Till forever falls apart | Regulus Black |

Capítulo 3

Cuando el Expreso de Hogwarts se detuvo, Hope y Regulus salieron del compartimento para buscar en la estación de Hogsmeade a sus respectivos amigos, no sin antes despedirse.
"Hasta luego" dijo ella en un tono amistoso.
"Te veré en un rato en el Gran Comedor sentada entre Pandora y Dorcas, supongo" afirmó Regulus socarronamente.
Y sin decir nada más, desapareció entre los alumnos dejando a Hope allí pasmada. "¿Cómo es posible que supiera con quién se sentaba en el Gran Comedor? Bueno, podría saberlo ya que ambos están en la misa casa; pero por la manera de decirlo, sintió que Regulus sabía mucho más de ella de lo que parecía. Aunque claro estaba, que ella no sabía casi nada sobre él".

Al cabo de unos segundos, vio a unos metros de distancia a su amiga Pandora junto a su hermano Evan.
"¡Hope!" Dijo ésta en cuanto la vio, dándole un abrazo.
"¿Has visto a Dorcas?" Preguntó la pequeña Malfoy con curiosidad.
"No, pero no puede andar muy lejos" aseguró Pandora con su habitual tono de ensoñación.
"Oye, ¿me explicas qué hacías hablando con mi amigo? Exclamó Evan en tono burlón.
Ante esto Hope se sonrojó, y un poco abochornada dijo: "Oh, pues yo estaba leyendo sola en un compartimento cuando Regulus entró, y como es lógico, estuvimos hablando".
"Vale, vale, tampoco hace falta que te pongas nerviosa" Contestó riéndose.
Pandora al notar la incomodidad de la situación, le dijo a su hermano: "Evan, ¿por qué no te vas por ahí a buscar a tus amigos eh?"
"Os dejo con vuestra conversación de chicas" respondió imitando una voz cursi mientras le daba un beso en la frente a su hermana antes de irse.

"Gracias" le dijo Hope con una sonrisa cuando el chico se marchó.
"Bueno, ¿y qué ha sido eso exactamente? ¿Por qué te has puesto tan nerviosa? ¿Desde cuando te gusta Regulus Black? Sabes que es uno de los mejores amigos de mi hermano, puedo ayudarte si quieres hablar más con él". Añadió Pandora apresuradamente con cara de complicidad.
"¿Pero qué dices? ¿Por qué iba a gustarme? Apenas nos conocemos. Además, representa todo lo que odio, ya lo sabes. Es prácticamente un secreto a voces que idolatra a Voldemort y a sus seguidores". Le contestó Hope como auto convenciéndose.
"Bueno, tampoco seas tan dura con ese tema, después de todo es un Black, ya sabes cómo son esas familias. Es más, nosotras deberíamos entenderlo mejor que nadie; las familias Malfoy y Rosier también son así". Le explicó su amiga lo más amable que pudo.
"Vale, tienes razón. Pero nosotras no ansiamos ser Mortífagos, en cambio, por lo que tengo entendido, Regulus sí". Espetó Hope un tanto molesta.
"Relájate, anda. Además, has dicho antes que no te gusta, ¿qué más te da?". Exclamó Pandora para poner fin a la conversación.
"Y no me gusta. Pero sí, tienes razón, qué más me da". Dijo la pequeña Malfoy mientras se dirigían hacia los carruajes llevados por los invisibles Thestrals.

Entraron en el castillo después de entregar sus equipajes a Filch y se dirigieron hacia el Gran Comedor. Una vez dentro, por fin vieron a su otra amiga Dorcas sentada en la mesa de Slytherin, y como de costumbre, se sentaron al lado.
"¡Dichoso los ojos!" Dijo Pandora dándole un abrazo a modo de saludo a su compañera.
"¿Dónde te habías metido? No te he visto en todo el trayecto hasta Hogwarts" señaló Hope dándole otro abrazo.
"Ya sé que me habéis echado de menos chicas, pero tenéis que aprender a no depender de mí". Contestó la morena sarcásticamente. "Os recuerdo que me han nombrado prefecta, como os dije a ambas en una carta; y como tal, tengo responsabilidades". Añadió ésta en tono burlón.
Las tres amigas cruzaron miradas y no pudieron evitar reírse después del comentario de Dorcas.
En ese mismo momento, el director Dumbledore se levantó de su asiento con la intención de dar el discurso de bienvenida de todos los años.
Cuando éste comenzó a dar su discurso, Hope desvío su atención hacia la otra punta de su mesa, donde se encontraba Regulus Black sentado junto a Evan Rosier y Barty Crouch Jr. Sin saber el porqué, se quedó ensimismada observándolo haciendo caso omiso al discurso del director. Tanto fue así que no se dio cuenta de que terminó hasta que se encontró los platos de comida sobre la mesa. Así que salió de su ensimismamiento y se dispuso a comer.