Jeon Jungkook un heredero y futura mano derecha de su imperio llega con su hermano a uno de los gerentes más prestigiosos del lugar, con la ambición de aprender y estudiar los pasos de su hermano, ergo no espero que si camino se cruzara con Kim Taeh...
Podía decir que había dormido excelentemente de no ser porque fue abruptamente despertado por la voz notoriamente molesta de su hermano, comprobó la hora en su teléfono, 06h35 am, fue a su encuentro en la habitación contigua, dando con un Namjoon alterado, dejando salir su aroma amargo, durazno, ahora totalmente agrio y hasta ácido.
– Que bien, ya despertaste, me alegró encontrarte aquí y no haciendo tonterías – seguía moviéndose por la habitación tomando sus cosas y colocándolas en la maleta ¿Qué estaba ocurriendo? – Jungkook alista tus cosas nos vamos – muy bien aquello lo descolocó totalmente.
– ¿De qué hablas hyung? Aún falta un día para irnos y según sé hoy designan la empresa y tenemos que hablar con ellos – no sabía a ciencia cierta si eso era verdad, pero lo suponía, así funcionaba el medio, sin embargo, vio como su hermano paro en seco lo que hacía y lo miró irritado, con destellos morados en sus ojos, mostrando a su lobo, se asustó, no quería recibir otro golpe.
– Jungkook si te digo que nos vamos, nos vamos – seguía sin moverse de su sitio no quería irse, aún tenía que ver a Taehyung – Jungkook será mejor que te apresures o ¿quieres que te mueva yo?
– Basta hyung – si bien antes decía que respetaba a su hermano, ahora sabía en verdad que le tenía miedo – No me amenaces – su omega mostrándole los colmillos dispuesto a no dejarse humillar de nuevo, mas lo que Namjoon hizo lo descolocó, soltó una risa tranquila.
– Tienes razón no mereces ese trato, te portaste bien en no irte anoche, así que nos vamos – se acercó rápidamente a él y lo sujetó firmemente por la muñeca, haciendo que Jungkook suelte un gruñido en alerta, que no le pudo importar en lo más mínimo al alfa, lo arrastró por toda la habitación hasta sacarlo del lugar – Podemos enviar a alguien por las cosas luego, salgamos de aquí.
– No hyung no me quiero ir – su hermano no lo oía, seguía llevándole por todo el hotel hasta llegar al estacionamiento, donde lo empujó sin delicadeza en el asiento de atrás de su auto, encendiéndolo apenas ingresó y saliendo del sitio – Mis cosas hyung
– Ya te dije que luego enviaré a alguien por ellas, ahora cállate – encendiendo la radio e incrementó el volumen de la estación para no escuchar más las quejas de su hermano.
Más que sus pertenencias, Jungkook estaba preocupado por la tarjeta que su alfa le dio ayer, que tonto fue, debió guardar el numero apenas pudo, pero no esperó esta situación, ahora debía decirle a la persona encargada que recuperara esa tarjeta, ¿Qué habría pasado? Estaba bastante intrigado, pero sabía que su hermano no le diría nada, ¿Qué pudo haber pasado para salir de esa forma del hotel? ¿Qué pasó con el contrato?
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Una semana después recibieron sus cosas, tal y como dijo Namjoon, mandaron a alguien para recuperar sus pertenecías al día siguiente, diciéndole que por favor buscara exhaustivamente aquella tarjeta, no encontrándola por ningún lado, entristeciéndose aún más de lo que había estado, no había podido contactar a Taehyung, no recordaba el nombre de su empresa y mucho menos su número, así que como última opción googleo el nombre de él, encontrando su constructora hace apenas un día pues estaba tan triste que sus neuronas no conectaban bien, aunado a que su lobo estaba resentido con él, pues no entendía porque no pudieron encontrarse con el alfa nuevamente, provocándole más tristeza, que guardaba para sí, pues si algo odiaban sus padres era verlo llorando o saber que había llorado, por alguna razón les molestaba mucho. Con el paso de los días y en una de sus caminatas como zombi, cerca de la oficina de su padre, en la que estaban el nombrado y su mayor, se enteró que a Nam le llegó un correo indicando que, por pedido de la constructora y diferencias creativas, prescindían de sus servicios, su hermano se sintió totalmente ofendido por ese escueto email, siendo esa la razón por la cual se fueron, alegando que los Jeon no debía ser humillados de esa forma.
