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❛진부한 얘기지만 누가 신경 쓰겠어? 이건 성적으로 노골적인 연애잖아❜ ────⋆ ۪ᝰ ۪ 🦋˚⋆────
Los jueves, el trabajo nunca era demasiado intenso.
La panadería estaba ubicada en un callejón en Sinchon, a solo cinco minutos a pie de la Universidad, lo que atrajo a muchos estudiantes y empleados de la universidad, quienes estaban tan enamorados de los pastelitos en la vitrina como del hombre que los hacía.
Recientemente, se había producido una afluencia de turistas que se habían topado con la pequeña tienda después de que un youtuber con muchos seguidores hubiera presentado La Petite Lune en uno de sus vídeos.
De repente, se esperaba que Juyeon fuera competente no solo en atender y responder preguntas sobre el concepto y los ingredientes de la panadería en más de un idioma, sino también en recomendar lugares que valieran la pena ver o restaurantes que valiera la pena visitar en el barrio. No estaba interesado en hacer turismo ni tenía suficiente tiempo ni dinero para probar restaurantes en Sinchon para recomendar a personas que tendían a hablar un inglés rápido y entrecortado que Juyeon tenía dificultades para entender.
Así que tendía a asentir y sonreír hasta que Jacob salía de la panadería con su delantal cubierto de harina y la sonrisa más deslumbrante en su rostro, con un olor a vainilla o algo afrutado, para tomar el control.
Aparte de eso, el trabajo era relajado.
Juyeon conocía a Jacob desde siempre. Sus madres eran primas segundas, lo que hacía que tuvieran cierta relación. Jacob y sus padres solían visitar a la familia de Juyeon en Busan casi todos los veranos cuando era más joven.
Había sido fascinante cómo, cada año, una versión diferente de Jacob los visitaba. Una versión más alta con un corte de pelo y una ropa diferentes, que soñaba con convertirse en astronauta, profesor de algo interesante como el espacio, médico, médico, médico, médico, astrofísico (después de que se dio cuenta de que no podía ver la sangre), actor.
Y cuando eso no funcionó, comenzó a vender pastelitos en línea, lo que finalmente resultó en la apertura de una pequeña tienda de pastelitos.
Después de que los estudiantes llenaron La Petite Lune durante la hora del almuerzo para tomar un refrigerio o un café, todo quedó en silencio y Jacob le dijo a Juyeon que se tomara un descanso.
El viento arrastraba vapor desde la tienda de dumplings de la esquina hasta el callejón. Las volutas de niebla pasaban junto a la ventana, acompañadas de gente que pasaba a toda prisa, figuras encorvadas con bolsas de la compra, niños que arrastraban los pies y llevaban los hombros encorvados.
Justo cuando Juyeon quería desatar su delantal negro y quitarse la boina a juego que Jacob insistió en llevar, dos personas pasaron junto a la tienda.
