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El bullicio de los alumnos de tercer año en una escuela secundaria, esperando (o tal vez no) la llegada de la profesora. Hablando, riendo, otros jugando. Aunque ella solo se mantenía en su asiento tratando de ignorar a sus compañeros.

"Bien, silencio. La clase va a comenzar." Tan pronto como llegó la profesora, todos callaron. "Cómo ya saben, el próximo año comenzarán la secundaria superior... y veo que la mayoría quieren ser héroes."

Los alumnos festejaron, en su mayoría, ya que muy pocos no tenían Don.

"¡Por favor, no deben usar sus Dones en el salón de clases!" Dijo alzando un poco la voz. "Puedo notar que muy pocos quieren inscribirse en otras cosas. Pero me sorprendió que Sánchez Kazan sea la única que se inscriba en la Academia UA."

La mencionada miró al frente, a su profesora, asintiendo.

"Creí que sería una delincuente como su padre." Comentó una de sus compañeras, que no se llevan bien. Kazan solo la miró de reojo, sin decir nada estaba molesta.

"Silencio Yamamoto." Reprochó la profesora.

"Sí, voy a asistir a la Academia UA." Habló en un tono seguro y decidido, manteniendo su posición con las manos en los bolsillos de su chaqueta. "Y lamento que mis compañeros no tengan la inteligencia suficiente para entrar a la mejor academia del país."

Todos quedaron callados, la profesora asintió con la cabeza queriendo dejar el tema de lado. La clase había comenzado y así duró hasta la hora de salida.

*"Solo van a ser 10 meses más, y no veo nunca más a estos boludos."* Pensó Hinata, guardando sus cosas, tenía que entrenar y estudiar, se forzaba a sí misma en querer ser mejor y no una *estúpida* como su padre, una delincuente.

Así solían ser sus días en la escuela, algunas molestias de sus compañeros, pasar sola los recreos...

En gran parte de los años, se dedico a lo mismo desde los 12 años, estudio. Pero eso cambio cuando cumplió los 14 que, por su propia decisión, ser héroe para ser alguien mejor y limpiar su nombre.

Luego unos minutos de caminar, su 'paz' se derrumbó, de nuevo. Llegando a la casa de su abuela, se quitó los zapatos y caminó por la casa.

"Al fin llegas." Dijo su abuela sentada en el sofá, ella se quedó quieta en su lugar, sin girar a mirarla. "Tienes cosas que hacer."

La menor suspiró y habló. "Voy a estar ocupada." Respondió. Según la anciana, esto lo tomó como una forma de rebeldía.

"¿Qué dijiste, niña?" Preguntó molesta levantándose del sofá.

"Que voy a estar ocupada, ¿no escuchaste?" Bueno de cierta forma, ella si es rebelde, más aún con su abuela materna que se odian mutuamente, a pesar que Hinata intentó ganarse su cariño desde que piso la casa.

Cuando la anciana se acercó a ella le dió una cachetada, haciendo que se tambalee un poco.

"¿Llegas y lo primero que haces es rebelarte?" Habló molesta, con el ceño fruncido. "Ve a hacer lo que tienes que hacer primero, lo que YO te he mandado a hacer."

Mientras Hinata se tocaba la mejilla, la miró y caminó a su habitación cerrando la puerta de un portazo. Tiró su mochila con fuerza a un lado, estaba molesta.

"Vieja de mierda." Murmuró sentándose en su cama.

Básicamente, lo que tendría que hacer es los que hacerles de la casa. Hinata no quería ser egoísta, sabe que por la edad su abuela no podía hacer ciertas cosas, pero para golpearla si podía hacerlo.

Esto también era algo de todos los días. Su abuela se llama Kazan Hiroko de 67 años.

»»----- 🌋 -----««

Hinata, hace un año, conoció a una chica de 15 años, era del mismo barrio que ella. Su nombre era Yume Hana. Se podría decir que era una amiga, la única que hizo luego de unos años. Pero, ¿quien diría que podría ser una pequeña y mala influencia? Hinata lo sabía, pero de todos modos se queda porque le agrada.

"¿Creés estar lista?" Preguntó Hana, mirando a la menor.

"Tal vez." Respondió, algo insegura aceptando dudosa aquel cigarrillo encendido entre sus dedos.

Al menos Hana, no la forzaba a Hinata a probar aquellas sustancias tóxicas que ella suele consumir.

Hinata se había escapado el mismo día a la noche, esperando a que su abuela se durmiera para irse con su amiga.

La menor, llevó el cigarro a sus labios y lo inhala, pero tosió al instante devolviéndolo.

"Es una mierda." Dijo luego de terminar de toser, mirando con cierto asco a su amiga.

"Te lo dije, a mi me pasó lo mismo pero ya me vez." Hana llevó el cigarro a sus labios y lo inhalaba como si nada.

Así pasaron las horas, ambas hablando de sus problemas o cosas triviales.

"¿Sigues teniendo en mente en inscribirte en aquella academia?" Preguntó Hana extendiendo el cigarro a la menor, quien se había acostumbrado un poco a fumarlo.

"Si." Respondió luego dando una calada. "Es lo mejor."

"Pero, ¿no haz pensado en-?"

"No lo digas, Hana. No voy a ser criminal o villana como él." La interrumpió devolviendo el cigarro. "Bastante tuve con la pelotuda de Yamamoto."

"¿Tu compañera de clase?" Preguntó Hana.

"Si, le voy a bajar los dientes algún día." Respondió molesta mirando sus zapatos.

La mayor no pudo evitar reír un poco y dio una última calada al cigarrillo antes de tirarlo al suelo.

"Cálmate Hinata." La mayor se acercó a ella para calmar su 'fiera'.

"Pero valdrá la pena hacerlo." Dijo con una pequeña sonrisa, pero luego la borró de su rostro.

Luego unas horas más, a Hinata se le hizo tarde y volvió a su casa, entrando por la ventana y despedirse de su amiga para luego acostarse a dormir.

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⏰ Última actualización: Oct 04 ⏰

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Quemaduras Que Aún Duelen - MHA OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora