Capitulo 3

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-En el ambiente se podía percibir una intensa tensión al igual que una gota deslizándose por mi frente durante el momento que enfrentábamos esa pequeña cercanía en la que nos encontrábamos captando cada movimiento, cada respiración y cada mirada que nos dirigíamos. Podía verla a ella enfrente mío, con una mirada decidida que mostraba seguridad incluso en su postura. Sabía que no podía subestimarla, pero tampoco pude evitar provocarla. -

-¿Eso se supone que es todo lo que tienes? -le dije con una sonrisa burlona, aun sosteniendo su pierna. Sin esperarme que ella reaccionara tan rápido.

-Ella, Sin perder la compostura, aprovecho la cercanía para lanzarle un puñetazo directo a su rostro. Golpe que él apenas tuvo tiempo de reaccionar, soltando su pierna para bloquear el golpe con su antebrazo. La fuerza del impacto resonó en toda la academia, y ambos se quedaron mirándose fijamente con esa misma rivalidad de siempre, respirando con algo de dificultad. -

-Realmente para alguien con el ego tan alto como tú esperaba mucho más. -respondió ella con firmeza, retrocediendo un paso para recuperar el equilibrio.

-Comencé a frotar mi antebrazo donde había recibido el golpe, aun sonriendo -. Lamento decepcionarte, pero no gasto mis energías peleando con mujeres, así que espero que podamos tranquilizarnos, ya que quiero tener una conversación civilizada contigo.

-Ella ni siquiera se tomó el tiempo de responderme, simplemente se cruzó de brazos, imponiéndose a conversar conmigo. La miré, esperando alguna señal de que cambiaría de opinión, pero su expresión permanecía inmutable. El silencio entre nosotros se hizo cada vez más pesado, como si mis palabras no le importaran. Finalmente, suspiré y decidí acercarme para agarrarla del brazo bruscamente con el fin de obligarla a salir de modo que pudiéramos hablar, quisiera o no. -

-No se supone que no gastabas tus energías con una mujer, ya se sinceró y decídete de una vez, ¿me quieres o no en tu vida? Porque soy capaz en cualquier momento gritar y la gente solo notará a un hombre siendo agresivo que se está llevando a una simple e inocente chica forzada a un lugar sin movilidad de personas.

-Al llegar a un callejón apartado, Theo se movió rápidamente, acorralando a la pequeña rubia contra la dura pared de ladrillos. Con una mano firme, la inmovilizo, mientras que con la otra le tapó la boca, silenciando cualquier intento de grito. La respiración de ambos se mezclaba en el aire tenso mientras bajaba mi cabeza por un pequeño lapso de tiempo en el mismo instante que daba un suspiro de irritación. -

-No hay duda de que aun tu voz me sigue aturdiendo, una palabra más y te juro que te voy a coser esa maldita boca -susurre con una voz grave-. Simplemente, quiero romper mi orgullo para poder disculparme contigo si algo que te he dicho antes te ha herido.

-Theo aflojó la presión de su mano sobre la boca de Miriam, permitiendo que el aire fluyera con libertad de nuevo. Sus ojos se encontraron un momento, y Theo retiró la mano lentamente para posarlas a los costados de la cabeza de ella, manteniendo su mirada fija y su postura firme sin apartarse ni un centímetro. -

-¿Me vas a besar o por tan cerca? -cuestionó luego de alzar sus cejas al sentir cómo su corazón latía con fuerza al tenerlo tan cerca, pero su rostro permanecía sereno sin manifestar el lío de emociones que la invadía.

-¿Qué tal si lo hago? Si te llego a besar en este mismo instante para reclamar tus labios como de mi propiedad, haciendo que ni siquiera te puedas separar, apenas los toque y puedas tener una experiencia que te aseguro que no la olvidarás tan fácil, princesa.

-Una de mis manos se colocó en su cabellera rubia para con mis dedos juguetear con uno de sus mechones mientras le mantenía la mirada de forma penetrante. Con los labios entreabiertos empecé a acercarme al notar cómo cerraba los ojos con gran firmeza; no podía evitar sonreír a verla en esa condición. Por otro lado, ella se estaba dejando llevar para poder salvar la misión, pero mientras más sentía que se acercaba, su respiración se volvía entrecortada. No podía evitar imaginar lo que vendría después, y en ese momento pudo sentir el aliento de Theo contra su cuello para de repente la tensión romperse al escuchar un susurro sobre su oído. -

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⏰ Última actualización: Sep 17 ⏰

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