25

278 10 1
                                    

-"¿Entonces ya lo visitaste en la clínica?" - Mi novia pregunta inquieta, sé que le gustaría estar a mi lado en estos momentos.

-"Sí, no ha sido nada fácil, está muy demacrado, no es el mismo, no sabes él... él era un hombre lleno de energía, adicto al trabajo, a estar siempre haciendo algo, nunca se quedaba quieto por mucho tiempo, atractivo, las mujeres nunca le faltaron y ahora... Dios..." - Mi voz se quiebra, hablar sigue sin ser mi fuerte.

-"Lo sé amor, solo intenta darle ánimo..."- Suspira profundo. –"No sabes cómo quisiera estar ahí para ti"

-"Tranquila lo sé, mejor dime, ¿cómo van tus entrenamientos?" - No quiero involucrarla con el melodrama que se ha convertido mi vida.

-"Bien, ya sabes cómo es, mi entrenador es un verdadero dolor de cabeza." - Escucho su sonrisa que tanto me encanta. –"Me estoy exigiendo al máximo para lograr entrar el cuadro principal, estoy enfocada en conseguirlo."

-"Lo harás bien, eres la mejor tan solo no lo dudes."

-"Te extraño tanto, lo sabes ¿cierto?" – Dios, solo llevamos unos días como novias y ya me hace falta.

-"Yo también."

-"Amor me tengo que ir, dale saludos a tu viejo de mi parte, bueno si le hablas de mí." - Dice lo último tan suave, dudando si fue correcto decirlo.

-"Lo pienso hacer, eres parte de mi vida, ahora ve a patear traseros." - Le contesto divertida.

-"No lo dudes, te dedico mi próximo partido, te dejo amor, me necesitan." - Se despide con un sonoro beso, coloco mi celular en mi pecho, no sé cómo enfrentar este día, tantas emociones con que lidiar, debo ser fuerte, no puedo dejar que las circunstancias me dominen.

Estoy repasando en mi mente como debo comportarme con mi padre, de que temas hablar, de tratar de animarlo tal como Clara me aconsejó, no quiero cometer errores y que por mi culpa se ponga mal, escucho voces en la habitación, tal parece que tiene visita, dudo si entrar o no, pero al fin y al cabo si estoy aquí es por él y solo por él. Abro la puerta lentamente y casi doy un paso atrás, ¿¡pero qué demonios!? Reunión familiar, mis hermanos y mi madre están con él, todos tienen los ojos bien abiertos, supongo que igual que yo estamos sorprendidos de estar en la misma habitación después de tanto tiempo, quedo paralizada.

-Chiara... - Mi madre rápidamente se acerca y me abraza tan fuerte que siento que el aire se escapa de mis pulmones, no ha cambiado mucho todo este tiempo, se conserva muy bien, es una mujer muy guapa. - Dios, te ves hermosa, tanto tiempo. - Sigo sin poder moverme, desliza sus manos por mi rostro, alcanzo a ver como mi padre se conmueve con la escena.

-Hola. - La retiro suavemente, no sé cómo reaccionar ante sus muestras de cariño, nuestra relación era un desastre, ella me presionaba a ser alguien que no podía ser, discutiendo por todo, siempre fui la mala, la oveja negra y ahora me recibe así.

-Pero si es mi hermanita, la famosa fotógrafa. - Jaz me abraza fuerte, en serio aire, lo necesito para seguir viviendo. Me da un sonoro beso en la mejilla y empieza a revisarme detalladamente de pies a cabeza. - No puedo creer que estés aquí, yo siempre hablo de ti, que soy tu hermana, aunque más de uno no me crea, ¡Dios! Chiara tu ropa es genial, ¿es verdad que Martin te la confecciona personalmente?, Wow, cuando desfilaste esa única vez en la pasarela de Munich fue épico, dime, ¿algún día me lo presentarás? - Esta mujer no respira para hablar, ella siempre tan metida en su mundo y yo en el mío, tan opuestas una de la otra, dudé tantas veces que tuviéramos los mismos genes, pero debo confesar que aunque no habláramos mucho ella jamás me juzgó, por lo menos cuando le dije mi orientación sexual no pegó el grito en cielo.

-Cállate un momento por favor Jaz,me mareas. - La veo con una mueca de fastidio fingido, mientras deslizo mis dedos por mis sienes, ella solo sonríe, mi padre parece divertido con la situación.

La promesa - KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora