Llegue al parque y me oculté detrás de unos arbustos que estaban serca de una banca. Vi como Lucía llegó y tomó asiento.
-Hola.
-¿Que haces aquí?. No me digas que. Ay. ¿Enserió? Cuando vea a Miguel lo voy a matar.
-¿Podemos hablar?
-No. Me voy.
-Por favor.
-Adiós.
Viendo como se fue, solo se me ocurrió gritarle para que me escuchara.
-!Perdoname, por no defenderte cuando Catalina te agredió!
Dio media vuelta, volvió a mí y me miró directo a los ojos.
-¿Por qué te disculpas?-. Suspiró.- Esto no es tú culpa, ¿Por qué no me dijiste como te sentías?
-Porque te amo.
-Pero no puedes ocultar como te sientes. Dijo. Tocándome el rostro.
-Perdóname. No lo volveré a hacer.
-Perdóname tú, tratare de cambiar para que dejes de sentirte así. Te amo y eso nunca cambiará.
-Yo también te amo.
Al día siguiente todo volvió a la normalidad. Lucía decidió pedirle disculpas a Catalina.
-Discúlpame por favor. No debí hablar así de tu hermano.
-Esta bien. Discúlpame tú también por lo que te dije.
-Claro. Entonces ¿Todo bien?.
-Sí. Todo bien.
Tal vez no eran amigas, pero al menos ya no se querían matar apenas se veian.
-¡Hay! ¡Que felicidad!-. Mencionó Miguel.- Bueno, ya que todos estamos felices y contentos, ¿Qué tal si vamos a mi casa a festejar mi cumpleaños este sábado?
-Me apunto-. Dijo Lucía
-¡Igual yo!-. Gritó Samuel
-¿Habrá comida?.
-¿Solo piensas en comer verdad Emma?
-Ay, Miguel. Es una broma.
-Gracias por la invitación pero no podré ir.
-!¿Por qué?!.
-Tengo que cuidar a mi hija.
-¿Tienes una hija? ¿La niña que vive con Emma y contigo? Todo este tiempo crei que era tu hermana.
-Sí. Se llama Acnes, cuando estoy en el colegio la cuidan los abuelos de Emma.
-Es una niña muy bella. La conocí ayer.
-Llevabala.
-¿Disculpa?.
-Llévala a mi casa el sábado, para conocerla mejor.
-Ok, entonces la llevaré.
Llego el sábado, todos nos reunimos en la casa de Miguel.
-Hola chicos-. Dijo Miguel.
-Hola. Feliz cumpleaños amigo ¿Aun no viene Catalina y Emma?
-No.
-Feliz cumpleaños amigos. Toma, aquí está tu regalo.
-Gracias Lucía.
Conversamos un rato hasta que escuchamos la puerta sonar.
-Esas han de ser Catalina y Emma.
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Secretos que nos unen
Romancela llegada de Catalina a un nuevo colegio hará que Samuel se interese en ella al ver que lleva algo consigo que él creía perdido