Estoy de camino a casa de Avril. No está muy lejos de la mia, pero tengo que subir una pedazo de cuesta para llegar.
Traigo conmigo la carpeta con los dibujos. Se los quiero dar, igual así no se enfada tanto conmigo.
Estoy por fin a su puerta.
Ahora que estoy aquí estoy algo nerviosa. No quiero perder su amistad. Por fin tengo una amiga, por fin soy buena para alguien, no estoy dispuesta a perder eso.Llamo al timbre y espero.
Ojalá no abra la puerta. Ojalá no esté en casa. Ojalá...Se abrió la puerta.
Era Avril.
Menos mal que no fue su madre, porque me habria dado aún más corte.
Tiene el pelo mojado y una toalla sobre los hombros, y está vestida bastante mona.-¿Lina? Has venido muy pronto, ¿no habíamos quedado a las 9? -me pregunta con esa voz tan tranquila que tiene.
-Sí, lo sé. Es que no voy a poder ir contigo a ver la película. -le digo con calma.
-¿En serio? -dice Avril con decepción la voz. No sabría decir si decepcionada porque no íbamos a ir a ver la película o decepcionada conmigo. -¿Y eso?
-Mi madre, que es idiota y me ha castigado por usar el ordenador. -le respondo, evitando dar detalles de la verdadera razón del castigo. Ya suficiente enfadada debe estar, si sabe que me han castigado por una estupidez como la que ha sido se enfadará más aún. -Y me ha castigado donde sabe que más me duele.
-Ah... bueno, no pasa nada. Cosas que pasan. -me responde Avril con voz tranquila, sin una pizca de enfado.
-...¿En serio? -pregunto insegura. No entiendo como puede no estar enfadada conmigo.
-Claro, no te preocupes. De hecho hey, ¿por qué no quedamos mañana? -me sugiere ella. -Podríamos dar una vuelta, o sentarnos a hablar, o lo que sea. No te ha castigado sin salir, ¿no?
-No, solo sin ir al cine hoy contigo.
-Entonces, ¿nos vemos mañana? En el parque de aquí arriba, a las 5 de la tarde. ¿Te parece bien?
Noto una sonrisa formarse en mis labios. Que si me parecía bien. No había nada que prefiriese hacer que pasar mi tarde con ella.
-¡Sí, claro! No tengo nada mejor que hacer. -respondo al momento. -Pues... nos vemos mañana. Ah sí, esto es para ti. -digo al recordar que aún no le he dado la carpeta con los dibujos. Se lo doy. -Luego cuando lo veas me dices que te parece.
-Ay muchas gracias. Ven dame un abrazo anda. -dice, y antes de que me de cuenta, estoy entre sus brazos.
Su cuerpo desprende calor, y yo la envuelvo entre los mios sin apenas pensarlo. Esa calidez... creo que nunca nadie que no fuese de mi familia había dado el paso de abrazarme. Y me encantaba esa sensación. Sus manos acariciando suavemente mi espalda... sus brazos alrededor de mi torso... Quiero atesorar este momento para siempre. Deseo poder quedarme ahí, abrazada a ella para siempre. Pero no se puede. Ella se aleja de mi, deshaciendo el abrazo.
-Bueno, pues me voy dentro. Ya mañana nos vemos, cuídate. -me dice Avril con una sonrisa en la cara.
-Sí, hasta mañana. -respondo con voz calmada.
Cierra la puerta y hasta ahí llega el encuentro.
Y estoy feliz como nunca.
Gracias, mamá. Gracias a tu castigo voy a quedar mañana con una chica encantadora.Camino de vuelta a casa y no puedo dejar de pensar en ese abrazo. Nunca me he sentido así de feliz.
Y esa sensación de calidez...
Mil pensamientos recorren mi cabeza a la vez.
¿Y si solo quería ser amable y en verdad está enfadada? ¿Y si resulta que ahora me odia? ¿Y si mañana no va al parque a la quedada?
Tomo aire.
¡Cálmate, Lina!
Avril no es una hija de puta como las que he conocido.
Es buena persona. ¡Somos amigas!
Por supuesto que vendrá.Llego a casa. Voy a ducharme, cenaré, e iré a dormirme.
Cuando lo pensé sonaba como un buen plan, pero ahora que estoy en la cama tumbada intentando dormir, no soy capaz.
No dejo de pensar en el abrazo que me dio Avril.
No aguanto más esta sensación.
Me levanto de la cama y, lentamente, me siento en mi silla. Enciendo la lámpara de noche y empiezo a dibujar.
Dibujo a Avril con distintas ropas. La dibujo dándome la mano, y, como no, abrazándome.
Ver esos dibujos me causa felicidad.
Y de repente, me surge una duda.
¿Estoy enamorada de Avril?Sí, es la única respuesta.
¿Por qué si no iba a pensar en ella día y noche, a imaginar que me abraza y me ama de todas las formas posibles, e imagino que en unos años seguimos juntas?
Estoy enamorada de ella.
Espera.
