La Ola del Rejuvenecimiento

Capítulo 1: Parte 3 - El Nuevo Mundo

La Ola del Rejuvenecimiento no solo había transformado los cuerpos y las mentes, sino que también había alterado radicalmente las estructuras sociales y gubernamentales. En medio del caos global, surgieron nuevos líderes y se formaron nuevas organizaciones para gestionar la crisis. A continuación, se detalla cómo se desarrollaron los acontecimientos en diferentes escenarios.

El Comunicado Presidencial

El presidente, que había sido un joven de 30 años, se encontraba ahora en un estado completamente diferente: un bebé de 3 años. En un intento por dirigirse a la nación, el pequeño mandatario estaba en una sala de conferencias, sólo con un pañal y balbuceando incoherencias. Su berrinche era incontrolable; lloraba y se retorcía mientras intentaba alcanzar un juguete que estaba fuera de su alcance. Sus gritos y llantos resonaban a través de los altavoces mientras los asistentes, ahora jóvenes y adultos rejuvenecidos, observaban con preocupación.

“¡Quiero mi juguete! ¡Mío!” gritaba el presidente, mientras su padre, que antes era un anciano pero ahora tenía 28 años, trataba de calmarlo. “Hijo, por favor, calma…”, decía el padre, mientras intentaba consolar al pequeño, pero sus esfuerzos solo lograban agravar el berrinche.

El padre del presidente fue rápidamente nombrado como el nuevo líder provisional. “Mientras mi hijo se ajusta a su nueva realidad, yo asumiré el rol de presidente y trabajaré para coordinar los esfuerzos necesarios”, anunciaba el padre, tratando de mantener la calma. Su mensaje fue claro: los ancianos rejuvenecidos, ahora jóvenes adultos, serían los encargados de gestionar el nuevo orden mundial, mientras que la mayoría de la población que se había convertido en bebés necesitaría cuidados especiales.

La Universidad de Javi

En la universidad, el panorama era igualmente caótico. La institución, que solía ser un bastión de educación y conocimiento, estaba ahora llena de bebés de entre 2 y 5 años. Los estudiantes que habían sido adolescentes y adultos se encontraban en el suelo, jugando con juguetes y balbuceando. Algunos profesores, transformados en niños de entre 7 y 10 años, intentaban mantener el orden, pero sus esfuerzos eran insuficientes.

Javi, un antiguo profesor universitario ahora convertido en un niño de 9 años, estaba rodeado de pequeños que estaban haciendo una torre con bloques de construcción. “¡Mira, mira, una torre gigante!” decía Javi, mientras los niños reían y aplaudían.

En el pasillo, un grupo de bebés estaba tratando de acceder a las aulas, sin entender bien cómo abrir las puertas. “¡Abubu! ¡Abubu!” balbuceaba una pequeña, mientras intentaba alcanzar la manija de una puerta con poca coordinación. Los pupitres y sillas estaban llenos de pequeños desordenados, que se movían por el aula sin ninguna dirección.

La Base Militar de Luis

En la base militar, el cambio había sido igualmente drástico. Los soldados que habían sido adultos mayores y ancianos ahora se encontraban rejuvenecidos a edades de 17 a 25 años y asumieron el rol de organizar y cuidar a los bebés que se encontraban en el lugar. Los militares más jóvenes estaban siendo guiados por los rejuvenecidos, quienes se encargaban de coordinar los esfuerzos para llevar a los bebés a zonas seguras.

Luis, un exgeneral ahora rejuvenecido a los 20 años, estaba al mando de una operación de evacuación. “¡Rápido, rápido! ¡Hay que mover a los bebés a la zona segura!” ordenaba Luis, mientras otros jóvenes militares ayudaban a trasladar a los pequeños en camiones y vehículos especializados. Los bebés estaban en sus pañales, algunos se chupaban el dedo o los pies, y otros lloraban sin cesar mientras eran transportados.

En una de las áreas de la base, un grupo de bebés estaba gateando y jugando con los uniformes militares, mientras que los rejuvenecidos trataban de organizar una nueva estrategia para el cuidado de los pequeños. “¡No te preocupes, todo estará bien!” decía uno de los jóvenes, tratando de calmar a los bebés que se encontraban inquietos.

La Boda de Ana y Carlos

En una boda que había sido programada antes de la ola, los novios, Ana y Carlos, habían pasado de ser adultos a convertirse en bebés de 2 años. El evento se había convertido en un espectáculo de caos infantil. La novia, en medio del vestido de boda que le quedaba enorme, trataba de quitarse la prenda debido a la incomodidad. “¡Quiero quitarme esto!” balbuceaba Ana, mientras se retorcía y lloraba. El vestido, que había sido ajustado para una figura adulta, ahora estaba arrastrándose por el suelo.

