Love Is Lonely - Daerin

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—¿Qué harás ahora?— preguntó Hanni cuando íbamos saliendo de la última clase.

—Me quedaré, tengo que buscar unas cosas en la biblioteca— Mire a Haerin caminar al edificio de bellas artes.

—Bueno, yo me voy— suspiró —Tengo una cita.

—Uhh, con tu futuro esposo— la empuje ligeramente burlándome de ella.

—En sus sueños— puso los ojos en blanco —Haré lo posible para espantarlo y que no me quiera ver nunca en su vida.

—Esa es mi amiga— Chocamos los puños u nos despedimos. Cuando me asegure de que Hanni estaba lo suficientemente lejos me di la vuelta y caminé al edificio de bellas artes.

Se que le dije a Hanni que iría a la biblioteca, pero si le decía que iba a buscar a Haerin probablemente iba a pensar que estoy obsesionada cuando no es así, solo tengo... curiosidad.

Había pasado más de una semana desde la última vez que hablé con Haerin en ese evento aburrido. Y desde entonces empecé a notar que todos los días después de escuela, Haerin iba directo al edificio de bellas artes.

Al llegar al edificio, entré y mientras caminaba por los pasillos noté que no había nadie en las aulas, todos se habían ido ya ¿Por qué está aquí si no hay nadie?

Estuve caminando por todos los pasillos y subí varios pisos revisando cada aula. Cuando llegué al último piso juro por Dios que estuve a nada de rendirme, ya no sentía mis piernas de tantas escaleras que subí.

Estuve caminando por todo el pasillo hasta que llegué al último aula. De este se podía escuchar una melodía bastante tranquila salir de la habitación, y una linda voz tarareando la canción. Me asomé por una pequeña abertura en la puerta y la miré, ahí estaba ella. Tan tranquila pintando un cuadro mientras escuchaba música. Se veía tan feliz haciéndolo.

No sabía si era buena idea interrumpir. Si viene a aquí cuando no hay nadie es por algo. Supongo que no quiere que nadie la vea o simplemente le gusta estar sola y tranquila.

Me quedé observándola un rato, decidí no entrar a la habitación ya que no quería asustarla, pero mis planes fueron arruinado cuando me recargué demasiado en la puerta u se abrió demasiado, haciéndome entrar a la habitación de golpe y no solo eso, también fui tan tonta que tropecé y me caí raspándome la rodilla.

—Ay no— murmuré.

En cuanto puse un pie dentro de la habitación Haerin dejó de tararear la canción y se paró de su asiento tan rápido que casi tira el cuadro.

—Da.. Jihye— me senté en el suelo y sostuve mi rodilla lastimada.

—Ay, mi rodilla— chillé.

—¿Q-qué haces aquí?—Miro mi rodilla y se acercó un poco a mi —¿Estás bien?

—Lo siento, no quería asustarte.

—Ya no importa— me ayudó a levantarme y miro mi rodilla —S-siéntate, traeré algo para curar tu rodilla.

Salió de la habitación y golpee mi cabeza contra la pared.

—Tonta, tonta— me repetí a mi misma —No puedo creer lo tonta que soy. Seguro ahora piensa que estoy loca, que la sigo y estoy obsesionada con ella.

—¿Con quién hablas?— Pegue un brinco del susto.

—Con nadie.

—Siéntate— camine hacia la única silla que había ahí, la que estaba frente al cuadro que ella estaba pintando pero antes de poder ver el cuadro ella corrió y lo cubrió —Aquí no.