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Hola, Holanda, Harry Potter

- ¿Sabías que las mariposas no pueden ver sus alas?. Que catastrófico debe ser, digo, son tan hermosas pero ellas no saben que lo son, me pregunto que pasara por la mente de una mariposa- doy un suspiro - ¿Se sentirán inseguras por pensar que no son bellas? ¿Qué no tienen nada especial?, ahora que lo pienso, quizás nosotros los humanos tenemos ese complejo, de que no podemos ver los bonitos que somos en verdad, de que cada uno tiene algo que lo hace único y bello sin importar que, pero por más de que uno trate no lo ve, vamos a llamarle "complejo mariposal".

- Es impresionante como te vas por las ramas cuando hablas, o, que no le prestas atención a la clase de Literatura, es como si estuvieras en una burbuja imaginaria, es difícil sacarte de ahí. - dijo mi amiga Layla - en estos momentos tienes que estar agradecida con tener una amiga tan aplicada y responsable como yo.

- ¿Qué haría sin mi pelirroja favorita?, sería una perdición para mi la mayoría de las asignaturas, por no ser pesimista. - la miro y le sonrío- por eso te ganaste un gran abrazo de oso- le doy un abrazo demasiado grande.

- También me pregunto lo mismo, que haría yo sin ti, ojalá nunca tenga esa respuesta - me correspondió el abrazo- Jenna, te quiero demasiado, pero me estás asfixiando, espacio personal, gracias.

- Entonces es un buen abrazo de oso, cumple su función - procedo a soltarla- Con ese abrazo uno puede expresar lo que no dice o piensa a veces, aunque bueno, siempre digo lo pienso.

- Me doy cuenta, pareces un loro parlanchín, sin ánimos de ofender, me encanta que seas tan expresiva, somos polos opuestos, por eso juntas somos más imparables.

- Gracias, gracias, es un don que se trabaja a lo largo de los años. - Suena el timbre - Bueno, que triste, ya nos tenemos que ir a nuestras casas, bye bye instituto.

- Bueno, damos por terminada la clase de hoy, nos vemos mañana chicos -dijo la dulce voz de la profesora de literatura.

A decir verdad no es que sea un trabajo difícil entender su clase, es solo que yo me pierdo en mis pensamientos, la profesora Thorne es muy dulce y se nota que es apasionada con su trabajo, eso lo valoro mucho, una señora que debe estar en sus 50 y tantos es tierna.

Es impresionante la manera en que todos se quieren ir a sus casas, ni siquiera termino de hablar y se esfumaron todos.

- Bueno, Jenna vamos, hay que irnos- Layla me tomo del brazo para sacarnos de la clase - como es viernes es noche de películas, hay que organizar todo.

- Cierto, me había olvidado de eso, tengo varias opciones para mirar esta noche - salimos del instituto para ir al estacionamiento - Por cierto, es probable, que también vayan Olivia y Eva, me acorde que las invite.

- Me parece perfecto, entre más mejor dicen.

Estábamos en busca del auto de Layla, porque si, no quiero ser presumida, pero tengo mi chófer personal. No es que no sepa conducir, pero por el momento, según mis progenitores tengo que esperar a mi cumpleaños, por ese preciado auto, la verdad soy feliz con o sin, pero bueno, nunca viene mal.

- Siempre la misma historia contigo Liam - Escuchamos a la parejita estelar del instituto - TE VI, estabas muy acaramelado con Mia, que bonita escena.

¿Por qué? Justo cuando nos estábamos despidiendo de la cárcel, ya estaba preparada psicológicamente para llegar a mi casa, preparar y cocinar para esta noche, nos tenemos que cruzar a estos dos.

Les cuento el chisme por si no lo saben, Liam y Madison.
Ella es muy celosa y el respira, me sorprende que alguien que parece tan secante este con alguien tan prepotente en el mal sentido como ella. Son novios desde siempre, porque no recuerdo un momento donde no hayan estados juntos, siempre que los vemos están haciendo una escenita, bueno, Madison la hace, aunque, supongo que el soporta eso, por algo sigue con ella.

Lo verdadero es otra cosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora