CAPÍTULO IV - Adolescentes

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《Mia》

Mi nombre y el de mi hermana al juntarlos, para hacer un acrónimo; da como resultado el nombre de nuestra madre.

Amelia.

Mamá siempre me dijo que cuide de Eli, porque yo soy la mayor ya que, en su nombre primero está la letra m y después la e, incluso antes de que ella me lo dijera, yo ya hacía el papel de hermana mayor.

Mi hermana siempre ha sido una chica de espíritu libre, de no guardarse nada, muy alegre, muy emocional; ella es una chica increíble.

Se ha metido en más de un problema, del que puedo recordar; a Eli no le gusta quedarse callada.

Siempre tuve que intervenir en más de un asunto relacionado directamente con ella, eso no me molestaba; soy la mayor después de todo.

La quiero mucho; el hecho de que seamos gemelas lo hace más especial, siento una conexión muy fuerte con ella, pero al mismo tiempo siento que ella y yo somos opuestas.

A ella le gusta cantar igual que mamá, a mí no.

A ella le gusta ser sociable, a mí no.

A ella le gusta el color negro, a mí el blanco.

A ella le gusta ver películas y series, a mí me gusta leer.

A ella le gusta le gusta el helado de fresa, a mí el de menta.

Y esa lista continua; pensaba que, al ser gemelas debíamos ser iguales en todo; pero eso no es así.

Eli, es Eli.

Yo, soy yo.

Sin embargo, hay momentos donde ella debe ser como yo, y yo debo ser como ella, el mundo, la sociedad nos obliga.

Eso no me gusta, somos iguales; más no una copia de la otra.

Cuando Eli no puede, o yo no puedo con algo.

"Tú se tú, yo seré yo".

Se convirtió en nuestra frase, lo que nos permite seguir siendo como somos; iguales, pero muy diferentes.

Y esas situaciones donde no podemos, se vuelven fáciles cuando ninguna se mete en el camino de la otra, donde no oímos "Tú hermana si puede, ¿porque tú no?" "Son iguales, ¿porque tú no sabes?" "Son iguales".

No tenemos por hacer todo igual, no tenemos por qué saber las mismas cosas o gustos, solo me basta con tenerla cerca, me basta con saber que es mi hermana, que ella es parte de mí, que yo soy parte de ella.

De las pocas cosas que coincido con ella son: las malas calificaciones en matemáticas, no saber cocinar y habernos enamorado de mismo chico.

El mismo que me acaba de enviar una foto que no acabo de entender; un cuaderno abierto con la página en blanco y un lápiz.

Max: Qué opinas? 🤨

Yo: De qué? 🧐

Max: La tarea :v

Marca el mensaje de a foto enviando un punto.

Yo: Max, allí no hay nada 😐

Max: Exacto, sabía que lo entenderías, pero mi madre me dijo que me dejara de payasadas y la haga bien 😒

Comienza a sonar el tono de llamada y contesto.

—Hola, Max.

—Es tarde señorita Mia, ¿no debería estar durmiendo? —pregunta fingiendo su voz como la de un detective.

Una & mil veces más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora