Llevo varios días quedando con Avril.
Es una rutina.
Todas las tardes vamos unas horas al parque, vemos series en sú móvil, jugamos a algo, o solo hablamos de nuestras cosas.
Por fin soy feliz.
Está siendo el puto mejor verano de mi vida.
Cada día regreso a casa sintiéndome como en una nube. Es... simplemenre maravilloso.
Y llega la noche y sigo pensando en ella y tocándome hasta cansarme y poder dormir.
He soñado con ella alguna vez también.
Y cada día me cuesta más guardarme lo que siento.
Cuando estoy con ella no puedo dejar de pensar en como deseo sentir sus labios sobre los míos, en como el único rincón en el que me siento segura es entre sus brazos, y en cuanto deseo oirla susurrarme un "Te Quiero" al oído.
Necesito decírselo.
Si no se lo digo voy a reventar.Así que he decidido que hoy es el día en que confieso mi amor.
Y estoy convencida de que ella siente lo mismo. No puede actuar como actua sin estar enamorada de mi. Lo único es que espero que no sea homófoba, pero no tiene pinta de serlo.
De todos modos, llevo horas pensando en como declararme sin decírselo yo misma. Eso es tan... típico.
Entonces recuerdo una aplicación que Avril me enseñó a usar.
Consiste en diseñar personajes y usarlos para hacer comics. Me lo enseñó porque es ahí donde diseña los personajes y atuendos que utiliza en las historias que escribe.
Bingo.
Ella me enseñó cómo se diseñan los personajes y como se hacen los comics.
¡Es perfecto!
Puedo declararme con un cómic.
Diseño a un personaje con sus características, otro con las mías, y se lo digo en el cómic.
El único problema es que sigo castigada sin móvil... bah, que más da. Seguro que está escondido dónde siempre. Es tan sencillo como llevármelo a escondidas.Acabo de avisar a mis padres de que hoy voy a quedar con Avril una hora y media antes. Es mentira, quedamos a la hora de siempre, pero así puedo irme con el móvil, quedarme en la calle en algún sitio (sentada a la sombra porque si no igual ardo viva, vaya puto calor hace), y hago el cómic mientras llega Avril.
Estoy llegando ya al parque donde solemos quedar. Menos mal que hay bancos a la sombra de los árboles. Me siento y saco el móvil. Ha sido muy sencillo sacarlo del escondite, estaba donde siempre, debajo del ordenador. Son gilipollas, en serio. Vamos a ver, si saben que tienen una hija que se sabe el escondite de su móvil y ordenador cuando la castigan, ¿por qué no se buscan otro escondite? Que yo no me quejo, mejor para mi. Pero simplemente me parece estúpido.
Me siento y empiezo a hacer el cómic. Primero los diseños. La app tiene sus limitaciones, pero los diseños han quedado bien.
Y empiezo a hacer las escenas. Captura a captura.
Era algo sencillo, mi personaje y el suyo, hablando, y el mio le dice al de Avril que le gusta.
...
No.
Vaya puta mierda.
¿Dos personajes sentados y hablando? ¿Qué coño tiene esto de divertido? ¿De entretenido? Esto no tiene ni sentimiento ni hostias.
Tengo que hacer algo que le de sentimiento.
Pero no sé el que.
...
Llevo ya pensando 15 putos minutos. Lo único que se me ocurre es que el personaje tire la silla, y se ponga a llorar en el suelo. Y... no es tan mala idea. Es decir, así notará la frustración que he sentido por guardármelo. Verá esa sensación de liberación al decírselo.
Perfecto, así si.
De hecho, vamos a darle más caña al asunto.
Mi personaje en el suelo de rodillas, llorando. Su personaje lo ve y se acerca. Y me consuela. Y entonces, por el valor que he reunido para decírselo, me dará un beso, aceptando mis sentimientos.
Y listo. Cómic acabado. Me sirve.
Pero ahora que lo pienso, ¿no es un poco contraproducente que mi personaje en la historia llore y yo esté ahí enseñándoselo tan tranquila? Bueno, mientras lo lee me forzaré a llorar un poco para que quede bien. Igual así le da pena y acepta mis sentimientos.
Es un plan perfecto, nada puede salir mal.Faltan ya solo 5 minutos.
Honestamente, estoy nerviosa.
Nunca pensé que llegaría el día en el que me enamoraría, y menos aún el día de confesárselo a la persona en cuestión.
Cuando veo películas parece una tarea sencilla que los protagonistas complican solos. Pero ahora que lo estoy viviendo, joder si es difícil.
Me estoy intentando convencer de que lo peor que puede decirme es "no", pero es que es mentira. Hay tanto que podría decir que me jodería la vida...
Podría reírse de mi, resultar ser homófoba, contárselo a todo el mundo, odiarme...
Trago saliva.
No, es mi amiga. Y me quiere. Y estoy segura de que va a corresponderme. Y aunque no lo haga, no va a odiarme. No es capaz de hacerlo.Veo como se acerca al banco donde llevo hora y media sentada.
Me saluda de lejos y la saludo de vuelta, emocionada.-¡Hola! -le digo dándole un abrazo. Ya es costumbre abrazarla cuando la veo, y aún así sigo perdiéndome en su calor con cada abrazo. Nunca le perderé el gusto.
-Buenas tardes. -me responde Avril, abrazándome de vuelta. -¿Qué tal?
-Bien, bien. -le miento. No estoy bien, estoy nerviosa. Me está empezando a doler la barriga de los nervios y todo, que asco. -¿Y tú?
Pasamos un rato hablando y haciendo el tonto, como siempre, pero al final no aguanto y saco el móvil.
-He hecho un cómic para ti. -le digo con toda la calma que puedo, abriendo la app y pasándole el móvil.
Avril lo mira con curiosidad.
Sin darme cuenta, empiezo a reirme tontamente. ¡Venga ya! Se suponía que tenía que llorar, no reírme. ¿De qué coño me estoy riendo si quiera? Es que ni siquiera entiendo de que me rio, no veo nada divertido en esta situación.
Quizá son los nervios mezclados con saber la mierda de declaración que voy a hacer. Con un puto cómic. A ver, es original. Pero es un asco.Avril me mira y se ríe.
Se está riendo de mí. Seguro. De mis sentimientos y de la mierda de cómic que he hecho.-Tía no te rías que me pongo nerviosa y me pegas la risa. -me dice Avril.
Ah.
No se ríe de mi. Se ríe de mi risa.
Me esperaba que se riera de muchas cosas, pero de mi risa honestamente no.Veo como va pasando las viñetas del cómic una a una. Joder que rápido lee. Vale que no he puesto mucho texto pero vaya velocidad.
Y por fin pasa esa viñeta, y se ve el diseño de mi personaje llorando y lanzando la silla.
Y sin tener que forzarlo, noto las lágrimas bajar desde mis ojos, resbalando de mis mejillas, hasta caer por mi barbilla.
Y yo creyendo que iba a tener que obligarme a llorar a mi misma para dar pena.
Ahora, ¿por qué lloro? No sé si por la mierda de declaración que he hecho o porque llevo engañándome todo el tiempo a mi misma diciéndome que me va a corresponder cuando sé que es mentira. Seguramente no me corresponda. Seguramente me vaya a odiar. Y sin ella no sé cómo viviré. No sé nada sin ella. Necesito que esté en mi vida. Si no, esto no es vida.Avril levanta la mirada de la pantalla. Tiene una expresión confundida en el rostro.
-Eh... esto... ¿esto en serio? -me pregunta.
No que va, es una broma. Me he arriesgado a que mis padres me pillen con el móvil cuando estoy castigada, he estado una hora y media sentada en un puto banco de piedra que ya tengo el culo cuadrado, y he estado plasmando todo lo que pienso y siento en un cómic para hacer una puta broma. Joder ¿¡cómo no va a ser en serio!?
Asiento sin decir palabra. ¿Para qué voy a hablar? ¿Para cagarla más? No gracias. Además sigo llorando, no me saldrían las palabras.
Avril deja el móvil en el banco y se acerca a mi para abrazarme.
Pero no la abrazo de vuelta.
¿Lo he arruinado...?-No llores anda... Lina, esto no es nada malo, ¿por qué lloras si quiera? -me pregunta aún abrazándome y acariciando gentilmente mi espalda.
-No quiero arruinarlo... ¡no quiero perderte! -digo entre lágrimas.
Ella se separa y me seca las lágrimas con su pulgar y me besa la frente.
Un beso.
¡UN BESO!
¡Avril me ha besado!
Vale, en la frente.
¡Pero me ha besado!
Mis lágrimas se han detenido. Ahora las que salen son de emoción.
Avril.
La chica de mis sueños.
Me ha besado la frente.
No puedo ni pensar con claridad.-Gracias por haber sido sincera conmigo. -me dice.
Respiro hondo y asiento.
Me devuelve el teléfono.
En cuanto lo tengo en mis manos borro todo el cómic.
Ya solo falta que mis padres decidan revisarlo, y vean que he hecho un cómic declarándome a una chica.
Creo que me castigarían de por vida.Estoy ya volviendo a casa.
En cuanto llegue dejaré el móvil en el escondite de mis padres y haré como si nada hubiese pasado.Pero mientras llego a casa no dejo de hacerme la misma pregunta.
¿Por qué no ha dicho nada al respecto?
¿Por qué si me ha consolado no me ha dicho que me ama?
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El Amor Que Respiro
Novela Juvenil¿Qué pasa cuando tu vida da un giro completo? ¿Qué pasa cuando aparece el amor en medio de la soledad? Una historia basada en hechos reales sobre la fina línea que separa la desesperación del amor y el amor de la obsesión.