Carta 4. A quienes alguna vez llamé amigos

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Siempre digo que no se por donde empezar pero ahora es que de verdad no lo se HHAHHA. Durante mucho tiempo pensé que éramos ese tipo de amigos que estarían ahí siempre, pase lo que pase. Yo siempre estuve para ustedes, aguantando lo que fuera, guardando secretos que hasta ahora me los llevo a la tumba, apoyándolos en todo, y creyendo que lo que teníamos era una amistad real.

Pero, sinceramente, fui súper ingenua. Por mucho tiempo pensé que el grupito que teníamos era perfecto, el típico grupo de amigos que cualquiera quisiera. Pero no era así. Con el tiempo me di cuenta de muchas cosas que en su momento no quise ver, o tal vez me hice la ciega, no sé. Cuando yo más los necesitaba, no estuvieron. Me dejaron sola en los momentos más jodidos, cuando todo me estaba cayendo encima, y me dolió. Pero eso no es lo peor, lo peor fue que contaron mis cosas, esas que yo confié en ustedes, mientras yo callé todas las suyas, las guardé como si fueran mías. Y luego, encima, me juzgaron y hablaron mal de mí.

Sé que yo tampoco fui la mejor amiga, nunca he dicho que soy perfecta. También puse huevos más de una vez, y lo sé, pero tampoco fui mala. Nunca quise lastimar a nadie, y siempre traté de estar ahí para ustedes. 

Claro, no todo fue malo, hubo momentos buenos, y no los voy a negar. A veces todo se sentía como si estuviéramos bien, como si de verdad lo que teníamos era una amistad real. Pero ahora que lo pienso, me doy cuenta de que muchas de esas cosas solo pasaban cuando les convenía. Era como que yo estaba ahí cuando les hacía falta, pero cuando yo necesitaba de ustedes... nada. Simplemente no estaban.

Y nada, escribo esto porque necesito soltar todo eso. No los odio, no guardo rencor, quiero seguir viéndolos comer, mas no en mi mesa. Aprendí mucho, y sí, fue de la manera difícil, pero aprendí.

Hoy sé lo que significa una verdadera amistad, y aunque desearía que ustedes hubieran sido eso para mí, ya no lo siento así. Les deseo lo mejor en lo que sea que hagan, de verdad. Pero ya no forman parte de mi vida, y ¿saben qué? Estoy bien con eso.

Heidy.

Cartas a un amor que pudo haber sidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora