𝐔𝐍𝐀 𝐕𝐈𝐃𝐀 𝐉𝐔𝐍𝐓𝐎 𝐀 𝐓𝐈

chapter seven

Mark

Terminamos de cenar y Marilyn estaba dormida en el sofá, decidí llevarla pero despertó.

- Vamos a la cama.- la seguí mientras subía las escaleras, cuando subí el primer escalón oímos el timbre.

- Espérame aquí.- ella asentío adormilada.
.

Me dirigí hacia la puerta y la abrí, era Zara
Zara y yo fuimos novios desde primaria, pero cuando viajamos a Alemania ella decidió mudarse a Berlín y desde ahí no supe nada más de ella. Pero ahora estaba de vuelta, en el peor momento.

- ¡Hola mi amor!-  me abrazó como si nada hubiera pasado.

- ¿Quien es ella?- Marilyn estaba confundida, pero no más que yo.

- ¿Acaso no sabes quién soy? Soy la novia de Mark, el ya te habrá hablado de mi.- Marilyn subió las escaleras corriendo.

- Oye, ¿que haces aquí?- se le quitó la sonrisa de la cara.

- Porque aún te amo.- ella era una chica baja, rubia y amante del rosado con brillos.

- Mira Zara, yo estoy con alguien más, no quiero que arruines esto.- sus lágrimas comenzaron a salir, era amante del drama.

- ¿Y ahora dónde me quedaré?- lloriqueaba cómo una niña.

- No lo sé, pero te aseguro que aquí no.- Marilyn estaba detrás mío con los brazos cruzados.

- ¿Y quién eres tu?- enseguida las lágrimas dejaron de salir, para rebajarla con la mirada.

- soy la novia de Mark, y te aseguro que él no quiere saber nada de ti.- Zara rió.

- Creo que estás un poco confundida cariño, el y yo nos conocemos desde que éramos pequeños, el me ama, ¿no es verdad?- la mire con asco y espete;

- yo no te amo Zara, eres repelente hacia mi persona.- dije con todo el odio del mundo.

Mi hermano estaba en la cocina y apenas la vió la saludo con un abrazo, yo no podía creerlo.

- ¡Zara, cuánto tiempo! Ven pasa.- mi hermano estaba delirando, y Marilyn me miraba con completo odio.

Estaba seguro de que mi hermana lo hacia a propósito, y si no era así estaba demente.

- Louis te extrañé, pero no tanto como a tu hermano, ¿Verdad bebé?- la mire con el ceño fruncido, completamente confundido.

Era media noche, y Zara había ordenado sus cosas en mi habitación, aunque le haya dicho que no, Louis estaba feliz y yo no entendía de dónde venía su ánimo. Marilyn estaba que echaba fuego, aguantar a una rubia con voz fina no era nada fácil, me desconectaba el hecho de que estuve mucho tiempo con esa mujer tan incoherente.

- Zara, ¿que quieres? Pídeme lo que sea y vete.- traté de calmar las cosas, pensé que si ella buscaba algo se iría. Pero no fué así.

- Tontito, tu hermano me llamó, quería que viera los ensayos de su próxima colaboración.- estaba atontado, por un momento me mareé y pensé lo peor de mi hermano, ¿Era capaz de hacerme esto? Si, lo era.

La relación entre mi hermano y yo nunca fue la mejor, el era un rebelde de primera, y yo, un centrado, siempre trate de protegerlo de los demás Pero el nunca estaba para mí, y cuando conoció a Zara parecía ser su mejor amiga.

- Louis, esto no puede ser verdad.- dije con la peor cara.

- La llamé para que vea nuestra próxima colaboración con Marilyn.- Zara la miró con repudio.

- ¿Con ella?, ¿en serio? La próxima vez busquen algo de su... Clase social.- Marilyn intentó acercarse pero yo la paré en seco.

- Cuida tu vocabulario, perra.- Marilyn estaba realmente enojada, y yo aún más.

- ¿Que les parece si vamos a tomar algo a la cocina?- Louis trató de calmar la situación, pero zara no ayudaba.

- Si, lejos de esta chica tan vulgar.-

Cuando zara y Louis fueron a la cocina Marilyn se acercó a mí, temía que piense que yo fui el que la llamó.

- ¿Vas a dejar esta perra se quede en tu casa?, échala de una vez por todas.- sus ojos estaban cristalinos a punto de llorar, pero no podía hacer nada, no podía echarla porque sabía que armaría un escándalo y tendría todos los medios en la puerta de mi casa.

- Solo unos días, te llevaré a la tuya y estaremos ahí hasta que ella se vaya.- pensé que iba a ser más difícil solucionarlo, o eso creí.

Marilyn subió las escaleras rumbo a mi cuarto, tomo sus cosas, yo empaqué un bolso con mi ropa, y fuimos directo a su casa.

Cuando llegamos vi su casa, era pequeña pero iluminada, con algunas paredes sin pintar, era un solo piso y cerca de su habitación estaba el baño. Su casa era realmente cómoda sin necesidad de algún otro lujo, con lo justo y necesario.

Ví su habitación, tenía posters de una banda de rock alemana, en algunos eventos los había visto, su cama para una persona y una ventana con cortinas violetas, su cuarto estaba adornado infantilmente, se notaba que era la decoración que había puesto de pequeña.

Estuvimos en silencio casi una hora, ella escribiendo en su cuaderno, seguramente alguna de sus canciones y yo acostado viendo el teléfono.

- ¿Tienes hambre?- dije con intención de romper el hielo.

- No, gracias.- sabía que estaba fastidiada, que no quería hablar conmigo.

- ¿Estarás enojada conmigo toda la semana?- la amaba, realmente lo hacía, pero su temperamento era fuerte y a veces no lo soportaba.

- Mark, no sabes lo mucho que significa esto para mí, nunca me habías contado de ella.- sus lágrimas caían mojado sus mejillas, esto valía mucho para ella, mucho mas que cualquier cosa.

- Lo sé, lo lamento, ella y yo nos conocimos en primaría, ella era una niña popular y yo igual, casi siempre salíamos como delegados de la clase debido a eso. Pero no te preocupes ella se irá, se que lo hará, ella no lo arruinará, no lo permitiré.- espeté levantándome de la cama para acariciar sus mejillas sonrojadas.

Ella me abrazó como una niña pequeña, lloro en mi pecho y yo la consolé. Ví a sus espaldas lo que estaba escribiendo y le pregunté;

- ¿Es una canción?- ella me miró avergonzada.

- Es mi parte de la colaboración.- la mire ilusionado.

- ¡Es genial! También pon esto.- empecé a escribir en su hoja, y una vez terminado ella quedó muy contenta con el resultado.

- Será la canción del verano.- me atrapó la cara y me dió un tierno beso en los labios. Nunca me había sentido así, con absolutamente nadie, ella era la luz de mis ojos y la persona que quería junto a mi el resto de mi vida.