08 final (Largo)

132 15 0
                                    

D~

Recuerdo el día que acepté que yo le pertenecía a aquel hombre que estaba a mi lado, durmiendo.

Habían pasado 5 días luego de que él volviese a casa, un año, casi dos de conocerlo, y tener la suerte de que al final, los dos tengamos el mismo gusto, era algo increíble, algo imposible de creer.

Al ver a una persona que nos gusta, hay probabilidades de que no funcione, o no le gustemos de vuelta, afortunadamente ese no era mi caso, Road y yo eramos tal para cual, nos completamos hasta en los besos, se sentían como rompecabezas hechas para unirse perfectamente, así que si, quería pedirle si podía ser su novio.

Tenía la suerte de que Road me viera con ojos de gusto, que me vea como su persona favorita, y con quién pueda confiar.

Esos 5 días, ninguno de los dos desaprovechó ningún momento, a lo que voy con esto es que, tuvimos muchos momentos en los que tal vez, se nos iba un poco la mano cuando empezábamos a besarnos.

Los dos estábamos seguros de que ninguno toda vía quería tener relaciones.

Sólo que a veces tanto a él como a mi se nos iba la mano, y no en el sentido literario, si no, en el sentido físico.

_P'ou~ -Pronunció al sentir mi tacto bajando de su vientre a la parte baja de su pelvis.

Él tenía ropa por suerte, pero no privaba las sensaciones. Su mano se quedaba en mi pecho, yo mismo sentía como me quemaba cada cosa que él me hacía.

_Si te incómoda, tienes que avisarme. -Susurré, no quería incomodarlo y hacerle pasar un momento para nada agradable.

_Tu sigue. -Y me volvió a besar como si fuera su comida.

No me extrañaba esa parte de él, ya la había presenciado varias veces, pero no me terminaba de sorprender.

Todo de él estaba agitado, mi lengua nunca se cansaba, y claro, como lo iba hacer si tenía en mis manos a alguien que quería demasiado, y aparte guapo.

No es por nada pero Road si es muy guapo, todo de él, amaba como cuidaba su cuerpo, era perfecto.

Todos los detalles que él se hacía, era lo mágico, la cereza del pastel.

Bueno, volviendo a lo que estaba haciendo con Road, justamente estabamos por seguir a lo demás, pero su teléfono sonó, tuvimos que parar.

Supuse que era Mika, ya que Road aceptó una fiesta dentro de unas horas. Mika era la única que nos invitaba a esas fiestas ya que ella era la que lo organizaba.

_Parece que en unas 4 horas iremos a una fiesta, y no acepto un no por respuesta. -Habia colgado la llamada y su mirada iba directo a mi.

Mika ya sabía que nosotros dos nos volvimos hablar, no fue sorpresa para ella, tampoco el hecho de que lo estábamos intentando, y dentro de poco le iba a pedir ser su novio.

Que vueltas da la vida.

_Claro que iré, sí vas, entonces siempre iré, no hay necesidad de preguntar. -Le sonreí.

Recostados en aquella cama, con el sol de la tarde pegando por la ventana, la nostalgia que me dió, fue porque anteriormente cuando éramos amigos, él y yo teníamos momentos Gay panic.

Y aunque él lo niegue, muchas veces nos acercabamos mucho al otro, y ahí existía la tensión, desde que nos conocimos prácticamente.

Pasaron las horas para dicha fiesta, Road y yo nos cambiamos de prendas. Los detalles de ahora, que antes no teníamos porque no eramos más que amigos, era que ahora nos cambiamos en la misma habitación, dormíamos en la misma todos los días, ya no teníamos miedo al afecto físico y definitivamente los límites en los besos ya no existían.

¿Practicamos? •DaouOffRoad•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora