Hermosas Obsesiones (Yuri yandere harem)

El caballero negro y la princesa

Osaka. Osaka es alguien peligrosa, conocida por ser la cabecilla de los matones de la escuela y la mano derecha de la apodada reina de hielo (Hanako).

También podría fácilmente matar a alguien con la cantidad de fuerza que tiene, midiendo casi 1.90 y teniendo una cantidad enorme de músculo sin dejar su apariencia femenina. Tiene tatuajes por toda su piel y es, en resumen, una típica chica problema. Es por lo anterior que encontrarmela en mi habitación y dentro de mi casa en mitad de la noche no era exactamente la cosa que más me agradase en el mundo.

Luego de casi gritar ante la presencia de un extraño en mi habitación cuando no debería haber nadie (ni siquiera mi madre ya que estaría en el hospital hoy) Osaka me cubrió la boca hasta que me tranquilice un poco.

—Calma princesa, no hay necesidad de hacer un alboroto y despertar a tus vecinos… sería molesto si la policía se ve involucrada.

—Q-que haces aquí? O mejor pregunta, como rayos entraste!?

—Dejaste la puerta sin seguro, tienes suerte de que tú vecindario sea seguro y que solo yo haya decidido entrar, pudiste haber salido lastimada.

Yo… había dejado la puerta sin seguro? Eso no era posible, recuerdo que había-
Es verdad… no lo puse por lo cansada que estaba…

—Bueno, eso no responde la otra pregunta, sin mencionar que no veo porque te importaría mi seguridad cuando ni siquiera me has dirigido la palabra desde que nos conocimos.

—Preguntas válidas, lo admito, pero vamos por partes, en primera, tu seguridad me importa porque ahora eres la favorita de la reina… su hija más reciente y por ende la princesa.

Con que de ahí viene el apodo huh?

—Su favorita?

—Nuh-uh dije que tuvieras paciencia, responderé todo a su tiempo.

Decidí que era mejor idea simplemente dejar que continuara con su monólogo por ahora.

—Veras, el motivo de mi visita más allá de que Hanako me pidiera personalmente que revise si estabas bien, es porque necesito pedirte algo, y a su vez advertirte…

Con esto y haciendo una pausa para dejar claro que de hecho esa era su intención, tomó la silla de un escritorio que utilizo para hacer mis tareas y la colocó para sentarse frente a mi cama con el respaldo entre ella y yo.

—Antes que nada y a juzgar por como ni siquiera recordabas dejar tu puerta abierta para cualquier ladrón asumo que tienes problemas de memoria y te sentiste demasiado cansada… también asumiré que recibiste algún tipo de dulce o regalo de Hanako hoy…

No veía la relación de nada de eso con mi cansancio y falta de memoria pero igualmente asentí para confirmar lo que dijo.

—Tan rápido? Le llevó más tiempo con kaede… bueno princesa, me temo que la reina decidió que te quiere más cerca de ella… así que te drogó. Probablemente a Kaede también ya que las llevó a ambas a su casa… eso explica porque me pidió venir, no sabía cómo reaccionarias a la droga y me envió a asegurarme que estuvieras bien.

Hanako… me había drogado? Eso… eso no tiene sentido… porque me drogaría?
Aparentemente decidiendo no responder todo por mí, Osaka continúo hablando.

—Escucha niña, lo mejor es que te vayas del grupo… puede que no lo parezca a simple vista, pero todas somos peligrosas… oh, ese es de Mary… sin duda estás en problemas… escuché que Kaede te invitó a su pequeño club de libros, así que de seguro también te siguió hasta aquí en el pasado.

Seguía explicando mientras en mi cabeza empezaban a encajar más y más piezas en el rompecabezas…
Si eso es verdad entonces todas ellas están…

—Porque tomarte tantas molestias en advertirme de esto? Y porque debería creerte para empezar?

Si, se que es ilógico después de que todo parezca tener sentido, pero la reputación de Osaka y el hecho de haberme evitado por dos semanas enteras… sin mencionar que fue ella la que asustó a las demás personas antes de mí que intentaron unirse al grupo de amigas, siendo que algunos buscaban la influencia o el dinero de Hanako.

—Si me quieres creer o no es tu problema, pero seguro que al menos algo de lo que dije debe tener sentido para ti… como sea, mí última advertencia es que no deberías aceptar más regalos de ninguna de ellas… nunca se sabe lo que podrían tener.

Y así como así, con más dudas que antes y en medio de la madrugada, Osaka desapareció mientras yo estaba demasiado ocupada tratando de hacer sentido de todo esto… no sin antes asegurarme de ahora sí cerrar con llave todas las entradas a la casa.