Capítulo 04

26 10 0
                                    

▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

— Amén — finalizó de rezar la pelinegra, separando sus manos, bajándolas a sus cubiertos, llevando su mirada hacía él amigo de su adorado hijo — lamento si estoy es un poco incomodo para ti, pero es una costumbre religiosa en nuestro país

— No se preocupe señora Simons — negó con su cabeza, bajando su mirada a la comida servida en su plato — puedo acostumbrarme

— No tienes porque llamarme señora, solo dime Mirian — sonrió con ternura, tomando un tenedor para así comenzar a comer

— No tienes de qué preocuparte Yoongi — señaló Jungkook, tomando un trozo de pollo, dirigiéndolo con gusto a su boca — mi madre no es el tipo de mujer cristiana — mordió con gusto el trozo de carne blanca, masticando con tanto gusto

— ¿No? — alzó su mirada, dirigiéndola hacia la mujer, observando como está negaba con una sonrisa

— Creo en estas cosas, pero no me gusta el obligar a otros — pinchó una pequeña porción de comida, dirigiéndola a sus labios— considero que eso es un poco molestó

— Comprendo — asintió, observando a ambos familiares comer en tranquilidad, se sentía un poco cohibido al no tener palillos

¿Debía pedir ayuda a su amigo?

— ¿No tienes hambre, querido? — preguntó la mujer al ver la inquietud en Yoongi — ¿hemos comentado algo que haya sido de tu disgusto?

— No, no, claro que no — negó repetidas veces, llevando su oscura mirada hacía su amigo que no paraba de comer sin remordimiento

— No sabe comer sin palillos — señaló con su boca llena, riendo de esa manera, ganándose una mala mirada de parte de su madre

—¿Por qué no lo dijiste antes? — frunció su ceño, esperando una razonable respuesta de parte de Jungkook, pero en cambio de ello, lo vio comer otro trozo de pollo como todo un animal

¿Por qué tenía tanta hambre?

— Cariño ¿Quieres que encuentre algo similar para ti? — preguntó con un tono de dulzura que por un segundo dejó de usar con su propio hijo

— No, no se preocupe... — volvió a negar con su cabeza, tomando un tenedor, pinchando una de las verduras, hasta ese momento observando lo tan sencillo que era— oh...

— Más fácil que los palillos ¿no? — rio con su boca llena el de mirada café, encogiéndose de hombros al ver el ceño fruncido en su madre

— Con el tiempo te acostumbraras — opinó Mirian, mirando la manera tan curiosa con la que Yoongi tomaba el cubierto — por cierto — volvió a hablar, llevando su mirada así el cerdo que remplazaba a su hijo en la mesa — mañana es domingo

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 11 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Yin YangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora