Cap 1

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-Chase~ Mmmm~ Ve más lento- dijo suplicante un dálmata

-Sabes que no puedo hacer eso cariño~ Aparte, ¿acaso no te gusta?- le dijo el pastor alemán mientras lo penetraba

El dálmata no respondió, ambos sabían la respuesta, era algo más que obvia al fin y al cabo. Marshall estaba debajo de Chase, y este encima mientras le embestía con fuerzas, para poder llegar a lo más profundo del que estaba abajo suyo. Los dos estaban en la caseta del mayor, sintiendo como sus cuerpos chocaban entere si, y podían sentirse uno al otro.

-Chase- dijo el menor llamando la atención del más mayor

-¿Qué pasa dulzura?- pregunto sin detenerse

-Te...- Dijo el dálmata sin acabar la frase, ya que, estaba teniendo un gemido ahogado

-¿Me...?- Intento "ayudar" el mayor a que pueda acabar la frase

-Te am-

De repente todo se nubló, todo se hacía oscuro, no podía ver nada, y menos al dálmata que le hacía compañía en ese momento. Parecía que estaba cayendo en un abismo sin fin, no se veía nada ni tan solo su propia pata.

-¡AH!- gritó asustado el pastor alemán, despertándose de golpe, interrumpiendo su sueño -¿Qué mierda acaba de pasar?- dijo dudoso y levemente sorprendido.

Con su pata presiono un botón, cerca de su cama, donde pudo ver la hora, las 4:30 a.m, muy temprano aún, quería seguir durmiendo, pero luego noto algo, un bulto exactamente.

-Mierda- dijo para sí mismo, la ya sabia de que se trataba, ese "bulto", era una erección- Con la pereza que tengo- dijo para luego levantarse de la cama y verse en el espejo, estaba sudando.

-*Por alguna razón no me extraña*- pensó al recordar su "problema"

Luego se lavó la cara y, en vez de hacer lo que haría cualquiera, una paja, y seguir durmiendo, decidió salir a tomar el aire fresco y dar una vuelta. No estaba con ganas de hacerse una paja, aparte, no era su cosa favorita, al fin y al cabo solo lo había hecho 3 veces y, aunque no niega que las disfruto, sintió que no fue suficiente. Tiempo después descubrió que no le hacía falta estar siempre haciéndose una cada, que tenía una "emergencia", sino, que podía ir a caminar y se le irían las ganas.

Y eso hizo, salió de su caseta, y camino, sin rumbo, solo caminó. Pensaba en todo y nada, hace una semana descubrió que le gustaba Marshall, pero desde hace tres días empezó a tener sueños más "especiales" con este, creyó que solo era coincidencia, la primera vez, pero estas últimas dos también había pasado. No sabe por qué, no sabe como dejar de soñar eso, y no sé mentira a sí mismo, le gusta soñar con el menor siendo sumiso ante él mientas pide que vaya más rápido.

Esos pensamientos hicieron que sé sus mejillas se sonrojaran levemente, pero, saliendo de su mente, noto algo, estaba caminando delante de la caseta de Marshall, el pequeño sonrojo que tenía en sus mejillas se volvió en uno más notorio.

-*Marshall~*- Pensó el pastor alemán, de repente se dio cuenta de que su erección volvía a aumentar de tamaño

Fue hasta la caseta de Marshall y toco la puerta, decidido de lo que estaba a punto de hacer...

-¿Mmmm? ¿Chase? ¿Qué haces aquí a las 5 de la mañana?- pregunto el dálmata confundido y con un sueño notorio en su voz y ojos

De repente, Chase, entro a la caseta del dálmata, lo acorralo en la cama del menor, estaban de caras, el menor se sonrojó y sorprendió por repentino acto del mayor. Chase no dijo nada.

-¿C-Chase?- pregunto sonrojado y muy confundido

El mayor lo beso, o se lo comió a besos, como dirían otros, solo estaban ambos besándose, disfrutando del momento. Se besaban con desesperación, sobre todo Chase, quien ese momento, era el más urgido, solo se separaban para coger una bocanada de aire y seguir, aunque al menor le costaba seguir el ritmo del mayor.

-Chase, ¿estás bien amigo?- pregunto un perro moreno

-¡AH! ¡SÍ! ¿NO? ¡DIGO!, ¿qué?, ¿qué ha pasado?- pregunto algo angustiado

-Te has quedado 5 minutos mirando la caseta de Marshall... y no me ha quedado claro, estás bien ¿o no? Lo digo más por qué estás algo rojo- pregunto sin saber lo que le pasaba al mayor

Luego se dio cuenta de que su mente le había hecho una mala jugada, según él, haciéndole pensar todo lo que le hubiera sido capaz de hacer al menor con un poco más de motivación, quién sabe, puede que si no fuera tan cobarde, no se quedaría solo en su mente.

-Sí, estoy bien Zuma, bueno, no del todo- dijo confundiendo más al moreno

-¿Quieres ir a la playa y decírmelo amigo?- propuso

-Sí, gracias-

... En la playa ...

-Y eso es lo que me pasa...- dijo en un tono triste y avergonzado el pastor alemán

-Ya veo... Sí, es algo... raro...- intento decirle- A ver, no es lo más normal estar pensando que te quieres follar a tu amigo- no puedo acabar bien, ya que fue interrumpido por un avergonzado perro policía.

-¡ZUMA!- gritó rojo hasta las orejas temiendo que alguien les escuche

-¡¿QUÉ?! Es verdad- grito como el mayor

-Bueno... es que hay una parte que aún no te he contado...- dijo el mayor

-?- se confundió el moreno, no entendía nada

-No solo me lo quiero "coger", Marshall... él... de verdad me gusta- admitió

-¡¿QUÉ?! ¡¿ES EN SERIO?!- dijo sorprendido por el nuevo dato

-S-si...-

-Eso... me relaja más- admitió el moreno con una expresión aún sorprendida pero relajada

-¿Qué quieres decir?-

-Pues, la verdad, por un momento estaba pensando que eras un hormonal que solo quería follar- dijo Zuma -Se me hacía raro, ya que yo nunca te había visto como un "urgido"- acabó la frase

-¿Qué?- dijo sorprendido- ¿Como que hormonal? ¿Cómo que urgido?- dijo bastante sorprendido

-Pues... a ver, si me empiezas contando que te quieres follar a tu mejor amigo, pues ¿qué te esperabas la verdad?

-Ya... Tiene sentido- dijo dándose cuenta de su falla al no decirle que le atraía Marshall, no solo de manera sexual, sino afectiva.

-Bueno, por lo que entiendo es que a partir de tus sentimientos amorosos has tenido deseo sexual hacia Marshall- el mayor asintió- Bien, entonces tenemos que ver como te declaras a Marshall para besarlo- dijo en un tono tranquilo

-¿Qué? ¿Besar a Marshall? ¿Declararme? No, no, no, no...-repitió varias veces que "no" mientras se ponía cada vez más rojo, su cola se movía y sus orejas se ponían más rojas.

Al moreno esto solo le causó risa, ya que evidentemente ver al policía/espía más importante y mano derecha de Ryder, en ese estado, no se veía todos los días, prácticamente estaba gozando su sufrimiento.

-¡Venga!- dijo animado el moreno- Vamos a bañarnos, el agua a estas horas está fresquita- dijo corriendo hacia el agua a lo loco

-¡Pero solo un rato, que tenemos que ir a desayunar!- grito el más alto yendo hacia el labrador

Pervertido? / Chase x MarshallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora