୨୧ ¡ 𝐔𝐧𝐚 𝐬𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐚 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐞𝐬𝐩𝐚𝐜𝐢𝐨 𝐞𝐱𝐭𝐞𝐫𝐢𝐨𝐫 !

121 23 23
                                    

— Ya estamos en la órbita de la tierra. —Anunció Jake, desde la cabina de mando, a su lado, y bastante apretado porque no había espacio de sobra entre los mandos y demás artefactos raros.

Durante las últimas horas habían hecho el plan de vuelo para acercarse, entrar a la órbita y luego a la atmósfera, y una vez a unos cuantos kilómetros de altura, viajarían hasta donde Heeseung había indicado el aterrizaje: la Agencia Espacial de Corea del sur.

A pesar de que Heeseung estaba seguro de que Jake podía de alguna manera teletransportarlo hasta la tierra, estando lo suficientemente cerca, esa linda estrella quería conocer la tierra y Heeseung quería mostrarle su mundo.

Habían iniciado el descenso oficial hacia su hogar, hacia su Tierra de nuevo, y Heeseung estaba más que feliz.

— Aliañaré el rumbo hacia la tierra... calculando la rotación, la fuerza de gravedad... —Jake apretaba algunos botones, que el humano no entendía para nada, pero veía fascinado, cada detalle, incluso el cómo la linda lengua rosada de Jake asomaba fuera de sus labios al concentrarse.— ¡Y listo! Estamos en marcha y en modo automático. —Sonrió mostrando sus encías, y se volteó hacia Heeseung.— ¿Me darás un tour por la tierra cuando lleguemos?

Heeseung pudo mirarlo con una sonrisa, concentrado en las estrellas en sus lindos ojitos, que brillaban y bailaban con emoción y en el rubor que creció en sus mejillas por la vista fija en él.

— Jake, hay algo que los humanos damos cuando estamos muy agradecidos y muy felices, ¿Podría dártelo?

Jake ladeó su cabeza sin entender, y Heeseung aprovechó para tomar su mejilla, acortar la distancia y besarlo, un pequeño sonido de sorpresa de parte de la estrella quedó atrapado en el beso, haciendo al humano sonreír.

Movió sus belfos sobre los de Jake con suavidad, invitándolo a hacer lo mismo, fue delicado porque no quería asustarlo tampoco, no sabía cómo iba a reaccionar y dentro suyo tenía una idea tonta de que quizás aquello para su raza significaba otra cosa, como una declaración de guerra o quizás una ofensa a su madre, esperaba que no fuera tan malo. Sonrieron y se correspondieron en un lento baile de leves mohines y pequeños chasquidos.

Y entre ese beso fue cuando Heeseung sonrió una pequeña chispa que no había sentido nunca antes en su vida, ese sentimiento cómodo y extrañamente familiar que sentía con aquel ser desconocido tomó un sentido que lo hizo agradecer: entre todos los planetas de todo el universo, había encontrado eso que podía llamar su otra mitad.

Sé separó y al ver que las estrellas en los ojitos de Jake se habían multiplicado rió, ambos estaban muy ruborizados y terminaron sonriendo encantados.

— Eres un tonto. —Dijo el peliplata.— He visto películas humanas, no hacen eso para agradecer, hacen eso cuando aman a alguien.

Heeseung rió con vergüenza y tanto las estrellas en sus ojitos como la de su cabello parecieron brillar más al ver algo tan bonito.

— Me atrapaste. —Dijo el humano, haciendo que el rostro de Jake brillara en rubor.

El resto del viaje Heeseung se sintió embobado, Jake podía ver el halo brillante a su alrededor brillar aún más, y le parecía divertido, porque con solo reír el humano se iluminaba cual estrella fugaz rompiendo en la atmósfera.

Jake sabía que era porque cada vez lo enamoraba un poco más y estaba más que feliz con eso.

El humano estaba perdido en ese sentimiento al encontrar algo maravilloso, eso que no estaba buscando en realidad pero que había encontrado sin esperarse, en una situación casi extraña e imposible.

Una serendipia en el espacio exterior.

Pasó tan rápido el tiempo que en cuanto estuvieron en su lugar de destino se sorprendió, la nave aterrizó en la tierra, en el amplio campo restringido y privado de su Agencia Espacial.

𝐁𝐢𝐭𝐭𝐞𝐫 𝐒𝐭𝐚𝐫 ✩‧₊˚┆𝐇𝐞𝐞𝐣𝐚𝐤𝐞 ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora