Esta es una historia que cuenta en cada capítulo el lore (historia) de cada cubito de Karmaland hasta Karmaland 5. Este lore lo inventé allá por 2020 según iba viendo los videos de estos youtubers/streamers desde 2014/2015, y lo mejoré después este...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Illojuan tuvo un pasado similar al de Auron, aunque menos rebelde.
Illojuan nació en un pueblo pequeño con unos padres muy cariñosos que le dieron de todo. Desde pequeño, Illojuan sintió estupor ante los videojuegos y sus padres hacían lo que podían para conseguirle los juegos que quería así como las consolas de aquel tiempo. Illojuan conocía a casi todo el pueblo y era muy amigo de casi todos aunque tenía cierta preferencia por un grupo concreto de amigos que había hecho él solo. Illojuan siempre ha sido muy familiar pero también muy al lado de la amistad, por lo que en vísperas de Navidad o en verano (sobretodo en verano) hacia lo que podía para quedar con su grupo de amigos junto con su familia y disfrutar de las fiestas juntos (siempre y cuando se podía y le dejaban).
Illojuan llegó a independizarse a los 23 años de edad, y se mudó a una ciudad la cual era un caos total pero divertida a partes iguales, donde conoció a otro grupo de amigos con quienes se divirtió muchísimo y guardó un montón de recuerdos valiosos con ellos. Llegó a ser muy ruidoso en la calle haciendo fiestas con la música a tope o haciendo carreras ilegales aunque nunca los atrapaban, algo de lo que Illojuan siempre pudo presumir era de su gran suerte en la vida.
Por desgracia, una mafia perteneciente a esa ciudad inició una guerra con la policía y las fuerzas armadas de aquel lugar, destrozando todo a su paso y haciendo que alguno de sus conocidos murieran (y amigos también), por lo que, muerto de miedo a ser el siguiente, Illojuan huyó de la ciudad sin despedirse de nadie a su pesar, haciendo que después de un tiempo se sintiera culpable de haber abandonado a sus amigos y ni siquiera pedirles el número de teléfono para contactarse con ellos y explicarles la situación. Illojuan se metía en bares hasta las 3 de la mañana para lograr olvidar su acto cobarde ese día que lo atormentaba frecuentemente.
Un día, dentro de esos bares, Illojuan estaba borracho aunque lo suficientemente consciente para no tambalearse y caminar normalmente. Y a través de las puertas principales del local, todos los karmaladienses entraron dispuestos a pasar una noche de copas y diversión tras una ardua misión compleja. Illojuan se quedó estupefacto ante la vista de aquel grupo de leyenda yendo a un bar cualquiera a tomar una copa, ya que él pensaba que los karmaladienses eran más de ir a sitios finos en donde se reinaba el silencio y solo se disfrutaba de la comida, nada más.
Al parecer estaba equivocado, mientras Illojuan seguía bebiendo un poquito más, ponía la oreja en la conversación de aquel grupo de guerreros y se quedó aún más asombrado ante la confianza y los chistes divertidos que hizo que se diera cuenta de que ellos compartían su mismo humor. Uno de los karmaladienses, Willy, miró a Illojuan por encima de su hombro y captó la atención de Vegetta con un codazo para que mirara al hombre frente a la barra, y Vegetta sabía lo que su mejor amigo intentaba decirle, ¿otro karmaladiense más?
Vegetta y Willy se acercaron a Illojuan, y este no pudo evitar sentirse un poco intimidado aunque mantuvo la compostura, entonces Vegetta lo sometió a una prueba disfrazada de juego en aquel mismo bar, e Illojuan, intimidado pero con un orgullo gigante, aceptó encantado y pudo superarlo, haciendo que todos lo miraran asombrados y después rieran divertidos ante la declaración de Vegetta de que sólo estaba jugando y que ante su derrota, los invitaba a todos a una copa.
El ego de Illojuan se hinchó a partir de eso y después siguió bebiendo hasta estar completamente borracho, y antes de que saliera del bar, Willy y Vegetta invitaron a Illojuan a que se uniera como karmaladiense, lo cual Illojuan aceptó sin saber ni donde estaba. Al día siguiente, los karmaladienses le recordaron que él había pactado con los fundadores en que se convertiría en karmaladiense al igual que ellos (con el respectivo entrenamiento), e Illojuan quedó confuso ante la situación en la que se había metido, pero tampoco quedó disgustado, si hubiera estado sobrio habría aceptado igualmente, aunque hubiera agradecido estar sobrio en ese momento para poder pensarlo un poco más.
Hoy día sigue siendo un karmaladiense y es uno de los últimos reclutados después de la fundación antes que Quackity.
