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Un lío. Eso era lo que el mayor había armado, un gran y tremendo lío... Uno que no sabía cuánto tiempo podría llegar a seguir... Uno que tal vez podría llevarse muchas más cosas a lo largo de su recorrido... Lo peor, era que sabía lo que había causado, pero, aún así, no tuvo ni tenía el valor suficiente para deshacer lo que hizo, simplemente, se sentía patético, inservible y una total basura.

¿Por qué? Mm, fácil. Acaba de lastimar al chico que claramente ama, todo por su culpa, claramente su culpa.

Después de la "charla" con Hoseok, camino silenciosamente de regreso hasta su casa... El aire a su alrededor se sentía tenso, pesado, silencioso. Cabeza abajo, siguió el recorrido desde el pasillo hasta su habitación, cerrando la puerta detrás de si mismo al haber entrado, apoyándose en esta mientras su mirada se enfocaba en algún punto inexistente de su habitación.

Después de unos segundos, un suspiro salió de sus labios, separandose de la puerta para ahora si caminar a su cama, arrojandose boca abajo sobre una de las almohadas, escondiendo su rostro entre la suavidad y abrazando esta entre sus brazos en busca de consuelo, mordiendo suavemente su labio inferior al momento de sentir sus emociones salir a flote, haciéndolo ahogar un sollozo contra aquella almohada en sus brazos.

No debía llorar, sabía que no lo tenía permitido después de todo lo que había hecho, pero, la culpa no dejaba limpia su conciencia para intentar arreglar sus pensamientos... Todo lo que alguna vez quiso, todo lo que había estado intentando lograr ahora estaba perdido, y el lo sabía.

Se sentía ahogado, pero ¿Por qué? ¿Por qué tuvo que actuar de esa forma? ¿Por qué tuvo que hacer el ridículo así? Le gustaba más de lo que podría llegar a pensar, lo amaba con locura; amaba su sonrisa, amaba su cabello, amaba su risa loca, amaba su cuerpo, amaba su forma de ser, amaba su brillante actitud y su loca personalidad, todo, amaba todo de él.

No tenía impedimento para mostrarle lo mucho que le gustaba, aunque, a veces su mente juega con el, siendo uno de los principales problemas diarios que tenía, su mente.

Aquella que le metía mil ideas en un solo plano.

Aquella que lo hacía sentir más miserable e incluso asustado...

Asustado de sus propios sentimientos, asustado de lo que podría llegar a hacer, asustado de su forma de ser, asustado de lo que sería un futuro.

¿Y si no era suficiente? ¿Y si no podría llegar a ser un buen acompañante? ¿Y si lo hacía mal? ¿Y si no funcionaba como quería? ¿Y si quería más? ¿Y si el no era lo que buscaba?

Mil preguntas se formaban en el, mil dudas, mil inseguridades, mil trayectorias con un mismo destino.

Amaba a ese chico, y sin dudas lo quería a su lado, quería poder hacerlo sentir especial, quería poder darse el gusto de ser algo más que solo su mejor amigo, queria admirar su rostro durante horas, para a la final quedar hipnotizado por ese dulce encanto que lo habia atrapado desde hace mucho, un encanto que tardo en ver. No quería lastimarlo, tal vez eso fue lo que hizo mal, solo pensar en lo que el no quería, solo pensar en el destino de ambos, sin saber lo que el castaño también quería y era evidente.

Pensó por los dos, solo por un miedo que al parecer era suyo, porque si, no era ciego, siempre estuvo atento a las acciones y reacciones del castaño hacia el, algo que solia emocionarlo mucho más con cada interacción entre ellos, cosa que no quiso dudar en aprovechar todo lo que puro para expresar sus sentimientos a través de sus acciones, bueno, no funciono de esa forma.

Quería ser sincero, quería pararse frente a el y contarle lo mucho que le gusta, decirle hasta la última palabra que constantemente su corazón deseaba algún día poder expresar, pero, no sabía cómo.

Lejos De Ti... ⁽ˢᵒᵖᵉ⁾Место, где живут истории. Откройте их для себя