¡Mierda!
¡Estoy enamorada de ella!
Eso no está bien.
No soy homófoba y me da igual si soy lesbiana o no, pero a mis padres no les va a dar igual.
¿Y qué hago yo ahora?
...
Tras pensar un rato he decidido guardármelo. Así mis padres no se enteran y se me acabará pasando.
Mejor eso que arriesgarme a que mis padres se enfaden y me castiguen sin volver a verla. No soportaría no poder volver a verla.Vuelvo a la cama.
Definitivamente me he enamorado. Y aunque lo vaya a dejar en secreto, ese sentimiento sigue ahí, y no sé que hacer con él.
Supongo que puedo usarlo como calmante.
A veces, cuando siento cosas demasiado intensas, tengo un método para relajarme. Llevo menos de un año haciéndolo y aún no sé si lo estoy haciendo bien, pero me ayuda a calmarme así que me sirve.Tumbada en mi cama bocarriba, deslizo mi mano por mi torso hasta mi cadera y la meto por mi pantalón. Dedo anular y corazón. Empiezo a presionar un poco mi ropa interior. Tomo aire. Me siento diferente a otras veces. Quizá porque otras veces lo hago para ignorar mis preocupaciones, pero esta vez lo hago para controlar mi amor intenso. Y se siente bien porque no dejo de pensar en Avril.
¿Te imaginas que algún día en vez de a mi misma pueda hacérselo a ella?
Buah. Solo el pensamiento me emociona.
No es suficiente con un poco de presión.
Necesito más.
Entro por mi ropa interior también y empiezo a frotarme el clítoris. Así si.
Perfecto.
Avril... Avril... me gustas.
Me encantas.
Y estoy segura de que sientes lo mismo.
Ya lo veo, un futuro entero. Una boda hermosa con toda nuestra familia invitada, una casa preciosa con gatos, un viaje al centro de adopción para elegir un bebé que cuidar juntas...
Por fin veo un futuro iluminado en el que no me pudro en la soledad.
Muevo los dedos más rápido. Me tengo que contener de gemir o susurrar su nombre, si mis padres me oyen la he jodido. Muerdo mi labio inferior para no decir nada.
Avril.
Avril.
Avril.
Quiero gritar su nombre.
Avril.
Quiero otro abrazo tuyo.
Avril.
Avril.
Avril.
AVRIL
Nunca me he sentido asi.
Y me encanta. Tengo esperanza. El mundo no es tan malo con ella en él.
Noto una sacudida por dentro. Estoy cerca.
Normalmente paro cuando me siento así, pero... Avril... me deja con ganas de más.
Poco después, siento una liberación interna, como si llevase días sin ir al baño y ahora por fin hubiese liberado todo, pero mil veces mejor.
Me he quedado a gusto, y suficientemente cansada como para poder dormir sin pensar nada más.-Buenas noches, Avril. -murmuró mientras me acomodo.
No pasan ni dos minutos hasta que estoy dormida.
Y por fin, es el momento.
Estoy camino al parque que Avril me indicó.
No es un parque como tal, solo una zona verde con muchas plantas, árboles y con bancos, y no tiene juegos infantiles (aunque hace un tiempo que oigo a mis padres decir que van a poner juegos, pero parece que nadie se anima).
Me siento en el banco.
No tengo el móvil, mi madre también me castigo sin ello por... no me acuerdo ni porqué, hasta por respirar me castiga.
Pero si tengo un reloj donde veo que se acerca la hora.
Estaba tan nerviosa que he llegado 15 minutos antes.
Me he puesto un vestido bastante cuco. No soy mucho de vestidos ni faldas, que se quiten del medio si hay un pantalón. Pero quería verme bonita para Avril. Sobretodo después de todo lo que sentí anoche gracias a ella.
Ay... pensé que jamás me enamoraría, que no conocería a nadie que no fuese un puto cabrón (o una puta cabrona, ya lo acepto todo). Y aquí estoy. Esperando en un banco a que llegue la chica de mis sueños.
Y solo he tardado dos años en darme cuenta de que ella es la indicada.
Es perfecta.
Guapa, inteligente, simpática, empática, dulce...
Perfecta.
Y mientras pienso en ella, la veo acercarse.
Y cada vez que la veo está mas guapa que la anterior.
Lleva un top sin mangas con un estampado de leopardo morado, con unos pantalones cortos morados a juego y unas deportivas blancas y negras.
Ya tengo ganas de dibujarla de nuevo.
Se acerca y me saluda con un abrazo.
Ahh... esos dulces abrazos...Se sienta conmigo y empezamos a hablar. Cada palabra que sale de su boca es una bendición para mis oidos, y solo mirar a sus ojos es como estar mirando a Dios (si es que existe).
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El Amor Que Respiro
Novela Juvenil¿Qué pasa cuando tu vida da un giro completo? ¿Qué pasa cuando aparece el amor en medio de la soledad? Una historia basada en hechos reales sobre la fina línea que separa la desesperación del amor y el amor de la obsesión.