𝑏𝑒𝑓𝑜𝑟𝑒

14 3 6
                                    

Este capítulo va dedicado a todos aquellos que están heridos.
Aquellos que nos sentimos abandonados y que nos sentimos sin futuro, aquellos que se sienten dañados.
No estamos dañados, estamos heridos, con cicatrices y aún estamos sangrando pero seguimos de pie y así estaremos hasta que tomemos una desicion lo suficientemente valiente o lo suficientemente cobarde.
Nacimos en la tierra pero nos perdimos en la Luna.

-Andy

heejin muchas veces se sentía tan fuera de lugar, nunca sintió que encajaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

heejin muchas veces se sentía tan fuera de lugar, nunca sintió que encajaba.
era extrovertida pero no lo suficiente para llamar la atención.

sus padres eran personas muy exigentes, demasiado en algunas ocasiones, heejin solo tenía el título de hija de la prestigiosa familia Jeon pero sólo era otro producto de sus padres, otra creación a la cual presumir.

¿el hijo de la familia lee ya gatea? entonces heejin empezaba a caminar.
¿la hija de la familia kim es encantadora? heejin era mucho más encantadora.

—recuerda que eres una Jeon, nadie te debe llegar, ni siquiera a los talones.— la voz grave y llena de desicion de su padre era clara.

a una heejin de cinco años fue algo por lo cual admirar, ser tan genial como papá y tan hermosa e inteligente como mamá.

lástima que los niños crecen y al crecer cada rastro de inocencia se va.
heejin a partir de sus doce años se dio cuenta que sólo era un simple peón para sus papás, nunca su hija.
delante de todos eran una familia unida y feliz pero fuera eran un matrimonio complicado con una hija que estaban olvidando.

heejin jamas llenaria los zapatos de él, le quedan muy grandes. ⟫

este día estaba en una de las muchas fiestas que mamá y papá organizaban para actuar y fingir ser felices.

el destino juega sucio y heejin lo comprendió esa noche.

estaba tranquila paseando por el enorme jardín de aquella casa que también era su casa pero nunca se sintió como tal.
mientras paseaba deseando con todas sus fuerzas quitar ese incómodo vestido que de madre había ajustado tanto, le costaba respirar y le costaba moverse, pero se ceñia a su figura como ningún otro.

heejin ese día mientras se quedaba quieta intentando respirar se encontró con un chico, el chico no lucia mucho mayor que ella o tal vez eran de la edad. aquel muchacho cabello castaño tenía una mirada tan triste y desolada con un cigarro en la boca.

heejin siempre guardara esa imagen en si memoria.

—¿a que se debe el honor de tener la compañia de la princesita de los Jeon— el dijo con una sonrisa burlesca.

𝐏𝐘𝐒𝐂𝐇𝐎¹; 𝗇𝖺 𝗃𝖺𝖾𝗆𝗂𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora