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Capítulo Tres

Yoongi limpio los platos de la cena y los puso en el estante inferior del carro. Levantó las tapas de los cuatro platos más pequeños para identificar los postres, cuando los sacó y los puso encima. Sabía que a muchos de las especie no les gustaba el chocolate y ignoro la tarta de dulce de azúcar mientras estudiaba los otros platos. Uno de ellos era una mezcla de fruta mixta apiladas sobre lo que parecía ser pastel de cabello de ángel. Los otros dos eran tarta de manzana y pastel de calabaza. Echó un vistazo a Jungkook por un momento, tratando de decidir cuál de ellos él lo disfrutaría más. Tomó el de frutas y el pastel de manzana y agarró una cuchara antes de acercarse a él.

Debía de haberlo percibido a su espalda. Se dio la vuelta y tomó la parte inferior del teléfono para silenciar su voz. —Lo siento.

— ¿Cuál?— le ofreció.

Él sonrió y aceptó el de fruta. Había acertado. Le tendió la cuchara, pero él no tenía ninguna mano libre para tomarla. Sonrió mientras sumergió la cuchara en el plato que tenía y la levantó hacia sus labios. Él sonrió en respuesta y abrió la boca.

Se dio cuenta de sus colmillos cuando deslizó suavemente la cuchara contra su lengua, evitando las puntas de los dientes. Él selló su boca alrededor de la cuchara y Yoongi de pronto se siento celoso como el infierno de ese trozo de plata con los labios envueltos alrededor de ella. Lo sacó lentamente.

Cerró los ojos mientras saboreaba a gusto, su expresión mostraba el placer puro que experimentó y gimió suavemente. Yoongi puso el otro plato en la mesa lejos de sus papeles y tomó el plato que sostenía. Abrió los ojos para mirarlo y él mantuvo su sonrisa en su lugar a pesar de la atracción que sentía hacia Jungkook. Metió la cuchara de nuevo para ofrecerle otro bocado.

—Se necesita las dos manos, — explicó en voz baja.

—Gracias — susurró.

Tomó otro bocado, tan seductor como la última, la segunda vez mantuvo su mirada en su rostro. El azul de sus ojos le fascinaba, mostraban cada vez cómo el color parecía cambiar con sus emociones.

Los parpados de forma ovalada, se habían encogido un poco, y su mirada más azul a través de sus iris exótico. Jungkook de repente rompió el contacto visual para buscar algo. Tomo un papel y lo leyó.

Sintió la pérdida de su atención y la decepción le embargo su pecho por alguna extraña razón.

Había disfrutado de ser el único foco de su atención por esos breves momentos.

—Ya lo veo. Está justo en frente de mí. Dígales que está bien, pero haz que vaya por debajo en el precio. El hecho de que ganó esa demanda no quiere decir que seamos tan estúpidos como para pasar todas las relativas a las ofertas altas. —se aclaró la garganta Jungkook. —Dígales que está llamando a otros para comparar las ofertas para el trabajo. Eso debería hacer que bajen su precio. Vaya con el número hablamos de ello y si no lo aceptan, llamaremos a otros y volveremos a abrir la contratación. Estamos listos para un presupuesto.

Yoongi le dio de comer otro bocado mientras la otra persona en el teléfono no paraba de hablar. No había alimentado a un hombre... nunca. lo disfrutó. Él dirigió otra mirada de agradecimiento, sonriéndole. Se preguntó si alguna persona lo había alimentado, esperaba que no le recordara a ella. Le dio de comer toda la fruta y la tarta hasta que el plato estuvo vacío. Devolvió el plato a la bandeja y tomo unos refrescos para que pudiera beber. Señaló hacia la mesa junto a él, sonrió y dio las gracias mientras buscaba algo en su maletín. Yoongi abrió el refresco para él y se lo dejó. Se acercó al sofa y se comió el pastel de manzana.

—Lo siento mucho por eso. — Sentándose Jungkook en el sofá junto a él unos pocos minutos más tarde después de terminar la conversación. Menos de un metro los separaba. —Gracias por la fruta. Estaba realmente buena.

152☆KookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora