Capítulo 1: La ciudad que nunca perdona

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"La ciudad no perdona, sólo consume lo que queda de ti

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"La ciudad no perdona, sólo consume lo que queda de ti."

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London

El aire estaba cargado de humedad, y el cielo nocturno sobre la ciudad se extendía como una manta oscura, tachonada de luces que brillaban a lo lejos. Desde lo alto del edificio más alto de la ciudad, Dominic observaba la vista que tenía ante sí, su reflejo apenas visible en el cristal que separaba el lujoso ático de la cruda realidad que rugía varios pisos abajo.

Los coches pasaban a toda velocidad por las avenidas, y las luces de neón titilaban como un recordatorio constante de la vida que nunca se detenía en ese lugar. La ciudad, con sus lujos y promesas de poder, se mantenía despierta a todas horas, pero en el fondo, Dominic sabía que su éxito no se basaba en el trabajo de gente honrada. Nada de lo que él poseía provenía de manos limpias.

En sus manos, una copa de whisky se balanceaba lentamente. El líquido ámbar parecía casi inmóvil en comparación con su mente, que procesaba cada movimiento, cada decisión, cada pequeño detalle que podría marcar la diferencia entre el éxito y el desastre. Él no había llegado tan lejos por casualidad. Cada paso estaba calculado, cada relación cuidada y cada traición prevenida antes de que siquiera se gestara. Nada escapaba de su control. Al menos, así había sido hasta ahora.

Al otro lado de la ciudad, en un barrio mucho menos glamuroso...

Alaina apretaba los puños dentro de los bolsillos de su chaqueta desgastada mientras caminaba por las calles oscuras. Su corazón latía a un ritmo constante, pero su mente estaba a mil por hora. Hacía semanas que sentía que alguien la seguía. No podía explicarlo, pero esa sensación persistente de ser observada la había acompañado desde que había empezado a investigar lo que realmente había sucedido con su padre.

La humedad en el aire se sentía pesada, y el frío que caía con la llegada de la noche no hacía más que añadir un toque de hostilidad a la ciudad. Mientras caminaba, las luces de las farolas parpadeaban intermitentemente, como si también ellas estuvieran a punto de ceder ante la oscuridad que la rodeaba.

Alaina nunca había conocido realmente a su padre. Todo lo que tenía de él era una foto vieja, una pequeña imagen descolorida que su madre había guardado en secreto durante años, hasta que finalmente se la entregó en su lecho de muerte. Desde entonces, esa fotografía había sido su única conexión con un hombre del que no sabía nada, excepto su nombre: Vincent.

La muerte de su madre había sido el catalizador que la impulsó a comenzar su búsqueda, aunque en el fondo sabía que no sería fácil. Todo lo que había encontrado hasta ahora eran puertas cerradas, respuestas esquivas y una creciente sospecha de que su padre no era el hombre que su madre había querido que creyera. Había algo más, algo oscuro, algo que lo había llevado a desaparecer sin dejar rastro.

Bajo Sombras Peligrosas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora