Capítulo II

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Capítulo para mayores de 18.

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POV KARA

Siento completo terror corriendo por mi cuerpo. Estoy presionada contra mi auto, y la oficial de policía tiene su mano en mi vagina.

—Oh, Dios, detente— Suspiro.

No debería desear esto. No debería estar caliente por esto. ¿Qué está mal conmigo?

Siento su rostro alejarse y de repente soy dada vuelta. Estamos frente a frente de nuevo. Miro su identificación y veo el nombre Lena.

—Oficial Lena— Comienzo, pero me interrumpe.

—Sheriff Lena. Pero puedes omitir el título—

—Por favor, debe haber algún tipo de malentendido. Regresaré a mi auto y podemos fingir que esto nunca sucedió—

Se mueve hacia abajo y toma mi muñeca tan rápido que no lo veo venir, hasta que soy empujada hasta la parte trasera de mi auto. Veo que quiere llevarme hasta el otro lado donde está más oscuro, y entro en pánico.

Es una tipa baja, pero su agarre es sólido y se nota que se mantiene en forma y entrenada, así que es fuerte. Su cabello oscuro como la noche y sus ojos verdes fueron tan sexys al principio. Por un segundo pensé que podría coquetear un poco con ella, pero cuando me pidió que saliera del auto, supe que algo era diferente.

Mi instinto de luchar y luchar me atraviesa mientras me hace rodear el auto, y empujo todo cuanto puedo. Pero ella es firme, aplica presión en uno de mis nervios y no puedo hacer nada para detenerla. Nunca tuve clases de defensa personal y jamás participé en una pelea. Empiezo a gritar, pero ella lo percibe y me arrastra más cerca contra su cuerpo. Me toma del rostro e intento empujar de nuevo.

—Puedes gritar todo lo que quieras aquí fuera, dulce Kara. Nadie te oirá— Dice y me toma de la muñeca.

—¡No! ¡Ayuda! — Grito, pero ella tiene razón. No hay nadie en kilómetros y kilómetros, y nadie pasará por este camino hasta mañana. Intento aferrarme a un costado de mi auto, pero me empuja hacia el suelo y se sube encima de mí.

Oh Dios. Realmente lo hará.

Siento su caliente respiración en mi cuello y su lengua comienza a lamer mi clavícula hasta mi oreja. Huele a perfume y me avergüenza lo mucho que me gusta esa esencia oscura. Sé que sintió la humedad en mis bragas y quiero negar que es por ella. Pero no puedo.

—Maldición, sabes tan bien, dulce Kara—

—No lo hagas— Ruego y agito mis brazos y piernas. No sé qué estoy haciendo, pero tengo que intentar luchar. Estoy pateando y golpeando su pecho, y se eleva y me sonríe. Es una retorcida y malvada sonrisa que me da escalofríos por toda mi columna vertebral.

—Siempre esperé que lucharas. Me pone dura—

Una de sus manos toma mi muñeca y la clava en el suelo. Mi otra mano permanece libre y golpeo, haciendo contacto con su labio. Me arrepiento instantáneamente cuando veo la gota de sangre.

—Lo siento. No enloquezcas. No quise hacerlo. Solo déjame ir y te juro que no se lo diré a nadie—

Furia cruza por su rostro y toma mi otra muñeca, sosteniéndolas ambas con una mano.

—Solo por eso serás follada en la cuneta como la puta provocadora que eres. Quería ser amable al principio, pero tú lo has hecho. Me estás haciendo follarte en la mugre como un animal. ¿Estás feliz, Kara? ¿Era esto lo que querías? —

Pateo e intento liberarme. No puedo hacérselo fácil. Debo luchar.

Con sus rodillas separa mis piernas y baja con su mano para desabrochar su cinturón. Observo cuando saca su pene y es tan grande y duro. Es una furiosa sombra de rojo y trago con miedo y asombro. Mis ojos se agrandan ante el pensamiento de ella follándome con eso.

—Por favor— Comienzo a suplicar, pero se mueve y tapa mi boca con su mano.

—Shhh. Tú jodidamente yaces aquí y dejas que yo me encargue—

Siento su dura polla empujar contra mis bragas y grito contra su mano. Mis piernas están ampliamente separadas por sus caderas y continúa frotándose contra mí, mi delgada ropa interior es la única barrera.

—Oh, eso es, Kara, hazme luchar por mi camino hacia adentro. Puedo sentir cuan húmeda estás, y cuanto lo deseas—

Continúa empujando contra mí, y yo estoy llevando a cabo la pelea. No soy una chica que se ejercita, soy una simple maestra de primaria, así que cualquier cosa física durante más de unos pocos minutos y estoy frita.

De repente su mano se fue y se encuentra entre mis piernas, moviendo mis bragas hacia un costado así su polla puede entrar.

—No. Por favor— Intento una vez más, pero luego siento su caliente polla entrando. Su rápida entrada en mi coño es mi vergüenza. No debería estar húmeda por esto, pero lo estoy.

—Oh Kara— Gime y traba sus ojos con los míos —Lo has sentido, ¿Verdad? Sientes cuan mojada estas por mi gorda polla. Mi sucia puta perra. Te tengo clavada en una cuneta y acabo de violar tu coño, y aun así estás mojada—

Vuelvo la cabeza hacia un costado así no puede ver mi humillación.

—Puedes luchar todo lo que quieres, pero cada centímetro de tu dulce carne es mía ahora. Mía. Soy la única que hace acabar este coño—

Toma mi rostro y me hace mirarla mientras comienza a empujar dentro y fuera de mí.

—No, no nena. Mírame. ¿Sabes qué cosa es mejor que yo follándote y tú amándolo? — Pregunta y continúa deslizándose fuera y dentro de mi mojado coño —Cuando acabas en mi polla. Tu orgasmo será el verdadero regalo para mí— Dice, y la sonrisa perversa en su rostro es su promesa.

Siento el agarre en mis muñecas apretarse, mientras su otra mano baja para jugar con mi clítoris.

—¡No! — Grito, pero eso no hace nada para detenerla. Rasguea en mi clítoris y antes de que me dé cuenta, estoy en el borde del orgasmo. La vergüenza me quema.

—¿Tu conmigo, Kara? Quiero que nos corramos juntas. Así es como siempre me lo imaginé—

Estoy tan avergonzada cuando fluye líquidos de mi vagina, y siento mi orgasmo con el suyo. Siento su semen caliente desparramarse dentro de mi mientras otro orgasmo me sacude y me hace rechinar los dientes. Me niego a dejarle escuchar mi grito de placer.

Una vez que deja de correrse dentro de mí, se inclina e intenta besarme en los labios. Trato de morderla cuando se acerca, pero simplemente aferra mi barbilla.

—Me besarás apropiadamente después de hacerte el amor, o pagaras el precio—

Sin querer saber cuál es el precio, cierro mis ojos y ella presiona sus labios contra los míos. Debería odiar la sensación de ella en mí luego de esto, pero no. Sus labios llenos son suaves, casi tiernos, mientras me besa. Luego de unos segundos, se aleja y me observa amablemente.

Entonces, como si un interruptor fuera movido, se aleja y se pone de pie. Encierra su aun dura polla en sus pantalones y se arregla el uniforme. Sus rodillas y manos tienen un poco de suciedad, pero más allá de eso, luce como si nada hubiera sucedido.

Se inclina para ayudarme a erguirme y una vez que estoy sobre mis pies, me acerca a ella.

—Ahora comienza la diversión— Dice y el terror me aferra una vez más.  


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¿Qué creen que pasará? ¿Qué les va pareciendo al historia?

Como siempre errores por favor háganmelo saber. Aún no hecho la revisión así que por favor marquen los errores que encuentren.

Gracias por leer, votar y comentar.

Esperemos que nadie reporte la historia.

Y recuerden lean hasta el final.

Besos y Cuídense mucho.

Taking What's Mine (Tomando lo que es mío)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora