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Suspiré al escuchar el sonido del despertador y con mi mano derecha empecé a buscarlo, toqueteando toda la mesa y tirando algunos libros y lo que supuse que era una botella de agua -para mi suerte, plástica-; hasta que di con él y lo apagué, acabando por fin con ese inquietante sonido.

Abrí mis ojos con pereza y me levanté, dispuesta a comenzar un nuevo día.

Caminé lejos de la cama y tomé un bastón de hierro que reposaba cerca de ella, tocando el piso con él para evitar caerme.

Cuando finalmente encontré mi objetivo sonreí y abrí la puerta, lo suficiente como para avisarle a mi madre que ya había despertado. Ella me dijo que subiría de inmediato y cerré la puerta, satisfecha al poder por fin hacerlo sola.

Dando la vuelta y tocando la pared con mis manos, me guíe hasta el espejo que sabía que tenía mi habitación y me puse de pie frente a él una vez logré estabilizarme.

Moví mi cabeza hacia el frente pero no fui capaz de ver absolutamente nada.

Y mientras lo hacía escuché el sonido de la puerta, por lo que supe que mi madre había ingresado en la habitación.

─Cariño...

─Mamá, hoy tengo ganas de salir al parque, ¿estaría bien si voy?

A pesar de no ver nada, mis otros sentidos estaban totalmente despiertos, por lo que supe cuando mi madre se acercó a mí y no me sorprendí al sentir sus manos en mis hombros.

─Estaría bien ─murmuró─, si yo no tuviera que trabajar.

─Mamá, ya hemos hablado de esto con el doctor ─le dije, frunciendo el ceño─. Puedo hacerlo sola. Iré con MiMi y Bada.

Mimi y Bada eran mis dos perros guías, los cuales mamá había conseguido hacía dos años, estaban entrenados por lo que podían llevarme con perfecto cuidado hacia cualquier parte de la ciudad que se les enseñó, como el parque, por ejemplo. No era la primera vez que salía con ellos, así que sabía qué hacer.

Sentí que mamá suspiró y me abrazó, plantando un beso en mi sien.

─Está bien. Pero vuelve a casa temprano, ¿de acuerdo? Puse una alarma en tu reloj que sonará a las cinco en punto para que llegues a casa antes de que anochezca.

─De acuerdo.

─Bien, ahora vamos a darte ese baño y luego a desayunar.

Asentí y mamá me guió hacia la ducha.

( 𖥻 )         ───  ...
Sentí el viento fresco azotar mi rostro y de inmediato supe que estábamos cerca del lugar donde siempre me llevaban mis perros. Iba a paso lento, intentando relajarme al escuchar los sonidos que la naturaleza producía, como el sonido de las hojas moverse al compás del viento, o el sonido de algunos patos graznando.

Sonreí satisfecha cuando mi bastón tocó un objeto largo y deforme, y cuando estuve a punto de agacharme para soltar a Mimi y Bada para que fueran a jugar, algo ligeramente blando me golpeó con fuerza la espalda y no pude evitar caer al suelo, gruñendo y tocando parte de mi rodilla lastimada.

«¿Es sangre?» Pensé al tocar algo húmedo con mis dedos.

Acto seguido, escuche algunas risas, por lo que inmediatamente supe qué seguía.

─Aquí viene otra vez ─susurré, escuchando como las voces se acercaban a mí y cerré mis ojos con fuerza.

Iba ocurrir nuevamente.

Me golpearían y me obligarían a abrir mis ojos para burlarse de ellos.

Para burlarse de mí por ser diferente.

⠀𠃮ᰍ໋    : 𝗘𝗬𝗘𝗦 [  𝘞𝘪𝘯𝘳𝘪𝘯𝘢  ] ᴬᵈᵃᵖᵗᵃᵗⁱᵒⁿ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora