Quizás esta reflexión llegue demasiado tarde, o tal vez, ahora carezca de sentido, pero sin duda es justo en este instante, en que me arrepiento de no haberte creído.
Me dijiste tantas y tantas veces, escucha, esas compañías no te convienen, tal vez creas que solo quiero fastidiarte la vida, o que no deseo que sea feliz, pero es todo lo contrario, pues lo que más amo es verte sonreír.
Escucha y no eches en saco roto, pues es un consejo de amor y solo busco que no sufras, habrá gente que aparente querer tu bien, te darán veneno con miel, pero son más traicioneros que judas.
Aquella te endulzó el oído y él te deslumbró con sus riquezas, pero tan solo son lobos que mienten con sus disfraces de ovejas, no dejes que el oro compre tu simpatía, ni que su lujuria marchite tu lozanía.
¿Acaso no ves que solo buscan utilizarte?, ¿o es que tal vez no notas que solo quieren manipularte?, yo también fui joven, rebelde y tal vez me deje llevar, incluso iba en contra de la autoridad, pero los golpes de la vida me enseñaron la cruda verdad.
Ahora piensas que su cuerpo es lo más bello del mundo, o que sus lujos no tienen comparación, que tu vida al fin encontró su rumbo y tú solo buscas aceptación.
Dietas, tatuajes, piercings y aretes, todo eso para mi no seria un problema, pero solo si lo eligieras por tu cuenta. Mirate ahora como estás torturado, la vida se te va y estás mutilado, dejar de comer lentamente te está asesinando.
Solo quiero que reflexiones sobre que es más importante, tu salud y estabilidad o el cumplir con su vanidad, sé que piensas que soy una madre loca o controladora, pero solo deseo tu bienestar, alejarte de esa gente manipuladora, verte feliz y no sufras más.
No te pido que dejes de tener amigos, pero detesto la falsedad y verte sufrir, tampoco quiero que renuncies a tu vida por ellos, solo te pido que pienses en ti.
Solo quiero verte sano y pido que te alejes, ya no aceptes sus regalos, pues mañana te cobrarán con intereses.
Cuanta razón tenías madre, ni siquiera vinieron al funeral, mis grandes amigos se alejaron, me abandonaron al final, sé que jamás supe valorarte y ahora en esta cama de madera, tal vez sea demasiado tarde, a tres metros bajo tierra.
Pero quiero agradecerte por la bendición de tus consejos, lástima que tu esfuerzo fue en vano, como me duele y lo lamento.
Pero ahora todo ha terminado, no habrá más sufrimiento ni reclamos, y que ironía que para entender, haya tenido que perder tan solo 21 gramos..
