El último vestigio verdadero de la antigua Valyria

Cap:25. Los tres dragones de Volantis

Cap:25. Los tres dragones de Volantis

La Fortaleza Roja

103 AC

Al entrar en mi habitación dentro de la fortaleza, me acomodé en mi cama y comencé a contemplar los objetivos que debería lograr en los próximos dos meses. Hay varias tareas que deseo priorizar y otras que espero aprender si la situación lo permite. La más importante de ellas es el ritual para mejorar la fuerza de Anarion. Anarion debe volverse más poderoso que cualquier otro dragón en este reino, en todos los sentidos posibles. Esto es algo que debería haber iniciado en Skagos.

El atractivo del ritual para crear a Vezofina era demasiado tentador como para ignorarlo. No me arrepiento de la decisión que tomé; no es que se me esté acabando el tiempo. Anarion ya es fuerte, pero priorizar su fuerza para convertirlo en el más fuerte hubiera sido prudente, ya que podría resolver casi todos mis problemas en este mundo. Sin embargo, no sabía que la mayor parte de mi magia sería ineficaz contra los dragones. Al menos esta experiencia me ha enseñado algo. Ahora, entiendo la importancia de perfeccionar el poder más potente de mi arsenal antes de centrarme en cualquier otra cosa.

Ahora puedo obtener casi todos los ingredientes que necesito desde aquí o con la ayuda de Aparición. Esto incluye la Antigua Valyria. Sí, ahora puedo viajar allí con los muchos amuletos que he dominado. Navegar por la atmósfera de Valyria no será difícil para mí y puedo irme cuando quiera. Sin embargo, no hay mucho que rescatar de allí que no pueda obtener o crear aquí. Aun así, tengo curiosidad por experimentar y ver si el vidriagón de Valyria posee propiedades diferentes a las del vidriagón de los volcanes inactivos que uso actualmente.

Necesito los huesos de dragón, pero no habrá sangre de dragón en Valyria. Los huevos de dragón pueden ser útiles para los rituales, pero no para mucho más, ya que hacer que nazcan dragones sin jinetes es una receta para el desastre. Podría crear algo parecido a un cuerno de dragón para controlarlos, pero llevaría mucho tiempo, y estoy seguro de que replicar los métodos que usaban los antiguos hechiceros para domar a estos depredadores superiores está más allá de mis capacidades. En cuanto a formar un ejército de dragones, podría lograrlo con jinetes leales a mí. ¿Cómo lo haría? Adaptándome a la era actual y ampliando mi hogar.

Además, debería haber una gran cantidad de oro y acero valyrio disponibles para tomar. Si bien el oro siempre es bienvenido, hay tesoros mucho más atractivos por encontrar. Estoy particularmente interesado en adquirir acero valyrio y huesos de dragón, ya que me son de suma utilidad en este momento. Otro aspecto de la Antigua Valyria es su potencial para realizar rituales en mi tierra natal. Sin embargo, la magia oscura persistente podría ser volátil, por lo que realizar rituales allí requeriría algunos experimentos preliminares en la tierra.

Además, hay muchos otros lugares en los que podría aparecerme, con la ayuda de mi paisaje mental. Ahora, puedo visualizar cualquier cosa que haya visto en mi vida. Incluso una simple mirada es suficiente para que me aparezca en ese lugar. Con un conocimiento profundo de la magia espacial, podría llegar a cualquier destino con solo ver una imagen de él. Tal vez, después de avanzar hasta cierto nivel en la magia espacial, podría incluso viajar a otro mundo, ya que mi esencia me ayudaría en esta tarea. Y esa sigue siendo una de mis prioridades para estas dos lunas.

Mi objetivo es progresar lo más posible en la magia espacial. Mi objetivo es establecer una red Flu, similar a la del universo de Harry Potter, que conecte ciertos lugares con mi dimensión interior. Esto permitiría viajes rápidos para mí y para aquellos en quienes confío en el futuro. Estoy considerando construir mi castillo dentro de esta dimensión interior hasta que encuentre un lugar adecuado y personas de confianza que me ayuden a construir mi imperio. Entiendo que construir el castillo que imagino llevará tiempo, como todas las grandes cosas.