Taking What's Mine (Tomando lo que es mío)

Capítulo VI

Llegamos al final.

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POV KARA

Mi corazón está por salírseme del pecho. Recuerdo el claro del otro lado de los árboles cuando vinimos ayer. La esperanza se arrastra por mi pecho y pienso que puedo hacerlo. Treinta segundos no es mucho, pero soy rápida. No soy fuerte, pero soy veloz.

Miro mis pies descalzos y pienso que eso puede ser problemático, pero no me desanima de mi chance de ser libre.

-Bien- Digo con más confianza de la que siento. Me pongo de pie y camino hasta la puerta abierta de la cabaña -Treinta segundos- Confirmo y miro sobre mi hombro.

Lena empuja el tazón de huevos crudos en la encimera y se seca las manos. Alza la barbilla en asentimiento y es maldita y sexy sonrisa maligna cruza por su boca.

Asiento y vuelvo el rostro hacia afuera. Esto es todo. Mi única oportunidad de liberarme. Tomo una respiración profunda y salgo corriendo del porche.

Voy contando en mi mente mientras salgo como un rayo de la cabaña. Uno, dos, tres... mis pies sienten la grava en el camino, pero no presto atención al dolor. Empujo mis piernas tan rápido como puedo y tengo puesta mi vista en el claro.

Diez, once, doce, trece... cuando llego al borde de los árboles, mis pies chocan contra las hojas y ramas mientras mis pulmones comienzan a quemar. Adrenalina y pánico fluyen en mi cuerpo haciéndome correr más rápido de lo que creía. Veo el sol saliendo en el otro lado del borde de los árboles y siento que voy a lograrlo.

Voy a vencerla y me dejará ir.

Veinte, veintiuno, veintidós... de repente soy atrapada por detrás y arrojada contra el suelo. Cuando ella me atrapa, giramos de tal manera que es ella quien cae primero y toma la mayor parte de la caída.

Mis pulmones están en llamas, y pateo con mis piernas mientras atrapa mis brazos con los suyos.

-¡Has hecho trampa! - Grito, pero ella sólo ríe.

-Cambié de idea, dulce Kara. No te enojes- Dice levantándome del suelo -Vi cuan rápida eras y no quiero correr riesgos-

Me toma en brazos y me arroja encima de su hombro. ¿Cómo carajos es tan fuerte? Mientras me lleva de regreso a la cabaña, mi culo desudo expuesto. Intento bajarme la sudadera para cubrirme mientras me transporta, pero ella me golpea en el trasero y ríe de nuevo.

-Nena, no hay nadie en kilómetros a la redonda. ¿Crees que alguien verá lo que es mío? Jamás-

Camina dentro de la cabaña y me arroja sobre la cama. Yazgo de espalda, derrotada por mi escape. Esto no se supone que debería suceder. Se suponía que lo lograría.

Lena se sube encima de mí y me mira a los ojos -No estés tan triste, nena. Ahora debemos pasar el resto de la vida juntas- Dice con una mirada retorcida.

Se baja de la cama y limpia mis pies, poniendo medicina en todas las pequeñas heridas que obtuve en el bosque. Después de considerarme curada, vuelve a prepararme el desayuno como si nada hubiera pasado.

No puedo recordar cuantas veces me buscó anoche, pero cuando finalmente me quedé dormida, me pegué a ella. Mi cuerpo estaba tan física y mentalmente agotado, que necesité comodidad. Necesitaba de la ternura del afecto después de un día tan intenso. No sé qué pasó por mi mente, pero después de sentir lo que me hizo, y lo obsesionada que está, sabía que me iba a dar la comodidad que necesitaba. Sabía que cuando me diera la vuelta y pusiera mis brazos alrededor de ella, me aceptaría con el corazón abierto.