Mi Niñero Pervertido [YOONMIN]

Capítulo 35: Una confesión no tan convencional

Pov's Narradora:
El pobre Namjoon se encontraba en el suelo lamentándose de su situación vergonzosa. Se suponía que tenía dar una buena impresión y solo la arruinaba más.

"Puta vida", pensaba mientras era ayudado por su amado aún no correspondido. Mientras que el novio de su mejor amigo levantaba los vasos tirados.

-- ¿Estás bien querido?--. Preguntó con real preocupación él Kim mayor, ayudándolo, el moreno solo asintió algo confundido--. Sí que te golpeaste fuerte, vamos a tu habitación.-- Rodeó su brazo en sus hombros para poder llevarlo.-- Jimin querido, porfavor ve a pedir un botiquín de primero auxilios, yo lo iré llevando si?--. El rubio asintió algo preocupado mientras los veía alejándose.

Una vez adentro del cuarto. Jin con cuidado lo echo y empezó con una toalla a limpiarle los restos de las bebidas, aunque era mejor un baño eso se lo recomendaría después. Primero tenía que recomponerse de aquel golpe.

El más alto algo aturdido, solo veía como el contrario hacia todo con elegancia y delicadeza, enamorándose más de sus movimientos. Cómo su cara tenía un gesto de preocupación y tristeza, sonrió con felicidad al ver que el castaño se preocupaba por él.

Levantó su mano y le acaricio la mejilla sin ser tan conciente de lo que hacía. Jin abrió sus ojos con sopresa, pero sonrió también y permitió los toques en su mejilla. Se inclinó un poco más para poder estar cerca al contrario. Podían sentir sus respiraciones cerca y a ni uno me molestaba aquello o lo que fuera a suceder si tan solo acercaban sus labios un poco más.

La puerta abrió de golpe, sacándolos del trance. Jimin con preocupación entro con el botiquín.

-- Jin Hyung, me comentaron que aquí hay pastillas para el dolor y una crema para evitar las posibles inflamaciones de la caída --. Abrió el botiquín sin verlos a los dos chicos y sus caras rojas como tomates--. Y muchas banditas para posibles raspones. Todo está cubierto--. Sonrió para si mismo levantando la mirada, viendo cómo sus caras seguían sonrojadas--. ¿No interrumpo nada verdad?--. Sonrió de lado provocando más vergüenza a los contrarios.

Jin negó rápidamente levantándose rápido--. No claro que no Jimin--. Dejó la toalla en la mesita de noche--. Y gracias por el botiquín...Yo creo que me voy retirando para que tengas más privacidad en bañarte antes de curarte las heridas...Te lo dejo en tus manos Jimin--. Se quería ir lo más rápido posible de ahí, estaba a punto de besar al chico que le gustaba y si no fuera por la interrupción del rubio, se abrían besado sí o sí.

Su mano fue tomada antes de irse, lo cual lo dejo desconcertado--. Espérame a las 12 en la cubierta porfavor --. Pidió el moreno, sorprendiendo hasta Jimin que sentía que estorbaba pero era él primero en ver el capítulo uno de su novela favorita y se lo presumiria a sus amigos--. Tengo algo importante que decirte.

El castaño solo asintió sin saber muy bien que decir y se alejó del lugar. Una vez cerró la puerta tras de sí. Corrió lo más rápido posible hasta un espejo, podía jurar que su cara estaba ardiendo y necesitaba refrescarse.