Carlos, el novio, estaba sentado en el suelo, chupándose el dedo pulgar y riendo mientras observaba el desorden. “Abububa,” decía Carlos, mientras intentaba alcanzar un juguete que estaba cerca.

Los invitados, que en su mayoría se habían convertido en niños o bebés, estaban correteando por el lugar, jugando con los adornos y derramando comida. Los antiguos organizadores de eventos, ahora transformados en jóvenes y adultos rejuvenecidos, trataban de mantener el orden, pero sus esfuerzos eran en vano.

La casa de la famila Milner

Mientras todos comían sucedió la ola de regression y la gran familia rejuveneció quedando pocos adultos que empezaron a controlar a los bebés que antes eran padres y madres e a sus hijos que los veían raro a sus ex padre, Hugo ex padre de un par de gemelos  con ahora tres años corría desnudo por la casa mientras que su esposa empezaba a llorar, los otros padres y madres también hacían un gran caos.

Los viejos que ahora eran adultos intentaban controlar a sus hijos ( padres y madres) mientras que a sus nietos los mandaron a jugar al gran patio mientras calmaban todo adentro , el abuelo agarro pañales de algunos de sus nietos y se los pusieron a los nuevos bebés, mientras que la abuela se dedicaba a calmar y arrullar a los que lloraban, igual a los que tenían una edad igual a sus nietos le ponían ropa de ellos.

Michell ahora de 4 años quería jugar afuera con los demas pero no la podían dejar salir hasta que se calmara todo y se vistiera, ella empezó a llorar y patalear en el piso " quieto jugar " dijo ella, el abuelo la calmó y le empezó a poner un pañal de entrenamiento y ropa de su hija que era de su misma edad, Michell no se comportaba y seguía haciendo berrinche , así que el abuelo le puso un chupon y se calmó, y que hacia el esposo de Michell?, al ser mas joven se transformo en un bebe de 2 años, la abuela le puso un pañal y lo puso en un corralito en su casa.

Lucy que ahora tenía 3 años corrió por la casa completamente desnuda para que no le pudiesen poner el pañal y su esposo de ahora 4 años empezó a tirar la comida y mancharse todo de esta misma mientras lloraba ya que la comida no era rica.

Mateo de ahora 6 años se mantenía calmado y sereno cuidando a su esposa de 5 años que empezó a llorar ya que se había pegado en el pie.

Y por último sam que era la mas joven de todos ahora tenía dos años, ella se mantenía nerviosa y sollozando pero aún no era completamente una bebe mentalmente, mientras que su esposo Ricardo ahora de dos años se chupa a el pie mientras se le caía la baba .

Ahora sus hij@s y yern@s , son ahora los bebés de su familia y nuevos hermanit@s de sus hijos.

La Asociación de Cuidado Infantil

En respuesta al caos generalizado, se había formado una nueva asociación destinada a cuidar y ubicar a los bebés en familias adecuadas. La organización estaba formada principalmente por los rejuvenecidos mayores de 50 años que ahora eran jóvenes adultos. Su tarea era asegurar que todos los bebés tuvieran un hogar adecuado y que recibieran el cuidado necesario.

“Estamos trabajando para garantizar que cada bebé sea cuidado y amado en un entorno familiar,” decía uno de los directores de la asociación, ahora un joven de 22 años. La organización se dedicaba a encontrar familias que pudieran acoger a los pequeños y proporcionarles un entorno estable y seguro.

Las oficinas de la asociación estaban llenas de papeles y archivos que necesitaban ser revisados y organizados. Los jóvenes voluntarios trataban de hacer frente al aluvión de solicitudes y necesidades, mientras los bebés corrían por el lugar, llorando y jugando con los objetos.

El mundo había entrado en una nueva era llena de desafíos y adaptaciones. La ola mágica había cambiado la vida de todos, y las instituciones y organizaciones tenían que adaptarse rápidamente a la nueva realidad. El caos de los bebés y niños pequeños coexistía con los esfuerzos de los rejuvenecidos para gestionar y ordenar el mundo. A medida que la sociedad intentaba restablecer el equilibrio, el futuro seguía siendo incierto, pero la esperanza era que, con tiempo y esfuerzo, el nuevo mundo pudiera encontrar una manera de adaptarse y prosperar en esta inesperada transformación.