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capitulo cuatro 

Jungkook abrió la boca y lamió la parte inferior de uno de sus pezones.

Yoongi se aferró a sus hombros y ligeramente clavo sus uñas a través de su piel. Sus manos se apretaron su con fuerza en su cintura, y lo empujo hacia atrás hasta que Yoongi se tumbó de espaldas sobre el colchón. Se inclinó hacia adelante y tiró de él hasta que su trasero quedo sobre el borde de la cama y su boca se abrió sobre su pezon derecho. Su lengua lo saboreaba, lamiendo y jugando con la punta. El calor se extendió a través de Yoongi por la extraña textura de la lengua. Esa era otra diferencia de la Nueva Especie. Era húmeda, caliente y un poco peligrosa, pero de la mejor manera. Sus caninos afilados acariciaban su piel, enviando una descarga de pasión por todo su cuerpo.

—Eso es un talento, — gimió.

Él se rió. —Y estoy empezando.

Sus manos se deslizaron desde sus caderas hasta el interior de sus muslos, separándolos aun más y la atrajo más cerca de sus caderas. Él encajaba cómodamente en la cuna de sus piernas. Su caliente y dura polla empujó contra su coño, se deslizó por su clítoris y Yoongi volvió a gemir. Sabía que ya estaba mojado y preparado para tenerlo dentro de él. Arqueó sus caderas hacia arriba, se frotó contra su pene y obteniendo más placer.

Él susurró en respuesta.—Fácil, — susurró.

Fácil? El hombre sabía cómo prenderle fuego. Le chupó el pezón izquierdo hasta que quería rogarle que lo follara pero él parecía decidido a infligirle más tortura. Comenzó a lamer y besar un camino por sus costillas, su vientre y el hueco de la cadera mientras retrocedía hasta que su polla no presionaba contra él más. Clavó las uñas en sus hombros, trató de arrastrarlo de vuelta, pero se negó a darse por aludido.

Se hundió hasta el lugar donde planeaba entrar, en cuando sus labios se perdieron hacia bajo y sus manos se metieron entre sus muslos separándolos más para dejar sitio a su cara. Su respiración se incrementó con la anticipación. Había pasado mucho tiempo desde que un hombre le había penetrado y no había sido bueno en eso, pero tenía la esperanza de Jungkook lo fuera. Lo soltó cuando se movido más por su cuerpo, incapaz de tocarlo más.

La mordedura de sus los dientes en interior de su muslo lo hizo gemir. No le dolió tanto como la necesidad de que él siguiera adelante. alzo sus caderas en su lugar, trató de no moverse, para animarlo a seguir adelante, pero su boca se alejo de su piel, y no regreso. Sus ojos se abrieron, no se había dado cuenta de que los había cerrado hasta ese momento y Levantó la cabeza para mirar hacia abajo.

Su aliento caliente jugaba con su coño expuesto. Estaba tan cerca, a sólo unos centímetros del punto que requería su mayor atención. Él gruñó suavemente hacia Yoongi, con los ojos entrecerrados cuando sus miradas se encontraron y se sostuvieron. Fue la escena más erótica que jamás había visto.

— ¿Tu color natural?— Él sonrió, miró hacia abajo y luego hacia arriba.

Se aclaró la garganta. —No pensé que ese tono apagado fuera una buena idea. Pero tampoco no me gusta la idea de estar totalmente afeitado.

Él se rió entre dientes. —La forma del corazón es sexy y tu pelo rojo más claro es muy atractivo. Yo no sé cómo has conseguido ese patrón tan perfecto pero aprecio verlo. ¿Quieres aprender otro talento de los míos?

Asintió con entusiasmo. —Por supuesto.

—Cierra los ojos y relájate, Yoongi.

Dejó caer la cabeza hacia la cama y sonrió, cerrando los ojos. —Usas mis propios palabras en mi contra. Me gusta.

Estaba muy lejos de conseguirlo si se refería a que se relajara sin embargo. Su cuerpo se tensó mientras Yoongi esperaba a ver qué iba a hacer después. Sus uñas se clavaron en el edredón, cuando su lengua rozo ligeramente su clítoris. Él ronroneó, el sonido profundo retumbo y apretó su lengua de nuevo contra el manojo de nervios. Los sonidos sexy continuaron y las vibraciones hicieron que Yoongi gritara. Sus caderas se sacudieron, pero sus manos se apoderaron de él con fuerza, empujando su culo hacia abajo contra la cama y él acarició su boca contra su extendido coño. El puro Éxtasis lo lleno cuando la áspera textura de su lengua se movió rápidamente hacia arriba y hacia abajo, deslizándose contra el área más sensible de su cuerpo.

152☆Kookgi [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora