26. drunk but in love

682 101 119
                                    

CAPITULO VEINTISÉIS:
borracha pero enamorada

maratón 3-3

🩷💌

gisse's pov

No sé cómo hicimos pero ahora estamos del orto los dos. Yo de malhumor por todo lo que sobrepense en mi cabeza y Federico porque piensa que no quiero ir al asado con él.

¿Cómo se soluciona? hablando, ¿lo voy a hacer? no, el orgullo es más grande.

A parte, se hace el estúpido y bastante raro queda que yo caiga a la juntada con sus amigos siendo prácticamente nada, ¿que somos? ¿un garche fijo? no me sirve, no es factible andar haciendo cosas de novios sin serlo, no me copa.

Eso me puso del orto también, ahora me quiero ir a la mierda pero tampoco lo quiero dejar en banda a Fede.

─¿Me podés hablar? ─lo oigo resongar, frustrado.

Estábamos en el portón de entrada que da al country cheto del Colo. Dato no menor: es el Colo Barco, ¿yo? recién me enteré que es su casa.

─Dale no jodas. ─viro mis ojos, también frustrada.

─Pero que tenés boluda, decime. ─exclama alzando la voz.

Me cruzo de brazos evitando su mirada.

─Nada. ─sentenció.

Mi estómago comienza a gruñir en señal de hambre, buenísimo lo que me faltaba.

─Sos insoportable flaca. ─dice pasándose la mano por el pelo, desordenadolo.

Inspeccionó sus movimientos sin mediar palabra, se notaba la exasperación en todo su rostro, estaba inquieto.

─Mira quien habla. ─dije sarcástica.

Federico se me queda viendo unos segundos tratando de comprender mi actitud errática. ¿Quien diría que un simple comentario puede desatar todo este enojo? es terrible.

─Ya me decis lo que te pasa. ─dice firme, justo cuándo iba a repetir el "nada" él vuelve hablar─, y no me digas que no tenes nada. Algo te pasa y me vas a contar, o sino nos quedamos toda la noche acá afuera. ─asegura sin rastro de estar jodiendo.

No me gusto el tono con el que lo dijo, no hay señal de que estuviera hablando en joda.

─Dale, arranca que te escucho.

Me muerdo la lengua sin saber cómo arrancar a decir en voz alta el choclo que tengo en la cabeza.

─Nada, me dijeron algo de vos. ─murmuro entre dientes, derrotada.

─¡Ah! ahí va. ─espeta irónico.

─Dejame hablar. ─lo fulmino con la mirada─. Dicen que sos alto gato y no me pinta nada boludo, ¿sabes lo que sufrí la última vez que me enganche con uno así? deja, ni empedo.

Se queda viéndome sin expresión alguna, temo haber metido la pata pero en ese instante no tenía otra opción que decir lo que me estaba molestando para aclarar de una vez las cosas entre nosotros, por más de que no sea el momento ni el lugar.

𝗱𝗲𝗹𝗶𝗰𝗮𝘁𝗲 » federico redondoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora