y me reía ¿ que te estaba pasando Marcela Valencia ? .

— Yo me tengo que ir — le dije

— Uhm — Le dio otro bocado a su porción y señaló la calle por la que teníamos que seguir andado para volver — venga , te acompaño

No dijimos nada durante el resto del paseo. Bueno no dijimos nada en voz alta , por que en realidad yo no dejé de hablar dentro de mi cabeza, no dejaba de reprenderme. No había hecho nada malo , ya lo sabía pero ... ¿ donde estaba eso de sentirme cómoda solo con mi gente , en mi círculo , en lo conocido ? si se que Armando antes de ser mi pareja , fue alguien que conocí en un patio de juegos pero era diferente éramos unos niños y nuestros padres eran amigos . Todo era raro ... y lo más raro era que en el fondo , no me sentía incómoda , desde que me separé de Armando mi cabeza había estado llena de mierda , casi que no había ido a trabajar y el imperio hotelero de los valencia me había propuesto ir de viaje como vacación pero ese ratito había sido ... no se ; agradable .

La mire andaba masticando y saludaba de vez en cuando saludando a diestro y siniestro a gente que entraba , salía o velaba las puertas de los gatitos . Ella también se veía cómoda , pero es que tenía pinta justo de eso ; de ser una persona todoterreno que estaba tranquila allí conmigo y lo estaría en cualquier otro lado .

— Beatriz — me escuché decir — sabes que a la larga eso no te va a funcionar ¿ verdad ?

— ¿ cómo ?

— Esa chica ... Catalina se ha ido a su casa con dudas , pero no tardará en estar segura de que te estás tomando ciertas atribuciones por ella

— No es verdad ¿ en que habíamos quedado ? Se ha puesto súper celosa , cree que he salido a una cita contigo que estoy recuperando mi vida después de que nadie me quisiera y ...

— No — negué tajante — Cuando una pareja rompe lo mejor es dejar que al menos pase el tiempo

— ¿ Lo dices por experiencia ? — me lanzo una mirada disciplente detrás de las gafas , me quede callada no sabía que responderle — Bueno , si lo dices por experiencia — Me sonrió , saludo al de seguridad del gatito donde trabajaba con un pellizco cariñoso y me sujeto la puerta — Pero te dire que cuando dejas tu a alguien , lo de darle celos no tiene mucho sentido

— ¿ Estas diciendo que yo rompí ? — le pregunte a la rizada

— Siempre la bonita es la que rompe — Puse los ojos en blanco

Frunció el ceño , pero lo hizo con una sonrisa , no obstante no llegó a calmarme ¿ De que cojones iba yo ? Cogi aire y me acerque a la barra donde seguía su amigo , intentando poner tierra de por medio entre mi súbito papel de consejera amorosa de desconocidos y mi yo real .

— Me he dejado el móvil — le expliqué al tal Nicolás antes de que Beatriz me alcanzara y volviera detrás de la barra

— ¿ Quieres tu agua ? Te la he guardado por si volvías , buena actuación por cierto

— Si , si — Baje la mirada y alcance el móvil que me tendía — Pero ya me voy

Sonrió y le ofrecí lo que quedaban de las croquetas  a Beatriz , que la tomó  sin hacerle ascos aunque estuviera bañada en salsa verde .

— Buena suerte — le deseé — y gracias por guardar el móvil de mi amiga

— A ti por tu actuación sensacional , guapa — dijo ella sonriendo , me reí y di unos pasos hacia atrás — ¿ Y si me pregunta por ti que le digo ?

— No lo sé , eres muy rara

— Espera — Beatriz se quedó parada delante de mi , visiblemente dudosa ; no dijo nada , tenía aún la bolsa de croquetas en las manos , ella se frotó la frente y luego arrugó la nariz — Esto vas a ser raro — murmuro mientras sacaba un bolígrafo del bolsillo de su pantalón y me agarraba la mano

Mire alucinada como escribía sobre ella una serie de números — ¿ que cojones haces ? — me queje

— Este es mi número , no me gusta mucho hablar por teléfono , pero llámame si necesitas hablar sobre tus ojos ; que también hablan , bueno la gente triste necesita gente aún más triste para entenderse

No supe que decirle ; yo pensaba que mis ojos no contaban nada de nada y en el caso que lo hicieran jamás imaginé que fueran a decir la palabra pena , me sentí avergonzada y que use huir pero esta vez no lo hice corriendo ni vestida de novia , me limpié una lagrima antes de que fuese evidente que me sentía mal y al dejar caer mis manos ; reparé en los garabatos escritos en mi palma , nueve dígitos .

Un cuento perfecto ( adaptación Marcetty  )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora