Fuego y Sangre. Muerte y Vida

Una boda: Las tribulaciones de la Reina Consorte y los cambios en la Corte

Dice el septón Eustace que el dragón dorado devoró a la reina de seis bocados; tan solo dejó parte de la pierna izquierda «para el Desconocido». Elinda Massey, la más joven y gentil de las damas de compañía de Rhaenyra, al parecer, se arrancó los ojos ante la truculenta visión, mientras que el hijo de la reina, Aegon el Menor, observaba horrorizado, incapaz de moverse. Rhaenyra Targaryen, la Delicia del Reino y la Reina del Medio Año, abandonó este valle de lágrimas el vigesimosegundo día de la décima luna del año 130 después de la Conquista de Aegon. Contaba treinta y tres años.

La Casa Targaryen vive en Sangre y muere en Fuego. Rhaenyra Targaryen, entendió esto de primera mano. La sangre de su tío abuelo corono a su abuelo, la sangre de su abuelo corono a su Padre, la sangre de su madre y la de todos sus hermanos perdidos la Corono a ella como la Heredera. Así como la propia sangre de Rhaenyra dio paso al fuego que la mato.

Pero los Dioses son Volubles, si existe algo que hasta el más humilde de los ciervo sabe es esto. Del linaje de la Reina Negra vino la Princesa Prometida, aquella que acabaría con los Otros al fin, pero cuando dicha Princesa fue asesinada por su propia sangre, los Dioses se dieron cuenta que sus maneras volubles serían su fin. El más poderoso de todos y el que sería el último en pie, entonces decidió que debía hacer algo. Entonces, la Muerte, justo antes que el último ser vivo cayera en el frio invierno, tomo la chispa de la vida de esa criatura e invoco el alma de Rhaenyra Targaryen desde donde descansaba con los suyos.

--Ve y hazlo peor, Rhaenyra—le susurro la Muerte cuando la que alguna vez fue La Delicia Del Reino miro a la Muerte.

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Estaba siendo quemada por el fuego de Sunfirey, no, estaba recibiendo en sus brazos a la última de sus hijas.

NO.

Estaba mirando un techo de piedra, podía sentir el frío de la noche, escuchaba un zumbido estridente pero familiar.

--Princesa, Rhaenyra, Princesa—el rostro de Harwin Strong fue lo siguiente que vio la princesa. El hombre se veía joven, hermoso y galante. La princesa se percato que estaba siendo sostenida por los brazos del Ser.

--Harwin—fue lo que atino decir la princesa con lágrimas cayendo por sus mejillas. Había dolor en ese nombre, había anhelo en ese rostro, en los rizos suaves y el mentón duro. Sus hermosos niños, los que amo más que nada, estaban ahí en ese hombre.

--Princesa, ¿le duele algo? ¿Alguien la lastimo?—la urgencia en las preguntas fue lo que provoco que la princesa mirara alrededor. Rhaenyra había muerto, de eso estaba segura, pero ahora estaba en un balcón que seguramente era de la Fortaleza Roja, y viendo su vestido, al parecer era el día de su desafortunada boda.

--¡Rhaenyra, hija mía!—de nuevo, la princesa se vio abrumada por el dolor al oír la voz del Rey Viserys.-- ¿Qué ha sucedido, Ser?

Rhaenyra se dispuso a sentarse, aun con las manos de Ser Harwin como apoyo, su padre estaba de pie en las puertas del balcón, detrás de él Ser Harold y otros invitados.

--Padre—

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Según la septa Eustace; el Rey Viserys había mandado llamar al Gran Maestre Mellos al ver las lágrimas de su hija, preocupado por su salud. El Rey había incluso llegado a insunuar que Ser Harwin pudo dañar a su hija, pero más tarde se supo que el hombre solo había llevado lejos a la Princesa para que no se viera en medio del peligro, mientras que la Reina Alicent había sido embarrada del puré de patatas.

Los diarios de la princesa Heredara nos relatan cómo días después de su boda, Ser Harold hizo saber que Ser Harwin Strong fue envestido con una capa roja sobre su capa dorada por salvaguardar la Integridad física de la Princesa Heredera en medio de la trifulca que se armó en el salón de baile. El primer miembro de lo que algún día se conocería como "La Guardia del Dragón". En cuanto a la desafortunada muerte de Ser Joffrey Lonmouth, Ser Criston Cole, que en un principio fue simplemente castigado y puesto al servicio de la Reina Consorte Alicent, fue borrado del Libro Blanco y desterrado de los Siete Reinos a la mañana siguiente de su nombramiento.