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Al ver aquellas letras mi corazón parecía querer salirse de mi pecho. Además el simple hecho de que el se preocupara o que pensara en mi me hacia sentir especial y querida, por lo tanto una pequeña sonrisa apareció en mis labios y mis mejillas comenzaron a teñirse de rojo.
Abrí el sobre sacando la carta de allí, desdoble el papel y la comencé a leer.
Hola, tesoro. Sonare demasiado cursi con lo que diré, pero es tu culpa, tú has sido la única que puede cambiarme o arreglarme, solo tú y ninguna o ningún otro, pero eso no es lo que te quería decir...te extraño, extraño que estés cerca mío, extraño tu sonrisa, por Dios, Rose, ¿Qué me has hecho? Recuerdas él "dónde quieras que estés, te encontraré", jamás rompo una promesa Rose. Otra cosa que quería decirte es que te estaré viendo en la tele, no al Rey ese, a ti y solo a ti.
Si antes estaba roja, ahora debía ser un tomate. En ese preciso instante entraron Winnie y Ana.
-No la soporto más -dijo Winnie pasándose las manos por la cara y alargando la A.
-¡ADIVINA QUE HA PASADO!-Ana se exaltó y comenzó a saltar.
-¿Qué? ¿¡Qué ha pasado!?
-¡RHETT ME INVITO AL BAILE!
Todas juntas comenzamos a saltar y a gritar.
-¡Lo sabía!
-¿Cómo sabías?-me pregunto Ana.
-Un mago jamás revela sus secretos.
-Bien, empecemos a prepararnos porque llegaremos tarde sino-dijo Winnie.
Nos sentamos en el tocador y empezamos a maquillarnos.
-Mary, cuéntanos que pasó en la Isla-sugerio la de pelo blanco.
-Es una larga historia; básicamente me secuestraron, un chico muy lindo, pirata-dije recordando al único que ocupaba mi mente y mi corazón-. Me llevo a un camerino aparte, al principio me sentía asustada, muy asustada, pero al pasar la noche y charlar durante está, el susto se me pasó y comencé a sentir algo por él, atracción, quizá. Pero, creo que está es la mejor parte, yo ya había soñado con el. Había soñado con sus ojos, su voz, y el como me llamaba "dulzura"-hice una pausa, mire a las chicas y estas estaban sonriendo y soltaron un suspiro-. En el barco el me confesó que el también había soñado conmigo.
<<Y dijo-deje que una sonrisa escapara de mis labios-que podría dejarme ir fácilmente porque no afectaba a el plan, según él, pero que no me dejaría ir porque debía conocerme, por aquel sueño-las chicas sonrieron aun más y se tocaron el pecho-. Ese mismo día me había dejado abrazarlo, ¿Pueden creerlo? Alguien de la Isla, completamente frío y que no quiere a casi nadie, me había dejado abrazarlo.
